Número de edición 8481
Cultura

Pequeño dossier sobre el libro ‘Picado contrapicado’ de Rolando Revagliatti

El poema aun así de ser melancolía
El poema aun así de ser melancolía

Prólogo de Rodolfo García L. para eventual nueva edición de “Picado contrapicado”

Cuando las palabras saben desplazarse

Toda escritura es susceptible de generar movimiento, de ser consciente de ese movimiento que da una imagen para quien lee. La palabra se dibuja, se significa y se apodera del siguiente acto de quien hace de lector, que siempre es leído, que se hace otra lectura. El juego siempre es necesario y refresca el sentido de los roles, en este caso, el del poeta.

Nos encontramos con un eje transversal, el intertexto con películas vitales del cine o al menos, esenciales para la lente escritural del argentino Rolando Revagliatti. Hablar de cada película y su correspondiente sinestesia evocada en grafías, hechas letras y más allá, palabras, podría colocar un extenso ensayo que sería nutricio más bien para los catálogos de los historiadores de la literatura poética y en este caso, argentina. Pero sí puedo hablar de algo, una columna vertebral entregada a los ritmos y sensaciones de las imágenes expresadas dentro de un film y que de cierta manera comparte quien bate la pluma, y por eso hace y nacen los poemas. Las fulguraciones de la metáfora, construidas a partir de metonimias y anáforas sólo quieren ser ligera bofetada y comunión lectora con ese otro, lector, que quizá no soy yo, del mundo fílmico. ¿Qué hay que ganar? La sutil provocación, el placer del texto que habla Barthes y por ende cruzar con el primero –poema- para alimentarse con el segundo -filme.

“No todo compañerita es correr.”  

Y así llegamos a la sombra de “Forrest Gump” y a la ilogicidad de la metáfora, un film de imágenes presurosas, cuyo encanto es la quietud del recuerdo, igual que en cualquier poema. Porque eso es la vida, una metáfora que nos cimbra y que por su desproporción no nos sirva de mucho (“Mr. and Mrs. Bridge”).

A riesgo del mundo real, está el poema, a riesgo de la pluma de quien escribe y a riesgo del filme que nos convoca.

“En un día no cabe
más que el hoy
que es mañana

En un día no cabe
más que
enamorarte.”

El poema aun así de ser melancolía, es un canto y cierra con un prestante homenaje al filme dirigido por Michael Radford, “El Cartero”, porque “metáfora que voló, nació”. Y en este libro sabe dejar las metáforas deslizarse en la caída, que también es vuelo, en su vuelo que significa caída, pero permite darle un nuevo impulso al sentido prometeico de quien encadenado libre se esconde o libera dentro de la pluma. Un libro para agradecer mientras las nubes dibujan epígrafes en la lente de todas las ciudades invisibles que son una sola realidad y le temen al que sabe manejar la palabra.

RODOLFO GARCÍA L.
Septiembre 2009, Colombia

Texto de Delfina Acosta a partir del poemario “Picado contrapicado”.

SIN RED ABAJO

Las sirenas cantan en el lado del mar que les corresponde, los albatros van dejando su reguero de sangre sobre la arena, los marineros querrían cantar los nombres de sus amantes junto a las escotillas del barco, pero no les nace sino una exhalación de humo de cigarrillo. Rolando Revagliatti, poeta de la Argentina, canta. Y a veces maldice, pero como entre lágrimas que queman. Y hace bien en maldecir. La maldición es hermosa y hace falta escupirla cuando el pus del mundo recorre las vértebras del hombre cansado.

Hallo en la poesía de Rolando una enorme necesidad de ponerse al lado de la mujer que entrega su cuerpo por una mentira de amor, unas ganas irrenunciables de molestar, de atormentar al amor mismo, con todas las sílabas y todas las letras, para que termine hablando, confesando, vomitando su verdad. Dirá entonces, ante tanta insistencia del poeta, el amor, su historia. Y esa historia puede parecernos a nosotros, los lectores, tan malacostumbrados al molde de la poesía tradicional, un susto, un suspenso en el aire, una copa de cristal caído en el suelo. Los poemas encuentran una manera especial de expresión en los versos del autor. Su niñez corretea, a veces, por sus líneas. El sexo es en sus páginas un panal de abejas donde la miel es elaborada durante noches y días, por unos insectos que se aprestan, llenos de vida, a llenar de dulzura la colmena. Si dijéramos los poetas: “Éste es el arco, y allá está la hondonada donde crecen los lirios del valle. Que no tiemble el pulso al disparar la flecha. Hay que dar en el blanco de la poesía”; si dijéramos esas palabras los poetas, seríamos pequeños dioses. Rolando Revagliatti dispara sus flechas. Y la poesía sale de él alevosa, aunque rica en invención. Cuando la poesía es inventar, hay versificadores que inventan mal, o no inventan nada. Entonces ocurre que Revagliatti, sin saberlo, acaso, va dispersando sobre la mesa las diversas monedas de su tesoro. Tiene un poco de tristeza, mucho de ironía, bastantes monedas de cansancio de este mundo ancho y ajeno, siete monedas de novedad, más diez monedas para sorprender al lector. Y arma con sus versos, un acto digno de un trapecista perfecto, hermoso, angelical. Claro que no hay red abajo.

DELFINA ACOSTA
Asunción, Paraguay, octubre 2008

Rolando Revagliatti, una noche en la que ella caminaba…
En el escenario de todas las personas, Revagliatti culmina su entusiasmo, con una mirada exacta al cruzar la calle y al doblar la esquina. Despierta de un barullo echado en la banqueta y sale de cada puerta giratoria, contando los segundos para regresar a sus dominios. Él es, detrás de cada inmensa minoría, todas las personas de su intensa búsqueda y su continua partida con la sombra, con la muerte, con la lluvia.
En esta selección de sus encuentros, pone al cine a decantarse en las palabras.

