Número de edición 8481
Cultura

Los Palabristas de hoy y de siempre: Juan Boscán

Los Palabristas de hoy y de siempre: Juan Boscán.

Estimados lectores: gracias por acompañarnos nuevamente con su lectura a través de Diario NCO desde un sector de Los Palabristas de hoy y de siempre, revista literaria que fundé y dirijo desde el año 2001.

Por Mónica Caruso. Tapiales

carussomonica@gmail.com

La reseña biográfica de la semana es sobre Juan Boscán Almogáver o Almogávar (en catalán Joan Boscà i Almogàver) (Barcelona1487íd., 21 de septiembre de 1542).

Fue un poeta y traductor español del Renacimiento. Es conocido fundamentalmente por haber introducido la métrica italianizante (el endecasílabo y diversas estrofas como la octava rima, el terceto y el soneto)

Así como el petrarquismo en la poesía en castellano junto con Garcilaso de la Vega. Asimismo, tradujo alespañol El Cortesano de Baltasar de Castiglione.

De familia noble (Joan Valentí Boscán, oidor de cuentas y atarazanero de la Generalitat, y Violant Almogáver), tuvo dos hermanas, Violante y Leonor.

Sus antepasados eran procastellanos y apoyaron en la primera mitad del siglo XV al rey Juan II, por lo que fue llevado a la corte de los Reyes CatólicosIsabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, formando parte del séquito de este último al menos desde 1506, y allí recibió una excelente formación por parte del humanista Sículo, quien en sus obras escribió que era su discípulo más adelantado:

 Siempre te amé mucho, Boscán mío, no sólo por la nobleza de tu linaje y por el grande ingenio de que estás dotado, sino porque a ninguno he visto adornado de mayores virtudes y más dedicado al estudio excelente de las buenas letras.

En efecto, llegó a ser un diestro helenista y latinista y se rastrea en su obra la huella de HoracioVirgilioOvidioMuseo el Gramático e incluso la Ifigenia de Eurípides, que al parecer tradujo y no se ha conservado hasta hoy​ Igualmente aprendió la lengua castellana como un natural, de tal suerte, que incluso Marcelino Menéndez Pelayo notó en su prosa solo italianismos y ningún catalanismo.

 Sirvió luego en la corte del emperador Carlos V y a Fadrique Álvarez de Toledo, II.° duque de Alba, quien le encomendó ser ayo y preceptor de su nieto y sucesor en el título, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel;

por entonces compone numerosa lírica cancioneril, de la que se hace eco el malicioso bufón Francesillo de Zúñiga, y conoce en la corte a otro gran poeta amigo suyo, Diego Hurtado de Mendoza; este le dirigió una epístola en verso que Boscán contestó con otra, muy alabada por la crítica, que describe su vida equilibrada con un regusto horaciano.

En 1522 tomó parte como soldado, junto a su amigo, el caballero toledano y también poeta Garcilaso de la Vega, en el intento del prior de San Juan Diego de Toledo de liberar a la isla de Rodas del asedio otomano de Solimán el Magnífico;

así lo atestigua la mención de su nombre en el Carlo famoso (Valencia, 1566), una crónica en verso dodecasílabo de Luis Zapata de Chaves sobre los últimos años de Carlos I; pero, contrariamente a lo que se supone, Menéndez Pelayo atestigua que ni siquiera llegaron estas tropas a Rodas, cuyo cerco duró desde el 28 de julio de 1522 hasta que cayó en el poder de los turcos el 1 de enero de 1523.

Por su parte, en su Égloga II. Garcilaso lo describirá como «lleno de un sabio, honesto y dulce afecto… / un hombre perfecto en la alta parte / de la difícil arte cortesana, / maestra de la humana y dulce vida».

 En 1529 los documentos hablan de que estuvo a punto de casarse con una tal Isabel Malla; en 1532 se encuentra en la defensa de Viena.

 En 1536 muere su compañero de lanza y pluma, Garcilaso, y le dedica su soneto CXXIX:

Otros caballeros, sin embargo, tenían un concepto más nacionalista del Renacimiento, como por ejemplo Cristóbal de Castillejo, e hicieron ver amablemente su disconformidad en sátiras contra el nuevo estilo.

La novedad del endecasílabo, sin embargo, arraigó al lado del octosílabo como el verso más usado en la lírica española y desde entonces el dodecasílabo, con un ritmo machacón y menos flexible que el del endecasílabo, fue arrinconado y preterido en favor del endecasílabo cuando había que tratar temas importantes.

La poesía castellana quedó así enriquecida con nuevos versos, estrofas, temas, tonos y recursos expresivos. Además, el poema Hero y Leandro de Boscán fue el primero en tratar temas legendarios y mitológicos clásicos en la nueva métrica.

Por otra parte, su Epístola a Mendoza introduce en España el modelo de la epístola moral como un género poético imitado de Horacio, donde se expone el ideal del sabio estoico con su prudente moderación y equilibrio.

