Yoni Yonki. El músico emergente continúa con la presentación de su disco de estudio y se prepara para concretar sus próximos proyectos.
Por Florencia Belén Mogno
La escena musical actual se caracteriza por su apertura a la exploración, donde las etiquetas tradicionales pierden fuerza frente a la autenticidad de los procesos creativos. En este aspecto, los proyectos nacen y crecen a partir de búsquedas personales profundas, pero también de construcciones colectivas en las que las vivencias compartidas y los lazos de amistad funcionan como cimientos imprescindibles.
En ese sentido, se destaca el hecho de que la versatilidad de géneros, las fusiones de estilos y los procesos colaborativos son cada vez más frecuentes entre los músicos emergentes, quienes disuelven las fronteras estilísticas para así dar lugar a propuestas honestas y emotivas. De esta manera, los discos ya no solo narran historias individuales, sino que también condensan múltiples voces, trayectorias y sensibilidades.
Desde sus orígenes, el arte funcionó como un refugio y también como un espacio de discusión para quienes cuestionaron las reglas sociales.
A lo largo del tiempo, distintos movimientos culturales buscaron incomodar, provocar debates y romper con las estéticas tradicionales, ampliando así los límites de lo que se entiende como expresión artística.
En este proceso, surgieron propuestas que dejaron de priorizar lo “bello” para enfocarse en lo disruptivo y lo provocador. El arte contemporáneo empezó a incluir temáticas que antes eran consideradas tabú, como la marginalidad, la sexualidad explícita o el absurdo.
Más que generar controversia, muchos artistas buscaron instalar discusiones sobre temas profundos, tensionando las normas sociales y replanteando la relación entre el arte y el contexto en el que se desarrolla.
No obstante, en este contexto de renovación constante, donde la independencia es una elección consciente más que una necesidad, distintos artistas apuestan a la música como un refugio y como una forma de reafirmar su identidad frente a los desafíos del presente y de esa manera logran no sólo construir su presencia artística sino también establecer y consolidar su lugar dentro del universo musical.
En sintonía con esta mirada, Diario NCO tuvo la oportunidad de dialogar con Alejandro Antúnez, cantante, compositor y productor detrás del proyecto solista Yoni Yonki, quien compartió detalles sobre el proceso de creación de su primer disco homónimo, su relación íntima con la música y la importancia de mantenerse fiel a una búsqueda personal.
Yoni Yonki ha logrado construir una relación con la música desde su niñez y, a lo largo de los años, supo cómo mantener ese vínculo el cual se expresó y continua expuesto tanto en sus etapas con bandas como en el presente con su proyecto solista Yoni Yonki.
Una vida atravesada por la música
Yoni Yonki ya constituye una realidad. Hace tiempo que el disco está disponible en las plataformas, ¿de qué manera estás viviendo el hecho de que el disco se haya realizado?
A.A: La verdad es que lo estoy transitando con mucho placer, mucho entusiasmo y muy contento con los resultados obtenidos a mediano plazo porque es un álbum que salió en marzo y el cual tuvo un proceso de creación de aproximadamente tres años. Todo esto arrancó en el 2020 en plena pandemia y fue un proceso creativo muy introspectivo porque de alguna manera, como a la gran mayoría de las personas le ha sucedido, fue un reset. Esa pausa que hubo en la vida creo que a todos nos pegó y en mi caso tuve una reconexión con lo que más me gusta de la música que es la parte de la creación de canciones y de enmarcarlas en un sonido que viene de una búsqueda personal de estilos, de estéticas sonoras y estuvo buenísimo porque me reencontré con los artistas que marcaron mi adolescencia y la música que me marcó de chico.
Y en lo que refiere a la realización, ¿de qué manera se desarrolló la construcción de este disco?
