
En una nueva edición del encuentro más importante del fútbol argentino los equipos de Gallardo y Alfaro no se sacaron diferencias.
La poca claridad del local y la mezquindad del visitante decretaron un pobre 0 a 0.
Luego de saberse que River y Boca se enfrentarán por las semifinales de la Copa Libertadores a principios de octubre, el encuentro en el Monumental por la Superliga iba a ser un buen parámetro de cara a lo nuevo que se viene y en un partido donde el equipo de Núñez mereció un poco más, la realidad marcó un empate que no le sirve a ninguno, pero dejó más conforme al equipo de Alfaro.
Con el habitual 4-4-2 que adoptó Gallardo en el último año, el local se plantó en terreno ajeno y con la profundidad de Nacho Fernández por derecha y Nicolás De la Cruz por izquierda, más las transiciones rápidas y el ritmo vertiginoso de Enzo Pérez y Exequiel Palacios River arrinconó a un Boca que se dedicó casi plenamente a neutralizar a su rival sin siquiera tener una situación de riesgo en los primeros 45 minutos.
Por el lado xeneize, Alfaro no se sonrojó al poner tres volantes centrales de corte defensivo en el mediocampo dejando muy aislados a Soldano y Hurtado en la delantera. Lo único a lo que atinó en la primera parte fue a tirar pelotazos y esperar que algunos de los “tanques” se fabricara alguna jugada individual o provocara alguna falta o córner para utilizar el balón parado como recurso.
Terminado el primer tiempo, River inició la segunda mitad con la misma actitud y Boca intentó salir un poco más, aunque chocó con sus propias limitaciones, propias de un equipo que fue a defenderse y llevarse un empate. Con el ingreso de Cristian Ferreira y Matías Suárez el millonario generó un poco más de peligro, pero con el correr de los minutos cayó en el embudo propuesto por Boca.
Para los últimos 20 minutos Alfaro se acordó de atacar y mandó a la cancha a Reynoso y Tévez para intentar ganarlo, pero solo arrimó peligro con un tiro libre que despejó Armani sin problemas. Un equipo ofensivo, pero carente de claridad y otro mezquino y amarrete terminaron en un pálido empate. River deberá mejorar en la construcción de juego y Boca tendrá que comportarse como un equipo grande de cara al futuro.
Qué se dijo por el lado rojiblanco
El capitán de la tropa riverplatense se refirió al planteo defensivo que pregonó Alfaro y definió que “Boca va a jugar así por respeto, que todos lo tienen. Debemos ser superiores a lo de hoy para ganar y lo vamos a hacer porque vamos a llegar mejor, con mayor frescura. Veremos cómo vuelven los seleccionados y trataremos de reagrupar a la tropa nuevamente. Simplemente eso”.
“El respeto que nos tienen los rivales se lo ganaron los jugadores y este equipo. Es función mía como entrenador y de los jugadores en lo colectivo, sobreponernos a todo tipo de planteo”, agregó el técnico multicampeón con River.
A su vez, recordó grandes producciones de su equipo y enfatizó: “Si nos juegan de igual a igual, les pasa lo que les pasó a Lanús y Racing, que son dos grandes equipos. Los rivales observan y toman nota, y ante eso vienen a jugar con nosotros como vinieron hoy. Y eso se gana con respeto”.
Qué se dijo por el lado azul y amarillo
Por su parte, el DT xeneize justificó su planteo y remarcó que “River es un equipo rodado con cinco años de trabajo, con un pico alto de confianza. Boca está tomando su dimensión con trabajo. Nosotros renovamos cada 30 días el plazo fijo; antes fue con Paranaense, ahora con Liga y con River. Mientras tratamos de consolidarnos con el equipo, de esa manera hay que ir incrementando la confianza”.
Además, admitió que les faltó ejecutar una parte del plan y siguió con su análisis: “La verdad es que fue un clásico muy intenso como pensaba que iba a serlo. Sabíamos que veníamos en una etapa de construcción contra un rival en pico alto de confianza. Las cosas que uno puede presumir o pensar, una cosa es verla en un video y distinto es vivirla en la cancha”.
Por último, valoró el esfuerzo y concluyó que “para nosotros fue muy importante el partido que jugamos, era una manera de medirnos de cara a lo que va ser en semis de Copa. En el plano futbolístico sabíamos que los arranques de River eran muy intensos por el tema de la presión, por las transiciones ofensivas. Eso lo que más nos costó, en los arranques de los dos tiempos”.
Fuente de las fotos: Olé