La ex jefa del Departamento del Hospital Posadas pasó por los micrófonos de Haciendo Radio y contó la difícil situación que le toca atravesar luego de haber sido suspendida de sus funciones. Habló de “un clima hostil y de persecución”.
Durante el último año con el cambio de autoridades en el Hospital Alejandro Posadas, se dio una dinámica complicada en la que fueron despedidos muchos trabajadores y se suscitaron marchas y reclamos de las personas afectadas.
Gisela Mannoia fue una de las profesionales que puso la cara por los compañeros que perdieron sus puestos de trabajo y contó que en la actualidad está teniendo problemas por tener estos actos de solidaridad con sus colegas.
Mannoia, que actualmente se encuentra suspendida de sus funciones, le explicó a Oscar Pettinato en “Haciendo Radio”, el programa de Diario NCO (lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por AM 850) que “estamos en presencia del vaciamiento del Hospital Posadas. Es muy triste, da mucha impotencia ver como los compañeros se siguen sometiendo. Si todos saliéramos a denunciar, no se le haría tan fácil a ellos. Pero bueno, la gente tiene miedo”.
Luego contó detalles de cómo se dio la cesación de sus funciones por defender a sus compañeros que habían sido despedidos. “Mi suspensión empezó cuando hice una denuncia en la Fiscalía de Morón porque gente de seguridad (del hospital) me amenazó y agredió físicamente. Después me sacan del servicio de psiquiatría y me mandan a la guardia, donde se me hace difícil atenderlos porque siempre está colapsada”, comenzó la entrevistada.
“Le planteé esta cuestión a la jefa del departamento. Tuve una discusión con ella, porque la responsabilizo de encubrir varios despidos de compañeros y a los pocos días me suspenden”, complementó Mannoia. Asimismo, agregó que actualmente sigue suspendida y no sabe si podrá volver a trabajar en el hospital en el corto tiempo.
“Todo sigue igual, un clima hostil, de persecución. La gente tiene mucho miedo. A los directivos les molesta que haga estas declaraciones. Es una persecución y represalia por defender a mis compañeros”, reveló la entrevistada acerca de las decisiones que se tomaron en contra de su persona. Es preciso destacar, que ella impulsó a través de una carta una asamblea de solidaridad y coordinación en las inmediaciones del hospital hace pocos días.
“Se acerca diciembre y no sabemos lo que va a pasar con los contratos. Tengamos en cuenta que más de la mitad de los trabajadores del hospital tiene contratos precarizados, que duran doce meses y se renuevan al finalizar cada año”, concluyó la entrevistada.
Un conflicto de larga data
En el último año, la seguidilla de despidos que ya venía sacudiendo a empleados administrativos, enfermeros, personal de limpieza, vigilancia y técnicos del Hospital Posadas, golpeó de lleno a los médicos. Según denunciaron profesionales y gremios, más de 40 especialistas recibieron telegramas de despido. Esto se sumó a los casi 700 despidos que ya había tenido el nosocomio.
Entre los desvinculados hubo cuatro clínicos, cuatro psiquiatras, tres obstetras, tres cirujanos cardiovasculares infantiles, tres especialistas en Hemodinamia, dos neurocirujanos, dos patólogos, un traumatólogo especialista en Columna, un cardiólogo infantil, un otorrino, un neumólogo, un reumatólogo y una pediatra.
El estado de situación del hospital es alarmante, ya que es uno de los hospitales nacionales más grandes del país, es de alta complejidad y por su trabajo en red, atiende a millones de pacientes y ante los reiterados conflictos se produce una merma en la calidad de la atención. Es preciso destacar que, junto a la educación, la salud pública ha sido otro de los sectores que sufrió severos recortes económicos de cara al presupuesto del año 2019.
Con 60 años de existencia, se convirtió en uno de los centros de salud más importantes de la Argentina, pero en la actualidad es un “paciente” que se encuentra en estado crítico por la falta de presupuesto y profesionales. La situación se va agravando cada vez más y parece lejano que pueda mejorar en el corto tiempo.