“Decir Mujer: XILO-siluetas” es la muestra artística presentada en la feria Expotrastiendas por las internas y alumnas del taller La Estampa del Instituto Correccional de Mujeres de la Unidad Nº 3 de Ezeiza, que retoma la obra “Maman” de la escultora Louise Bourgeois para abordar la simbología femenina desde la xilografía y la fotografía.
“El arte exorciza, por un momento, el encierro” dice a Télam, Alicia Mateos, coordinadora de La Estampa, el primer taller de arte en las cárceles federales que funciona desde el año 2000, con una larga historia de exhibiciones en reconocidos espacios como ArteBa, Museo Sívori, en los centros culturales Recoleta y Borges, el Museo Nacional del Grabado, la Casa de la Cultura e incluso la Bienal de La Habana.
“Las temáticas van surgiendo a partir de conversaciones con las internas y de entender sus centros de interés en relación a la situación que están pasando”, cuenta Mateos, también psicóloga, quien destaca que las obras actuales “expresan la necesidad de visibilizar a la mujer y su lugar en el continente y remarcan los posicionamientos que se han logrado”.
Las xilografías y las fotos intervenidas de estas quince mujeres que hoy participan en el taller se identifican conceptualmente en la mirada de Bourgeois, la ya fallecida escultora y artista, cuya gran obra de la araña “Maman” se pudo ver hasta hace pocos meses en la Fundación Proa de La Boca.
“Louise nos envuelve con el enorme conjunto de sus obras, muchas autobiográficas y con acento en lo femenino”, explica la coordinadora, y una interna escribe:”como la araña contamos con mil brazos para rodear a nuestros hijos. Solo, que generalmente abrazamos el vacío”.
Bajo este concepto de la araña partícipe de la naturaleza y símbolo de lo femenino, ellas, las internas, se sumergen en esta representatividad e incluso rescatan leyendas de mujeres-arañas, que se sitúan fuertemente en la cultura guaraní, a la que pertenecen muchas internas.
Las artistas se concentraron en las imágenes para registrar los cuerpos y luego “avanzamos sobre de manera más afinada en la simbología femenina de Bourgeois y su serie celdas y jaulas
“, sugiere la coordinadora.
“Para Louise -escribe otra de las artistas- las celdas o cajas son parte del encierro de su mente. Allí pone objetos como juguetes. Para nosotras, la celda es sólo para nuestro cuerpo.
Nuestra psiquis puede ser libre si sabemos y podemos usar la imaginación como escape”.
Con este bagaje profundo que expresa admiración por la artista, surgieron fotomontajes utilizando grabados y pinturas ya realizados, dibujos e imágenes superpuestas de cajas, palabras y jaulas. Otro de los conceptos que inspiraron esta muestra fue la obra del colectivo boliviano “Mujeres Creando” que realiza grafitis con leyendas alusivas a la situación actual de la mujer.
“El objetivo es abrir el tema de lo femenino en un nivel más descontracturado donde afloran los mandatos culturales, la desigualdad de género, el patriarcado y la división sexual del trabajo”, explica Mateos.
Esta tajante fuerza expresiva se tradujo en los relatos de fotos intervenidas, figuras enlazadas y muñecas confeccionadas con leyendas grafiteadas como “Mujer, confía en el sonido de tu propia voz”; “Nunca olvides tu fragilidad” o “Tú me quieres virgen, tú me quieres santa…Tú me tienes harta!”.
“Las xilo-siluetas son la expresión del género y viabilizan lo que subyace profundo, enterrado, escondido, callado o ignorado intramuros”, resume Mateos.
Inicialmente, las alumnas -ya pasaron más de cien- se dedicaron a la serigrafía en blanco y negro, luego pasaron a técnicas de papel reciclado, escultura, dibujo, muralismo y arte colectivo, en gran parte por el aporte de artistas que ad honorem dieron clases, entre ellos Ricardo Crivelli y Marino Santa María con quien se presentaron en ArteBA 2010.
Mateos recalca la importancia de esta actividad en la vida de las mujeres: “para ellas el arte funciona como sublimador porque allí todo se transmuda y el hecho creativo es curador. Por ejemplo, si mataron seguramente algo de la muerte aparece en lo que pintan, pero ya hablan desde el arte, lo efectivo de estos talleres es que salen con otra subjetividad”.
Ellas -una vez fuera del entorno carcelario- quieren seguir pintando, cuentan, “es un modo de evitar la reincidencia, salen olvidadas de lo que las llevó a delinquir y quieren trabajar como artistas, ojalá se puedan lograr más talleres”, augura Mateos.
Para la docente de las internas, Mónica Bottini, “el taller es un camino de apertura hacia lo sensible. Allí emerge lo artístico, entre avances y retrocesos definidos por posturas defensivas individuales, emerge lo estructural”.
La también arteterapeuta cree que “el encuentro consigo mismas en el acto creador, es una promesa en la mejora de sus relaciones vinculares. El encierro no se siente simplemente en la restricción de bienes de consumo, sino en un estado de intemperie respecto a lo básico de una existencia social”.
“No interesa tanto qué crean -continúa- sino que el crear
tenga lugar. Es en esta transgresión dónde se gesta la misma condición del arte”, concluye la docente.
Este taller, una iniciativa conjunta del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación y de la Subsecretaría de Cultura de Buenos Aires, forma parte del Programa de Integración y Reinserción Asistida.
Las xilografías y fotos se venden entre 20 y 1500 pesos y se pueden adquirir hasta el 5 de septiembre en el stand C-105 de la feria de galerías “Expotrastiendas” en la Rural, avenida Santa Fe 4201 o avenida Sarmiento 2704.