Siguen las repercusiones por el escándalo en el “Jardín El Abuelito”

González Catán

Los padres exigen que se tomen medidas y que las autoridades pidan disculpas. Desde la cartera de Educación se investigará si el establecimiento está habilitado y autorizado para cobrar una cuota mensual, ya que se encontraría inscripto como una institución comunitaria.

Los padres de los alumnos del Jardín de Infantes El Abuelito de González Catán piden que se sancionen a las autoridades del establecimiento que decidieron quitarles los diplomas y medallas a los chicos cuyos padres debían cuotas, una vez que bajaban del escenario en el que los recibían.
“Fue una verdadera humillación para todos los chicos, y se merecen una disculpa”, declaró Ivana Gómez, mamá de un alumno que asistía al jardín. Además la mujer contó la fecha de pago límite era el 15 de diciembre, y que ese día el establecimiento estuvo cerrado. “El acto fue el 16 y muchos papás llevaban solo un día de atraso”, aclaró.
El video que fu registrado por uno de los padres fue publicado en el sitio web You Tube se expandió inmediatamente en las redes sociales y llegó a los medios me comunicación, por lo que las repercusiones no se hicieron esperar.
Desde la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia anunciaron que el establecimiento será sancionado y que se iniciará una investigación para establecer si el jardín está habilitado.
Según trascendió, la institución se encuentra inscripta sólo en un registro municipal y no en la Dirección provincial de Educación de Gestión Privada, por lo que no estaría autorizada a cobrar un arancel.
Los padres se organizaron y abrieron un grupo en la red social Facebook pidiendo la destitución de la directora del jardín. “No podemos dejar que ninguna persona utilice a menores en ningún sentido, es detestable y reprochable cualquier acto violento contra menores”, expresaron a través de ese medio.
Por estas horas también se avalúa si se iniciarán acciones legales contra las autoridades del establecimiento y el envío de inspectores a constatar bajo que condiciones funcionaba el jardín.
Gómez manifestó que “durante todo el año hubo problemas, porque nos sentimos maltratados y esto fue una humillación pública para los chicos y los padres”. El acto de fin de año era esperado tanto por los alumnos como por los padres, y lo que menos se esperaba era que se implemente esta metodología de presión para el pago de aranceles adeudados.
Según Ivana Gómez, cuando cuestiona la decisión de sacarle de las manos los presentes a los chicos la docente que esperaba bajo el escenario con una lista de los deudores le dijo: “vos no pagaste” exponiendo a los menores a una situación que les es ajena y deben resolver los adultos.
El desconsuelo de los nenes que se vieron despojados de sus recuerdos de su paso por el jardín fue la peor consecuencia. “Mi hijo no quería irse del lugar sin sus cosas, trate de consolarlo diciéndole que más tarde íbamos a la casa de la seño a buscar sus regalos”, relató Gómez.
Esta situación se repitió en todas las familias que atravesaron por la humillación sufrida por sus hijos en el acto de fin de año, momento que debería haber sido memorable, pero por lo grato.
Varios padres destacaron que el jardín “El Abuelito”, ubicado en la calle Cobos al 5900 en el barrio Independencia, es la única opción que tienen en la zona, en la cual no hay establecimientos públicos a menos de 40 cuadras y las instituciones que se encuentran relativamente cerca son privadas.
Las repercusiones del caso fueron tales que tanto autoridades nacionales como provinciales se refirieron al tema. “Estamos tomando cartas en el asunto y tomaremos acciones de inmediato”, declaró la ministra de Educación de la provincia, Silvina Gvirtz.
El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni repudió el hecho y manifestó: “si a un niño le ponen como un bonete diciendo que su padre es moroso, se transgrede un valor fundamental que es el de respeto al otro”. Además el funcionario expreso tener dudas acerca de si “sobre si los directivos de esa escuela están en condiciones de educar”.
En tanto la legisladora porteña María Rachid también manifestó su rotundo rechazo a lo ocurrido y anticipó que presentará un proyecto de ley en la Ciudad, que garantice la confidencialidad de la situación financiera de los padres. Esto impediría que los docentes tengan conocimiento acerca del adeudamiento de cuotas y evitaría que afecte el trato con los chicos y los padres.