

No Te Duermas conversó con Orlando Benavidez del gremio de la alimentación, sobre los precios del mercado.
Por Ariel Fassio
arielfassio@gmail.com
Al comienzo de la entrevista, Benavidez comentó que “Los alimentos son commodities. Si bien los precios son de commodities, porque vale lo mismo, vos acá no tenés que pagar el acarreo, el pleito, lo tenés acá. Salvo que venga la sequía, que había poco”.
Sobre los precios de alimentos que informa el INDEC, Orlando expresó que “yo creo que no es cierto, yo particularmente. Porque siempre se toca. Lo que pasa es que en el precio está desvirtuado. Vos vas ahora a cualquier mercado y tenés dos por uno. Alguna oferta. Lo toman de ahí el precio. Lo toman de la oferta. Yo estoy convencido de eso. Porque nosotros tenemos una merma del 40%, pero los precios no han bajado. Por ejemplo, el mismo 20%, más o menos, es un montón de guita. Y hacemos el uno en 40%, otro en 50% descuento, y la plata entra y el número da menos. No se explica”.
“Los empresarios siguen ganando, por supuesto. El otro día estuve en el mercado central porque fui a ver una empresa que tenemos y me desconcertó. O sea, en la nave esa de la verdura, que es un terrible quilombo, no había nadie, muy poco, todos mirándose la cara, viste. Igual no baja. Yo lo que vi es que no baja. A veces encontrás alguna oferta que es superadora al mercado central y vos no entendés.
No está bien regulado el paseo de compras. Vos encontrás una verduleria grande, pero ahí te vende la bolsa de papas a 6.000 pesos, 7.000 pesos. Y en el mercado está a 10. O sea, hay comerciantes que están comprando a productor directo, algo pasa”, añadió.
Los productores y las importaciones
“La Plata, Varela, Pilar. Todos esos son productores bolivianos. Le ponen el precio a la verdura. Por eso todas las verdulerías son bolivianas, porque te bajan del productor al consumidor directamente. Está más barato, pero igual está caro. Porque ellos comparan precios. Todos venden iguales. O sea, cuando quiere lo baja, cuando quiere lo sube. Están manejando el mercado hace mucho tiempo. Pero mucho tiempo”, sumó.
“Hoy no está entrando nada importado. Porque tiene una característica, tiene que ser un tipo que entienda mucho de la alimentación, de la galletita, el que importe. Porque los tiempos son muchos. Por ejemplo, Baduco trae pan desde Brasil. Pero entre que sale del puerto de Brasil, pierde dos días, el transporte le lleva dos días más, cuatro. Cuando entra al puerto, le quedan diez días. El mercado lo tiene ahí, no tiene repositor, no tiene para repartir, no tiene nada. Entonces se le queda. Cuando llega al mercado llega con cuatro días.La gente lo mira y no sirve”, explicó.
“El tema de las galletitas es que vos podés llenar un contenedor de galletitas, pero como tienen medio kilo y son grandes las galletitas, vos podés traer un millón de galletitas, pero no hace esto al número. De Europa para acá o de donde sea. No hace el número. El consumo se cayó en las primeras marcas. Vos tenés Pepsico que vende las papas fritas, todo eso se cayó un poco. Tenés Bimbo que vende el pan, tenés Terrabusi que vende galletitas, pero después tenés otras variables, como El Trio por ejemplo. Don Satur lo que hace lo vende. El trío lo que hace lo vende”
“Es un buen producto o es un producto medio pelo, pero a la larga vos te haces el paladar. Por eso se metió Manaos. Lo primero era Manaos y la Coca-Cola y vos decías, no, ni en pedo. Y después te vas acostumbrando al gusto, y como todo.
Por ejemplo, el que toma chocolate no toma Sindor. Esa Sindor la vas a ver dentro de tres meses en un mercado dos por uno. En cuatro mil pesos. Porque se vencen. Y porque no la venden”, comentó
En algunos casos juega el aprovechamiento
“Lo que vale una pizza, por ejemplo. Veinte lucas, quince lucas. La mejor muzzarela vale diez mil pesos el kilo. La pizza lleva doscientos cincuenta gramos. O sea, haces cuatro pizzas. Ahí tenés el valor de la muzzarela en dos mil quinientos pesos. El kilo de harina vale ochocientos pesos. O sea, sacás cuatro también. Ahi tenés doscientos mangos más. Sumamos, dos setecientos. El tomate trescientos pesos.
Tenés tres mil pesos. Un par de aceitunas, que en algunos lados ya no la ponen. Tenés tres mil doscientos, tres mil quinientos pesos. El gas, la luz. Se te puede ir a tres mil quinientos mangos. Ahora vos no podés vender a quince mil pesos una pizza. Está carísima. Yo siempre tuve pizzería, vendo ciento setenta pizzas por semana. La vendo a ocho mil pesos. Se está ganando el cuatro mil por ciento. Este es el tema de los que se aprovechan”, cerró Benavidez criticando a los abusadores de precios.
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