El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, proclamó la necesidad de una reforma “profunda” de la Constitución, vigente desde 1985, en el final de la última dictadura, tras décadas de regímenes militares fraudulentos, y dijo que no hacerlo es “inaceptable”.
Es “inaceptable” no hacer los cambios del texto constitucional porque “significa hipotecar el desarrollo de Guatemala”, dijo Pérez, un general retirado con controvertida participación en la guerra civil guatemalteca, que se convirtió el pasado 14 de enero en el séptimo presidente electo democráticamente desde 1986 cuando los militares cedieron el poder.
Pérez, citado por la agencia noticiosa DPA, fijó su postura en un discurso en una sesión solemne en el Congreso, con motivo del 27 aniversario de la vigencia de la Carta Magna.
El interés por una reforma del Estado, a partir de los cambios en la Constitución, es compartida por sectores académicos y políticos.
“Nosotros estamos listos y dispuestos a debatir esos cambios porque creemos en la necesidad de una reforma profunda del Estado”, dijo el sociólogo Alvaro Velásquez, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
La reforma constitucional también es apoyada por los poderes Legislativo y Judicial, cuyos presidentes se pronunciaron a favor de aplicarla en sendos discursos en la sesión solemne.
Thelma Aldana, presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), incluso dijo que ya envió al Congreso un proyecto de reformas orientadas al fortalecimiento del sector Justicia y de respeto a las garantías individuales.
Entre las reformas que plantea Pérez Molina figura el fortalecimiento de las instituciones de Seguridad y Justicia para reducir la tasa de homicidios (39 por cada 100.000 habitantes) y la impunidad de los delitos contra la vida (95 por ciento).
El fortalecimiento de mecanismos de transparencia para reducir los graves índices de corrupción y de la normativa política y electoral para mejorar el sistema político, son otras medidas consideradas por el mandatario.
Entre las modificaciones en el tema político, Pérez Molina dijo que sostiene la idea de que se fije una cantidad de diputados y que ésta no varíe con el crecimiento demográfico.
Además, pretende el fortalecimiento fiscal del Estado y su capacidad para proveer bienes públicos de calidad.