El ámbito del trabajo nacional experimentó un período complejo marcado por la la precarización del empleo y la actividad económica, y también por un fuerte deterioro en la calidad de los puestos de trabajo y en el poder adquisitivo de los salarios.
Por Florencia Belén Mogno
En los últimos años, el mercado laboral argentino atravesó un período complejo, en el que los niveles de empleo y la actividad económica mostraron comportamientos heterogéneos. El sostenimiento de algunos indicadores no alcanzó a compensar las caídas registradas en sectores estratégicos, lo que evidenció tensiones estructurales que afectan tanto a trabajadores como a empresas.
El dinamismo de la economía mostró diferencias significativas entre sectores. Mientras algunas áreas lograron mantener su actividad, otros, como la construcción y la industria, enfrentaron retrocesos prolongados. Esta heterogeneidad se reflejó en la disponibilidad de puestos de trabajo, el nivel de remuneraciones y la estabilidad laboral, lo que generó disparidades importantes entre distintos segmentos de la población.
En ese sentido y de acuerdo con el material al que tuvo la oportunidad de acceder Diario NCO, se presentó un informe de síntesis sobre las tendencias recientes del mercado laboral argentino, con especial atención al período transcurrido desde la asunción del actual gobierno, y a partir de las comparaciones entre los primeros trimestres de 2023 y 2025.
Desarrollo del estudio
El informe facilitado a este medio destacó que “el PIB se ubicó 1,2 por ciento por encima del mismo período de 2023, superando apenas el nivel alcanzado en el 1° trimestre de 2018”, y aclaró que “si se excluyeran las exportaciones, el PIB estaría 4,1 por ciento por debajo del 1° trimestre de 2023”.
Sobre la heterogeneidad sectorial, el documento señaló que “la construcción se encuentra casi 20 por ciento por debajo del nivel de noviembre de 2023, muy afectada por el recorte en la obra pública, sin señales de repunte”.
En materia de empleo, el informe precisó que el número de puestos de trabajo del 1° trimestre de 2025 “es mayor en 310.600 (+1,5 por ciento) respecto del mismo trimestre de 2023”, aunque advirtió que los puestos asalariados registrados “disminuyeron en 33.400, mientras que los no asalariados aumentaron notablemente, con un crecimiento de 338.800 (5,9 por ciento) en dos años”.
Respecto del contexto en el que se basó el análisis, el informe se refirió a la “recuperación del consumo privado y de la actividad económica fue desigual. Los sectores de ingresos bajos y medios continuaron enfrentando dificultades para acceder a bienes y servicios básicos, mientras que otros segmentos pudieron beneficiarse de variaciones relativas del tipo de cambio y la inflación”.
Este escenario planteó un desafío central para la política laboral y social del país, en un contexto donde las medidas de protección y las reformas estructurales se volvieron imprescindibles.
Ampliación y precisiones de la investigación
Por otra parte y en relación al empleo registrado, el informe señaló que entre noviembre de 2023 y mayo del año actual, “el número de asalariados registrados –incluyendo públicos y privados– se redujo en 184.500 (-1,8 por ciento)”.
Además, alertó que “la caída del empleo asalariado registrado del sector privado afecta prácticamente a la totalidad de las actividades económicas, destacándose por su magnitud la pérdida en los sectores de construcción e industria”.
Mientras tanto, la tasa de desocupación también mostró un aumento significativo: “pasando del 6,9 al 7,9 por ciento, como resultado de la disminución en la tasa de empleo”, lo que implicó que “más de 250 mil personas adicionales se incorporaron a la población desocupada, que en total se estima en 1,8 millones”.
El reporte remarcó también el deterioro en la calidad de los salarios: “En junio, el salario real registrado se ubicaba 5,5 por ciento por debajo del nivel de noviembre de 2023”, mientras que “el salario público se encuentra 14,3 por ciento por debajo, afectado especialmente por el paupérrimo nivel de las remuneraciones pagadas por el Estado Nacional”.
Por último, el informe hizo hincapié en otros ingresos: “en julio y agosto de 2025, el poder de compra de la jubilación mínima fue 44,8 por ciento inferior al de noviembre de 2015”, lo cual muestra la persistencia de problemas de ingresos más allá del empleo formal.
Fuente fotografías: Facebook.com
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