Aparte de su primera lírica cancioneril y de un amplio cancionero petrarquista en los nuevos metros italianos, Boscán demostró su dominio del castellano traduciendo Il libro del cortegiano (1528) del humanista italiano Baltasar Castiglione con el título de El Cortesano (1534) en una modélica prosa renacentista.

El ejemplar se lo había enviado Garcilaso de La vega, como cuenta en la carta nuncupatoria preliminar “A Gerónima Palova de Almogávar”, a la que sigue una del propio Garcilaso.

En 1539 abandonó la Corte y se estableció en Barcelona, donde preparó la edición de las obras de su amigo Garcilaso de la Vega junto a las suyas.

Pero, en 1542, a su vuelta de un viaje a Perpiñán en compañía de su familia y del tercer duque de Alba, enfermó gravemente y falleció en Barcelona el 21 de septiembre de 1542, dejando sin terminar la edición, por lo que su viuda, Ana Girón de Rebolledo, la acabó en Barcelona, con el título Las obras de Boscán con algunas de Garcilaso de la Vega.

Esta obra abarca cuatro libros, de los cuales los tres primeros contienen las obras de Boscán y el cuarto las de Garcilaso. En 1546, Alonso Mudarra ya había compuesto música para guitarra con letra de poemas de uno y otro, al tiempo que el poeta Juan de Quirós, maestro de Benito Arias Montano, imitaba su estilo y el inicio del poema Leandro en su Cristopatía.

Marcelino Menéndez Pelayo cuenta 21 ediciones antiguas de sus obras, pese a lo cual, afirma, no fue poeta acreditado en el siglo XIX, pues Manuel José Quintana no lo incluyó en su famosa antología, ni tampoco aparece en la no menos célebre Biblioteca de Autores Españoles.

Obras

Los cuatro libros del Cortesano, compuestos en italiano por el conde Baltasar Castellón y agora nuevamente traducidos en lengua castellana por Boscán, Barcelona, Pedro Mompezat, 1534

(El cortesano, ed. de A. M. Fabié, Madrid, Librería de los Bibliófilos, 1873; ed. de A. F. de Avilés, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, 1930; ed. de Ángel González Palencia, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso repartidas en cuatro libros, Barcelona, Carles Amorós, 20 de marzo de 1543 (no se incluyen las de Juan Boscán en Poetas líricos de los siglos XVI y XVII, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1854); Cancionero y Romancero Sagrados, Madrid,

de Enrique Díez-Canedo, Madrid, Calleja, 1917; J. Boscán, Obras, ed. de M. Artigas, San Sebastián, Biblioteca Nueva, 1936; Poesías, ed. de J. Campos, Valencia, Tipografía Moderna, 1940; Coplas, ed. de E. Nadal, Barcelona, Yunque,

1940; Martín de Riquer, Juan Boscán y su cancionero barcelonés, Barcelona, 1945; J. Boscán, Coplas, sonetos y otras poesías, ed. de M. de Montoliu, Barcelona, Montaner y Simón, 1946; Poesía, ed. de M. Fernández Nieto, Barcelona, Orbis,

1983; Las obras de Boscán de nuevo puestas al día […], ed. de Carlos Clavería, Barcelona, Promociones y Publicaciones Universitarias, Barcelona, 1993; Obras completas, ed. de Martín de RiquerAntoni Comas y Joaquín Molas, Barcelona, Facultad de Filología.

1957; J. Boscán y Garcilaso de la Vega, Obras completas, ed. de Carlos Clavería, Madrid, Turner-Biblioteca Castro, 1995; J. Boscán, Obra Completa, ed. de Carlos Clavería, Cátedra, Madrid, 1999).

Fuente: Wikipedia

 Poemas

Dulce soñar

Dulce soñar y dulce congojarme,
cuando estaba soñando que soñaba;
dulce gozar con lo que me engañaba,
si un poco más durara el engañarme.

Dulce no estar en mí, que figurarme

podía cuanto bien yo deseaba;
dulce placer, aunque me importunaba
que alguna vez llegaba a despertarme.

¡Oh sueño, cuánto más leve y sabroso
me fueras, si vinieras tan pesado,
que asentaras en mí con más reposo!

Durmiendo, en fin, fui bienaventurado,
y es justo en la mentira ser dichoso
quien siempre en la verdad fue desdichado.

 La ausencia

Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado.El verdadero y firme enamorado

está, cuando está ausente, más perdido.

Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;

hallarse de su bien tan apartadohace su desear más encendido.

No sanan las heridas en él dadas,

aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas.

Que si uno está con muchas cuchilladas,

porque huya de quien lo acuchilló,
no por eso serán mejor curadas.

 Queridos lectores espero que les haya gustado este pequeño vuelo literario.

Aquellos interesados en publicar material de su autoría en Los Palabristas de hoy y de siempre, deben enviar sus escritos como adjunto en Word a la dirección electrónica siguiente carussomonica@gmail.com. Letra Arial 12. Título de la obra, nombre apellido o seudónimo. Facebook: Revista literaria Los Palabristas de hoy y de siempre, que tengan una excelente semana. Hasta el próximo lunes.

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