enviada especial
Zambayonny, escritor de “Biografía de un superhéroe” y cantautor de temas que “tienen muchas malas palabras”, pasó por el Filba Nacional dando cuenta de ese cruce entre disciplinas que el primer festival nacional literario del país propuso repensar en Bahía Blanca.
“El humor te salva de todo y el delirio te permite no tener ningún tipo de límites” en lo creativo, dice a Télam Zambayonny, autor de la novela editada por Marea -que tendrá su saga a mitad de este año- y de una media docena de discos que al principio difundió por Internet -“El zamba”, “Salita negra” y “Milanesa de pija” entre otros- que lo llevaron por varias provincias.
“Lo que pasa con el delirio es que te permite no tener ningún tipo de límites, porque el realismo que quieras entra en este tipo de escrituras y a mí me divierte mucho más, es una forma de mirar las cosas, una filosofía”, asegura.
Zambayonny es un nombre que viene de un chiste interno, hasta que a un periodista se le ocurrió interpretar que era por el sambayón, “yo conocía el postre pero no cómo se hacía, y bueno…lo fundamentó la gente”, se ríe.
El compositor llegó a Bahía Blanca unos días antes del festival porque es de acá -dice-, “del barrio universitario, el enemigo de Villa Mitre, el clásico contra Olimpo” y vive hace cuatro años en Buenos Aires. Se fue para tocar durante un mes y eso se extendió un año, después se quedó; pero nació en Capital Federal, explica, el tema es que se instaló con su familia “más o menos a los ocho años” en esta ciudad.
“El Filba Nacional me parece un justo reconocimiento porque del 90 en adelante hubo un cambio de mentalidad y de generación tremendo con el inicio de las FM y centros culturales que generaron un montón de poetas, escritores y músicos de mucha trascendencia -consigna-. Está bien, pasaron 22 años y eso se empieza a notar”.
A su entender, “nadie que no esté dentro de la literatura está al tanto del mundo de la literatura, no es una cosa masiva.
Los que están detrás de quiénes son los que surgen son pocos. La música sin duda va por otros carriles pero los que están dentro de este ambiente de poesía y de prosa tienen muy en cuenta lo de Bahía Blanca, lo saben”, afirma.
“Igual no estoy seguro de que todo el mundo sepa de qué lugar es cada cantante, o sea, pasó en los 80 con Rosario. La única ciudad que se antepuso a la obra fue en esa época con Fito, Baglietto, Fandermole… excepto lo de Rodrigo -repasa-, que hizo realmente pie en Buenos Aires con 12 Luna Park desde el interior directo, sin escala”.
Es en el marco de este festival literario que Zambayonny presentó algunas de sus canciones -“Whisky de dios” y la ácida “Retiro voluntario”- en el Teatro Municipal de Bahía Blanca, y otras más cuando lo vio casi lleno, donde anticipó que “Biografía de un súper héroe” tendrá una segunda parte también ilustrada por el dibujante Daniel Caporaletti.
“Hay algo que ojalá se defina en la parte dos”, dice a Télam sobre el nuevo libro que está trabajando, donde continuará las aventuras del Karmelo Restelli, un personaje que surgió como un desprendimiento de sus blogs.
Las primeras 40 páginas de “Biografía de un superhéroe” salieron de ese formato virtual, donde “un tipo contaba su vida por capítulos y por eso el libro es como ir leyendo revistitas”, señala.
La edición de ese trabajo, asegura, “fue la parte más pesada.
A mí me dan ganas de corregir todo y, ahora, si agarrara de vuelta el libro, me pasaría lo mismo, pero tenés que abandonarlo en algún momento. Con las canciones también me pasa, pero si querés, en vivo las vas cambiando un poco”.
“Desde chico escribí canciones, novelas y cuentos, incluso fuera del humor que es un lugar donde me siento muy cómodo, y este libro es una mezcla de todo eso, no es que estás a las carcajadas todo el tiempo, hay partes muy emotivas”, afirma.
Karmelo Restelli, uno de los personajes, tiene un ingenuidad y buena fe continuas que lo hacen parecer un niño, usa el “sombrero de sentirse bien”, se mete en un villa de narcos armados buscando una fiesta… pero esa espontaneidad también lo salva.
“La clave del personaje es huir para adelante, cuando hay un problema en lugar de esquivarlo lo enfrenta, escapando pero para adelante -señala Zambayonny-. A veces se lastima, sí, pero después le empieza a ir bien”.
Y con él está el uruguayo Morressi, un superhéroe real que se exilió hace años en Inglaterra, cuyo problema no son sus poderes, “tiene otra lucha: el alcohol y recuperar una hija, que es la base del libro”, replica.
“Es mucho más rico escribir sobre un tipo al que le pasan cosas malas -reflexiona el autor-. El tipo que le va perfecto no tiene tanto material para dar como al que le va mal, que está buscando algo y encima tiene conflicto consigo mismo, aparte es más divertido y, básicamente, un lugar conocido”, se ríe.
De ahí se desprenden el humor y el lenguaje, que “permiten quitarle a las cosas la formalidad que muchos creen que tienen que tener las cosas haciendo que no se pueda avanzar con ninguna idea extraña fuera de eso”.
Un lenguaje que, por necesidad, debe ir detrás de la trama, “necesito que corra, que sea natural, no puedo anteponerlo a lo que va a pasar, es al revés, el hecho es el que mueve al lector”.
“Lo que planteo directamente es un lenguaje y una temática totalmente libres, eso me permite escribir cualquier cosa de cualquier manera, de hecho es lo que hago”, concluye.