Simón Bastos, presidente de Alumni, desarrolló las medidas que tuvo que tomar la gente del club para llegar a las autoridades gubernamentales y, así, poder recuperar el predio deportivo.
Por Carolina Ramírez
Luego de que Simón Bastos y los vecinos volvieran al club, se organizaron para poner en marcha las actividades. “Ya había un grupo de personas que habían tomado el mando del club y yo les dije ‘los ayudo con la parte social, yo organizo toda la parte del fútbol que es lo que me apasiona y ustedes encárguense de esta gente, de la parte judicial’, afirmó el directivo.
Para llevar a cabo el plan de recuperar el club, según Bastos, recibieron ayuda de la agrupación política y sindical Corriente Clasista y Combativa (C.C.C). En este contexto, el presidente aseguró: “Pasó un año de todo esto y de repente nos desalojan y ahí es donde tomo conciencia de dónde estábamos. Entramos a averiguar, la C.C.C nos había puesto un abogado”.
Previo al desalojo, conforme a lo expresado por el dirigente, habían llegado al trato de que los vecinos le comprarían el club a Nancy Ortiz y su familia. “Fue una cosa hermosa, algunos vecinos, chicos que habían sido parte del club hace 20 años, hoy padres, ofreciendo su auto o su propiedad para liquidar y comprarle los terrenos a esta gente”, recordó el representante.
Sin embargo, Bastos sostuvo: “Ponen precio, pero nos desalojan, en ese desalojo quedamos en que nadie entraba. Ni nosotros, ni ellos y bueno, lo habían puesto en una inmobiliaria y justo cuando estamos viendo eso cae la pandemia”. El presidente de Alumni denunció que “esta mujer, como vive al lado, hace una puerta por el lado de la cancha y accede alos vestuarios, a la sede y nos roba absolutamente todo”.
“Transcurrimos la pandemia, empieza a abrir un poquito y empiezan los campeonatos de nuevo. A esa altura teníamos el equipo de los chicos conformados y empezamos a entrenar afuera y ella pone ‘Alquiler de cancha’ en carteles. Nosotros estábamos jugando en la tierra con los chicos, armando una cancha con medias sombras, todo un trabajo terrible. Entonces decidimos alquilarle la cancha y no salir más”, reconoció Bastos.
Movilizaciones y pedidos de ayuda
Luego de tomar el club, comenzaron a manifestarse y a encontrar aliados. “Buscamos apoyo, organizaciones sociales como Barrios de Pie, Uniendo Barrios. La C.C.C nos había largado la mano. Cuando se acercaba el próximo desalojo, buscamos apoyo en las Organizaciones Sociales”, detalló el delegado.
A su vez, el presidente recordó: “Lo primero que hicimos fue el corte en la Puta 3, jamás en mi vida me había imaginado una situación así, ya que siempre protesté contra esas acciones. Cortamos la ruta 3, varias veces y después fuimos al municipio.”
En esta misma línea, Bastos explicó que en primer lugar fueron a la fiscalía y desde allí a la municipalidad, donde los atendió el Subsecretario General de Gobierno, Mario Barresi. “Es como que nos empezaron a prestar atención”, aseguró el dirigente.
Seguidamente, enviaron escritos a la Cámara de Diputados, a la vicegobernadora, Verónica Magario, y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Este último, según relató Bastos, se comunicó con Sergio Berni, el entonces ministro de Seguridad, para averiguar qué estaba sucediendo en el club y enviaron a un joven que trabajaba en el ministerio, el cual se reunió con los vecinos para estar al tanto de la situación.
“Él organiza o pide una reunión con Mario Barresi, subsecretario del gobierno, con el secretario del municipio, dos abogados de la señora Magario, la señora Liliana Pinto, directora del consejo deliberante. De nuestra parte, estuve yo, Jorge Ocampo que es el referente de Uniendo Barrios, Adrián Paz del Colectivo Matancero, Norma Calderón de Barrios de Pie. Fue una reunión grande a donde sí sentimos que el municipio nos había escuchado”, exclamó Bastos.
Sin embargo, el dirigente del club no pasó por alto que, para llegar a las reuniones, cortaron la avenida 9 de Julio y se acercaron a la Casa Rosada. “Pusimos las banderas y todo, y ahí se apersonó la policía metropolitana y, nos preguntaron con quién podíamos hablar y dijimos ‘con el secretario de deportes, el señor Lammens’. Desde ahí marchamos a casa de Gobierno, fuimos todos, y le entregamos un escrito a nuestro presidente Alberto Fernández”, aseguró el representante.
Los últimos pasos
Posteriormente, de acuerdo con lo que relató Bastos, se reunieron con las organizaciones sociales y el secretario de Deporte de la provincia los recibió en el Estadio único y luego los visitó en el predio del ubicado en González Catán. “Es como que sentimos como que se habían concientizado lo que realmente había pasado con el club”, enfatizó el dirigente de Alumni.
A su vez, el presidente narró: “El club venía creciendo de una manera, a pasos agigantados por la cuestión de la vida social, porque ya a esta altura teníamos futbol de chicos, como ocho categorías los domingos, siete categorías los sábados, futsal con 7 categorías mayores y futsal mujeres”.
Finalmente, el director, manifestó que el Municipio declaró al club de Interés Municipal y, luego de varios trámites, se presentó y salió la Ley de Expropiación del Club Social y Deportivo Alumni. “Ahora estamos esperando que nuestro Gobernador haga efectiva la compra y ya el club termine comprado. El municipio lo compra, para que no pasen estas cosas que pasamos, y lo cede al club. Estamos esperando este último paso”.
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