San Justo: Los destinos de Fernando

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Por Prof. Joaquín G. Puebla

“Qué nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál debe ser su destino”. Proverbio árabe

El Intendente matancero, Fernando Espinoza ha sido tentado por el destino y a su mano se entrego, pero en ese destino se incluye, de alguna manera, el destino de todo el oficialismo matancero. Cuando habló del oficialismo no me refiero únicamente al peronismo, sino a toda la estructura política en directa relación con el municipio.

Vayamos por partes y aclaremos. No todos los empleados municipales son peronistas, pero la mayoría son oficialistas; antes lo eran de Héctor, después fueron de Alberto y ahora lo son de Fernando. Ni hablar que todos fueron oficialistas de Federico (al que casi todos traicionaron).

Fernando dicen que se va, para acá, para allá; él sabrá y no quiere contarlo, no sabrá y quisiera contarlo, se quisiera ir pero no encuentra dónde, son todas las posibilidades y sobre cada una de ellas hay especulaciones.

Hay una gran duda y eso genera mucha especulación, todos los días los periodistas nos vemos sometidos a velados interrogatorios sobre qué nos enteramos, si en un acto saludamos al Intendente, nos vemos acosados por una nube de oficialistas preocupados por algún posible comentario del mandamás al oído experto de la prensa.
Los oficialistas están preocupados, principalmente por ellos, todavía no saben si tienen que ir a rendirles honores a Verónica y sus acólitos. No quieren ser los últimos en ir, anticiparse a los tiempos, temen que de ir, Fernando lo tome como un desaire y los deje afuera de su consideración futura.
A los destinos de Fernando, también están ligados algunos personajes, que si bien no militan políticamente, militan en la “generación de ganancias” y la preocupación de estos es más seria, porque tienen que ver con el reparto de los dividendos. Con esto no insinúo que un peso de estos mal habidos dinerillos vaya al bolsillo de Fernando, me consta que no; pero si van a parar a los bolsillos de algunos acólitos inescrupulosos que, a cambios de esas dadivas, ofrecen protección políticas a los desmanejos que hacen algunos. Sino miremos con un ojo (por si miramos con dos nos puede dar un soponcio) las joyitas de bromatología y obras particulares.

Los destinos de Fernando son complejos y creo, que cómo dirigente político, todavía no llego a su techo, porque con la gestión matancera y sus virtudes personales, puede aspirar a cualquier cosa.

Los oficialistas le atribuyen, en público, virtudes casi milagrosas pero en privado te dicen: “Si Fernando llegó a dónde llegó fue porque Alberto le abrió las puertas; sino fuese por Alberto él no sería nada”, otros sostienen que: “Fernando sabe rosquear bien, se sabe vender, esta cosechando todo lo que sembró Alberto”.

Pueden coincidir ó no con estos conceptos, pero creo que desde el inicio están mal formulados porque Fernando Espinoza se construyó su camino en base a una virtud muy valorada en la política, dado que pocos la poseen; Fernando fue leal, es leal y será leal a su conducción. Eso abre puertas de palacios muchachos.

Los destinos de Fernando, por ahora, son secretos, un murmullos de coincidencias puede ser que estén marcando un camino pero sólo él sabe hacia dónde va ese camino.