Tras habérsele otorgado por parte de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas el Nº 6319, quedó formalmente constituida en el Partido de La Matanza la denominada Asociación de ex Soldados Bonaerenses que tiene sede provisoria en el Centro Cultural Pierina de Alessi ubicada en el barrio los Manzanares de la localidad de Villa Luzuriaga.
La misma, tiene a Roberto Scalice y Daniel Charubi como presidente y secretario general, respectivamente y tiene asociados a dos centenares de ex conscriptos de las clases 1953, ‘54, ‘55, ‘58 y ‘59 y la finalidad de la flamante entidad sin fines de lucro “es trabajar para conseguir armar una bolsa de trabajo, lograr una cobertura médica y todo lo que sirva para los muchos compañeros que no tienen nada” aseguró el titular de la entidad.
Luego agregó que “el objetivo de máxima que nos hemos propuesto es poder obtener una pensión de parte del gobierno nacional o provincial, pero somos conscientes que no va a ser una tarea fácil, porque no existen normativas al respecto y todo depende de la tarea y del compromiso de nuestros legisladores, ya que en su momento hubo un proyecto de ley elaborado por los diputados Juan Carlos Díaz, Juan Manuel Olmos y Juan Arturo Salim que contemplaba ese beneficio, pero lamentablemente desde 2006 -año en que fue presentado en comisión- estuvo cajoneado y en noviembre del año pasado perdió estado parlamentario”.
A su turno, Daniel Charubi explicó el porqué se determinó esa discriminación de clases puntualizando: “Son las clases que entre 1974 y 1978 estuvieron involucradas obligatoriamente en lo que en ese momento el Estado denominó ‘lucha contra la subversión’, ya que en febrero 1975 fue el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón el que emitió el decreto Nº 261/75 con la esperanza de poner fin a la violencia política imperante en ese momento nuestro país y que lejos de lograr el resultado deseado, dio inicio con ello a una de las etapas más negras de la historia de nuestro país y miles de conscriptos, desde la clase ‘53 que en ese momento estaba bajo bandera y hasta la clase ’59 fuimos empujados hacia una lucha entre hermanos en esa también llamada ‘guerra sucia’ que desde los bosques tucumanos se extendió por todo el país en cuestión de semanas”.
Seguidamente Roberto Scalice recordó que “el Servicio Militar que era de cumplimiento obligatorio y sin posibilidad de elección, nos puso en manos de siniestros personajes -muchos de ellos genocidas- y debimos padecer las mismas violaciones y maltratos que el resto de la sociedad, lo que derivó que durante ese lapso hubieran casi 200 conscriptos desaparecidos. Teníamos entre 18 y 20 años y de un momento para otro nuestras mentes pasaron del rock and roll a ser manipuladas para servir al “Proceso”, con fusil en mano, con nuestra vida en constante peligro y con mucha fatiga, no fuera cosa que nos diera por pensar”, recalcó irónicamente.
Finalmente, Scalice y Charubi coincidieron en señalar que “la idea, aparte de la contención que podamos generar a través de nuestra gestión, es reflotar ese proyecto de ley que una vez sancionado, nos otorgue el merecido reconocimiento y reparación que por derecho nos corresponde, ya que sobrevivimos porque obedecimos sometidos a la fuerza del terror y sin ninguna posibilidad de disentir”.