Texto de Luis Dellamary presentando una selección de poemas del libro “Picado Contrapicado” para www.laotrapoesia.com
*
Breves comentarios sobre ‘Picado contrapicado’.

Osvaldo Guevara: “Vuelve usted a exhibir su irreverencia de visión y de lenguaje. Lo coloquial pugna en sus poemas por alcanzar categoría poética, con arranques surrealistas, destellos de angustia existencial y de protesta. Creo que buena parte de la poesía actual, por no decir contemporánea, se afana en similar intento de desacralizar la realidad para asumir sin retórica su desnuda impiedad. Pienso que todos persistimos en parecidos propósitos de liberación en la vida y la palabra. P. D.: Por ser cinéfilo hasta la adicción, pude abordar también desde esa perspectiva su filmografía lírica.”

Mempo Giardinelli: “Numerosos poemas me han parecido hallazgos por demás interesantes.”

Mariano García Izquierdo: “Tu poesía me atrae en su ruptura no forzada del discurso poético.”

Javier Galarza: “El tratamiento del lenguaje, ritmo y tono personal y clausura del lugar común me parecen encomiables.”

Cristina Pizarro: “Me asombró muchísimo por su lenguaje desestructurante.”
*
Muestra poética:
“L’ ete prochain”

No te amo
no se me esfuma la vida en este último abrazo
no temo no temeré
no mando
no caemos de una cama
no te recuerdo no disputo
no sondeo mi aburrimiento
no tengo frío
no temería no temí
no vacilás ante mis desaires ni ante mi influencia
no soy un canalla
ni un imbécil.

“L’ ete prochain” (“El próximo verano”), film dirigido por Nadine Trintignant.
“Defense de savoir”

Orbitamos alrededor del muerto
algunos orbitamos próximos a él
algunos otros orbitamos también
próximos, pero con asco

Orbitamos llenos con nada
irritando, seduciendo

y bastante necesarios

Al muerto algunos
hasta lo matamos.

“Defense de savoir” (“Prohibido saber”), film dirigido por Nadine Trintignant.

“Circulez a rien a voir”

Dar con mis huesos en la cárcel de esa mujer

Dar con mis huesos sospechantes de irreductible
policía en la cárcel de esa mujer

Dar con esa mujer
que es la cárcel

Dar con esa calle
que es esa mujer

Morada esa cárcel
para un policía.

“Circulez a rien a voir” [“No me rompas (por favor)”], film dirigido por Patrice Leconte.

“Tango”

Calígrafo de los cielos
revoltoso en los cielos y en las tierras
no somos todos como tú
yo por ejemplo no soy un cornudo expeditivo como tú
ni entre paréntesis como tú un diligente eventual embarazador

Enfurezco sin clase, impresionable, zonzo
ante las vulnerantes apariciones de mi adúltera

Con fea letra yo escribo que aún la amo.

“Tango” (“La maté porque era mía”), film dirigido por Patrice Leconte.

“Le mari de la coiffeuse”

Cómo me exponía, cómo es que me exponía
cómo no exponerme, cómo contradecirme
cómo no manifestarme deseoso de mi prematuro enlace
con la redonda alsaciana

Catatónico
afloro apuntalando a la alsaciana

Alsacianas mis peluqueras
danzando lo árabe con mis alsacianas sucesivas
pompones de lana de mi malla de lana
testículos de la ardorosa malla de mamá
huelen a vainilla

Fugando mis alsacianas
a por barbitúricos, a por yogur
improviso arabescos y crucigramas

así, diáfano

esperanzado.

“Le mari de la coiffeuse” (“El marido de la peluquera”), film dirigido por Patrice Leconte.

“Sweet dreams”

Alguien tiene que serlo
tiene que serlo y que bailar ya mismo

Alguien tiene que hacerlo, aunque nunca lo haga
Alguien tiene que destartalar la inercia
Alguien tiene que reconocerse sediento

Alguien tiene que lograr asimilarse a sus sueños
Alguien tiene que atisbar sus verdaderas rosas amarillas
Alguien tiene que merecer sus rosas amarillas

Alguien tiene que anidar en los brazos de mi nena
Alguien tiene que atreverse a necesitarme más que a nada en el mundo
Alguien tiene que poder alegrarme bajo la luna azul de Kentucky

Alguien tiene que grabar mi tema “Alguien
tiene mucho que vivir a mi lado”.

“Sweet dreams” (“Dulces sueños”), film dirigido por Karel Reisz.

“Everybody wins”

Ella me perseguía en mi espejo retrovisor
para convertirme en su provisorio hombre muerto

Circulo ya husmeando en ella
sus pistas, móviles e inclinaciones

II

Yéndome estoy por fin con mi canción
a otro encuentro azaroso en un espejo de mi auto
otro lindo rico tierno
bluf.

“Everybody wins” (“Cada cual a su juego”), film dirigido por Karel Reisz.

“Trust”

I

No he sido
no he sido el más amado
no he sido el más amado de nadie nunca
no he sido el más amado de nadie

II

Más me vale que mi gran papi
aún no haya vuelto de su guerra de Corea:
la minita que me traje a casa, mientras
no es desalojada de los vestidos
de mi pequeña mami.

“Trust” (“Confía en mí”), film dirigido por Hal Hartley.

“Beltenebros”

¿Por qué se traiciona?
¿Y los cazadores?

Un nuevo traidor
es el alcanzado
por el viejo equilibrio.

“Beltenebros”, film dirigido por Pilar Miró.

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