A.A: Yo ya tenía en la cabeza, en el imaginario sonoro, la idea de cómo quería que suenen las canciones. sobre todo porque es un proceso de composición que quizás algunas canciones salen de la guitarra, otras a partir del sintetizador, entonces en la búsqueda de concretar las canciones yo ya tenía bien en claro el sonido que buscaba. Es un álbum que todos los instrumentos lo grabé yo, excepto la batería y el bajo en alguna que otra canción, pero todas las composiciones y la producción del álbum están hechas por mí; la mezcla, el mastering también, entonces realmente fue un trabajo muy artesanal.
En sintonía con tu actividad como compositor y consideración de tu trabajo, ¿de qué manera se desarrolla la dinámica de tu labor creativa?
A.A: Creo que la rutina influye mucho en el momento de crear canciones. Realmente es una actividad que se practica y que la vas perfeccionando y cada vez las canciones se concretan más rápido. A mí generalmente lo que me pasa es que lo primero que sale es la secuencia armónica de los acordes y por inercia ya aparece una melodía en la cabeza y la melodía te lleva a encontrar las palabras que piden la canción. Después otra de las formas en las que trabajo es con la computadora y ahí directamente uno empieza a componer un beat, una instrumental en el programa de la computafora y ya eso te determina um cierto estilo de canto o de música y también es una forma nueva de componer.
Por otra parte, cabe destacar que en el disco se pueden encontrar influencias de sonidos de los 80 y de los 90, ¿de qué manera se dio la idea de incorporar esas sonoridades?
A.A: Yo creo que es una resignificación, como partir de un punto que creo que me tocó por inercia, Yo nací en 1994, y no es una elección tan consciente de decir que me inspiro en la música de los 90 y los 80, sino que es más el hecho de que es la música que hoy por hoy sigue pasando todas las modas y es la música que me sigue conmoviendo o interpelando mucho más. Partiendo de eso, el disco es bastante versátil ya que hay otras canciones que suenan y tienen técnicas de producción de la música urbana de ahora. Tampoco repela a los nuevos sonidos sino que la intención también fue tratar de buscar una marca propia a nivel sonido.
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Y en ese sentido, ¿de qué manera trabajaste el aspecto conceptual de las canciones que integran este disco?
A.A: El aspecto conceptual del álbum surge desde la búsqueda del pseudónimo Yoni Yonki, que es un alter ego que está inspirado en el arquetipo de artistas en sus etapas más caóticas y también tiene que ver con el Art Rock y un sonido bastante psicodélico, experimental y de fusiones, de mixturas sonoras, y con letras con muchas metáforas y un estilo de lírica muy particular y que puedo decir que es la música o el estilo de música que más me conmueve.
Por otro lado, además de cantante y compositor también sos productor, ¿qué consideras que te aporta este rol a tu perfil artístico general y a tu rol como músico en particular?
A.A: El hecho de ser productor musical te da cierta amplitud al momento de visualizar el estilo que va a tener la canción que estás componiendo, tanto una canción propia como la canción de otro artista. Te abre un panorama de infinitos caminos que podés tomar y también el poder determinar ciertas decisiones importantes como elegir por cuál camino transitar ya que una canción puede ser producida de muchas maneras. Entonces el producir es una herramienta muy placentera también porque es realmente como un juego.
Por último y dadas todas las formas como te conectás con las música, ¿qué representa este arte en tu vida o cómo se mantiene este vínculo?
A.A: El vínculo sigue intacto y más fuerte que nunca. Cada día que pasa, me despierto, abro los ojos y vuelvo a reafirmar que realmente es lo que más me motiva. Creo que no podría vivir sin hacer y sin escuchar música ya que es parte de mi identidad. Y con todos estos años que pasaron aprendí que está bueno saber lo que querés o preguntarte al menos de qué forma querés encararlo, que está bueno tener a tu gente cercana que también se involucren en la creación, ayudándote a hacer videos o a hacer la portada del álbum porque el grupo humano, el equipo de trabajo que se genera alrededor de un artista es crucial para que el proyecto funcione.
Fuente fotografías: prensa Yoni Yonki
