Estimados lectores
Gracias por acompañarnos nuevamente con su lectura a través de NCO desde un sector de Los Palabristas de hoy y de siempre. Revista literaria que fundé y dirijo desde el año 2001. La reseña biográfica de la semana es sobre Efraín Huerta (18 de junio de 1914 Silao, Guanajuato – 3 de febrero de 1982 Ciudad de México, México) fue un poeta y periodista mexicano. Nacido y criado en el estado de Guanajuato, se mudó a la capital de México para iniciar su carrera en el arte. Incapaz de ingresar a la Academia de San Carlos, entró a la Escuela Nacional Preparatoria, donde conoció a diversos escritores como Rafael Solana, Carmen Toscano y Octavio Paz.
![Efraín Huerta](https://diarionco.net/wp-content/uploads/2017/06/PALABRISTAS.-3.jpg)
Por: Mónica Caruso. Tapiales
monicaacaruso@hotmail.com
Se dedicó a escribir poesía desde una edad temprana, aunque inicialmente pretendía recibirse como abogado; no obstante, cuando se publicó su primer libro de poesía, se dedicó a la escritura completamente. Como poeta, Huerta, publicó con frecuencia desde 1930 hasta 1980; por otro lado, como periodista colaboró con alrededor de veinte periódicos y revistas, algunos bajo su nombre y otros bajo sus seudónimos. Como comunista fue políticamente activo, y fuerte partidario de Stalin, su ideología permeaba en su obra. Por otro lado, fue parte del Taller Generación de Poetas Mexicanos, a pesar de que su estilo era distinto al de los otros integrantes del grupo. Cerca del término de su carrera, su trabajo se desarrolló, en un estilo bastante coloquial, incluyendo que éste, se concentrara en la Ciudad de México, así, creó una nueva tendencia llamada “Poemínino”.
Desde sus primeras publicaciones en la primaria en la ciudad de León, Guanajuato, firmó como Efraín Huerta, por influencia de sus hermanos mayores quienes le decían que Efraín era mucho más eufónico que Efrén, con su hermano Rogaciano, quien prefería llamarse Roberto, se cambiaron legalmente de nombre en la adolescencia.
Huerta comenzó tarde la educación primaria en León, y fue a la secundaria en Querétaro (Colegio Civil del Estado), para después ingresar a la Academia de Bellas Artes. Durante su juventud, tuvo diferentes trabajos que incluían dibujar posters publicitarios. En su tiempo libre, era un apasionado jugador de fútbol, por lo que más tarde se convirtió en un fan del equipo mexicano Ciudad Atlante, del que nunca se perdió un partido. Efraín, tenía un gran interés por el dibujo y quiso ingresar a la Academia de San Carlos, sin embargo, fue rechazado por que debía materias. En su lugar, entró a la Preparatoria Nacional en 1931, donde estudió bajo la tutela de Julio Torri y Agustín Loera y Chávez; también entabló amistad con Rafael Solana y Carmen Toscano. Ahí, de igual manera conoció a Octavio Paz. Paz y Huerta forjaron una estrecha amistad durante sus juventudes, al compartir intereses sociales, políticos y literarios; no obstante, en la edad adulta se separaron al divergir sus opiniones políticas.
En 1941, se casó con su primera esposa, Mireya Bravo Munguía, destacada feminista, a la cual conoció una década antes. Octavio Paz fue el padrino de bodas. Mireya, aparece en su poesía bajo el nombre de “Andrea de Plata”. La pareja tuvo tres hijos: Andrea Huerta Bravo (1943), Eugenia Huerta Bravo (1945) y David Huerta Bravo (1949). Huerta fue un padre dedicado, aunque de acuerdo con el testimonio de sus hijas, no era fiel a su madre. Su hijo David, también se convirtió en un crítico y poeta, con un estilo muy diferente al de su padre. Huerta se casó por segunda vez en 1958 con Thelma Nava, destacada poeta. Con ella, tuvo dos hijas más: Thelma Huerta Nava (1959) y Raquel Huerta Nava (1963). Quien es una destacada escritora e investigadora en historia. Con ellas, vivió en Polanco y recorrió ciudades como Morelia, Guanajuato y Querétaro buscando artesanías mexicanas.
En 1973, Efraín Huerta fue diagnosticado con cáncer de laringe; removieron el órgano y así logró sobrevivir al cáncer, que lo dejó sin voz, haciendo necesario que tomara rehabilitación foniátrica con la Dra.