
Así se refirió Marisa Gómez sobre la fundación que creó con el nombre de su hija Juliana Gómez tras un año de su muerte, la cual fue ocasionada por un siniestro vial. Además, profundizó acerca de todo lo que la motivó con el proyecto y el apoyo que tiene desde diferentes sectores.
Por: Camila Batista
camilaflorenciabatista@gmail.com
Marisa Gómez, la mamá de Juliana Gómez, detalló cómo fue la creación de la fundación que formó e inauguró tras el cumplimiento de un año de la muerte de su hija, quien era jugadora de futbol en el Club Argentino de Merlo y perdió la vida en un accidente de auto cuando volvía de jugar un partido.
“Con la fundación encontré la forma de redireccionar este gran dolor que llevo en el alma y poder ayudar a sus compañeras”, mencionó previo a comentar que los objetivos que tiene con este proyecto están orientados a las jugadoras de fútbol femenino de todo el país para brindarles “cuidado, protección, seguridad, apoyo psicológico y también espiritual”.
La inauguración fue el 8 de octubre, el día en el que se cumple un año del siniestro vial que le arrebató la vida a Juliana. Marisa señaló que siente que con la fundación vuelve a “abrazar” a su hija y que encuentra la manera de “volver a verla en cada jugadora”. Además, agregó que también la motiva a “levantarse cada día” porque sabe que tiene una “misión” por cumplir.
La Fundación Juliana Gómez
La idea “fue un sueño que tenía que hacer realidad porque no me podía quedar con los brazos cruzados al saber que si yo no levantaba mi voz, todos se iban a olvidar de lo que pasó”, explicó la madre de Juliana. Este proyecto se “construyó” para que “las chicas sientan que cada sede de la fundación es como su casa”. Este un espacio para apoyar a las jugadoras, que se diferencia de otros donde solo les ofrecen “un par de botines y una pelota”.
Las jugadoras “necesitan un abrazo y contención” porque también “es preocupante la terrible tasa de suicidios que cae en niñas y adolescentes”, razón por la cual es “fundamental darles contención psicológica”. En esta misma línea, también comunicó que el espacio además integrará un departamento de asistencia de violencia de género.
Desde la fundación también se desea crear un lugar para que las jugadoras del interior tengan un lugar donde quedarse porque “son muchos los casos donde vienen a probarse con la plata justa sin tener un paradero seguro”.
Por el momento todo se está desarrollando en la casa de Marisa, pero desde la intendencia de Menéndez “van a entregar oficinas en los próximos días”. También el trabajo se está haciendo desde las casas de los periodistas y otros profesionales.
El apoyo y los avances de la Fundación
El proyecto tiene el apoyo de la AFA ya que acompañan a la Fundación el presidente de la asociación, Chiqui Tapia y la responsable del Departamento de Género, Paula Ojeda. La mamá de Juliana destacó: “Paula estuvo conmigo desde el momento cero, siempre está respondiéndome ya sea por teléfono o para atender cualquier inquietud”.
El sostén también lo integra el padrino de la fundación, Fernando Signorini, además de otras personas como abogados y gente que apoya la causa. Otra de las personas que acompaña el proyecto es Alejandro Destefano, quien les está “dando una mano muy fuerte” y se encuentra en la Comisión de la Fundación.
Desde las provincias de Neuquén, San Luis y Santa Fe se han contactado para ofrecer lugares para poner sedes en diferentes locaciones. “Esto la verdad que me llena el corazón porque siento que todo lo que hacemos va a servir por lo menos para para proteger y ayudar. También me gustaría presentar un proyecto de ley para que las cosas empiecen a funcionar como tienen que ser”, enunció.
El fútbol femenino y los sueños de Juliana
Marisa acentuó que es “muy triste que no haya presupuesto para las chicas” y agregó que las jugadoras no cuentan con la indumentaria adecuada y que además tampoco hay dinero pagar los viáticos. Esto último se relaciona con el accidente de su hija, ya que tuvo que volver de un partido en un auto particular por falta de micros en el Club.
“Está bueno golpearse el pecho y decir ‘las incluimos’, pero la realidad es otra y por eso hay que brindarles apoyo. Todo esto es por lo que nosotros vamos a pelear”.
La futbolista empezó a encontrar su pasión por el fútbol a temprana edad cuando jugaba con sus hermanos y luego estuvo en algunos clubes de barrio antes de jugar para Argentino de Merlo. El amor que tenía por la pelota lo relató en una carta que su madre encontró en su habitación tras su fallecimiento. “Ella decía que hasta el Pollo Vignolo iba a cantar sus goles y que deseaba llegar a Riquelme”, profundizó Marisa para rememorar los sueños de hija.
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