Geopolítica

La base militar estadounidense que se está construyendo en Tierra del Fuego representará un problema en la soberanía argentina y en las relaciones diplomáticas con la región.
Por Gabriel Brets
Gabycjs62@gmail.com
El presidente Javier Milei recibió en Ushuaia la visita de la General de la Armada estadounidense, Laura Richardson en la medianoche del viernes y oficializó la construcción de una base militar y anunció la cooperación en los asuntos geopolíticos con los norteamericanos.
La Casa Blanca justificó esta visita como “una inspección” porque tenían datos que aseguraba que la construcción de la base se estaba financiando con fondos de origen chino. Sin embargo, Estados Unidos no presentó ningún documento que avalen esta teoría y es por eso que representa un problema geopolítico para la Argentina.
En primer lugar, la ubicación estratégica en Tierra del Fuego le permitiría una colaboración directa con Gran Bretaña, un histórico aliado de los estadounidenses, en el control de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. En las últimas semanas, los británicos avanzaron en el aumento de la zona de exclusión sobre el mar argentino pero el gobierno no lo rechazó.
En segundo lugar, la carrera por el control de la Antártida, y es que la Argentina tiene una base a pocos kilómetros de Ushuaia, y a su vez cercana a la porción norteamericana. Asimismo, también funciona como una llave ya que es un nexo directo entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico a través del Canal de Beagle.
¿El fin de la neutralidad?
Argentina mantuvo una histórica posición neutral ante los diferentes conflictos bélicos del mundo. Pese a mantener relaciones diplomáticas con países que entraron en las guerras mundiales y medio oriente, siempre evitó la confrontación, principalmente por el bajo poderío naval y aeronáutico y por la inestabilidad económica que no le permitiría afrontar los costos de un enfrentamiento.
Así, la decisión de Javier Milei de alinearse (y someterse) a Estados Unidos representa un involucramiento directo en el apoyo a Israel que masacra al pueblo palestino en la Franja de Gaza, y enfrentar a Rusia, principal socio comercial de Argentina durante la pandemia de COVID-19 con la compra de las vacunas Sputnik-V.
El abogado y excandidato a presidente, Cesar Biondini afirmó que “este pacto y la entrega de Tierra del Fuego se sustenta en una defensa del Occidente anglosajón. Por eso, la construcción de la base y centro de operaciones que será la llave de la OTAN a la Antártida, y la región sur del continente”. Además, no descartó más medidas que acompañen este pacto.
En los últimos años, Estados Unidos estuvo involucrado en el intento de derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro y el golpe a Evo Morales en Bolivia. Estás acciones se sustentan en los recursos que poseen ambos países: Venezuela ostenta ser uno de los mayores poseedores de petróleo del mundo, mientras que Bolivia tiene, junto con Argentina, una gran cantidad de reservas de Litio.
Rechazo categórico
Las autoridades fueguinas cuestionaron la construcción de esta base en el Sur. Por su parte, Agustín Rossi afirmó que “junto con Jorge Taiana habíamos realizado los estudios preliminares para la construcción de un puerto austral que era un anhelo de las Fuerzas Armadas desde hace más 15 años”.
Asimismo, en un acto que se realizó en Aeroparque, se anunció que Estados Unidos le donó a la Argentina un avión Hércules y Milei manifestó que la alianza con los norteamericanos “es una declaración para el mundo”. Los diferentes dirigentes que se encontraban en el lugar calificaron de “delirio y cipayada” lo que proponía el presidente.
Finalmente, los legisladores coincidieron y advirtieron que cualquier intento de operación e instauración de una base extranjera en territorio argentino debería pasar y ser aprobado por el Congreso. Lo cierto, es que todos coinciden que se trata de un golpe a la soberanía política y económica nacional.
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