

La noche del sábado 26 de abril, el Teatro Universidad de La Matanza se convirtió en el epicentro de una de las veladas más emotivas de la música nacional, con Marcela Morelo como protagonista.
Por Maira Palavecino
maipalinfo@gmail.com
La cantautora argentina, Marcela Morelo una de las voces más queridas y emblemáticas de la música de nuestro país, deslumbró al público con un recital que fue un verdadero viaje por el alma de la música popular argentina. Diario NCO estuvo allí para contar la historia de una noche única, llena de emociones, recuerdos y, sobre todo de música.
El teatro se encontraba colmado de gente cuando la artista subió al escenario, alrededor de las 21:30. Desde el primer acorde de “Tu boca”, un clásico que marcó un antes y un después en su carrera, el público comenzó a corear las letras con una pasión que no dejó de crecer a lo largo de la noche.
La voz de Marcela, tan característica y cálida, resonó en cada rincón del teatro, y desde ese primer tema, supo cautivar a todos los presentes, quienes esperaban ansiosos este momento tan único.
A lo largo de su carrera, Marcela fue y es una referente de la música argentina, y en esta noche se encargó de reafirmar por qué su arte sigue siendo tan relevante para generaciones enteras. Tras “Tu boca”, la cantante continuó con “Luna bonita” y “Dicen”, dos temas que nunca faltan en sus shows y que generaron una ola de emociones en el público, quienes coreaban a viva voz.
“Bienvenidos a este hermoso Teatro Universidad. ¡Qué belleza de lugar, de universidad! Llegué a la universidad que no fui. Así que, de alguna manera, el camino del cantante, del músico y todos los que trabajamos en los escenarios es un camino largo y, de algún modo, se hace carrera como cualquier otra carrera que se estudia en una universidad, pero en conservatorios”, dijo Marcela entre risas, mirando con asombro el teatro.
La artista se tomó un momento para reflexionar sobre su camino como cantante y la importancia de los lugares públicos que permiten que el arte y la música florezcan.
Las palabras de Marcela parecían estar dirigidas no solo al público presente, sino también a todos aquellos que alguna vez han soñado con la música como carrera, destacando el trabajo arduo que hay detrás de cada presentación.
El público disfrutó de cada uno de los clásicos que Marcela logró hacer suyos a lo largo de los años. “Sin un beso”, por ejemplo, una de sus canciones más queridas, no podía faltar en este recital.
En relación a lo mencionado, la letra evocó una profunda nostalgia y los espectadores cantaron a todo pulmón, como si cada palabra estuviera dirigida a ellos. El amor por la música de Marcela estaba en el aire, palpable, y cada acorde parecía reforzar esa conexión tan profunda que la cantante supo construir con sus seguidores a lo largo de su exitosa carrera.
A lo largo del recital, la emoción no solo estaba en las canciones más conocidas, sino también en la forma en que la cantante interactuaba con el público. “¡Qué lindo que la estamos pasando! Y qué linda energía se encuentra en esta sala, qué unión de almas, y sin diferencias, eso es una maravilla para destacar siempre”, expresó Marcela.
En ese sentido, reconoció la energía especial que se sentía en el teatro y la conexión tan fuerte que existe entre ella y su público. En ese momento, la cantante parecía hablar de manera sincera, dejando claro que, para ella, cada show es una oportunidad para compartir algo único con las personas que la acompañan.
El romanticismo, esa parte tan característica en sus composiciones, no tardó en hacer su aparición, y con “Tormento de amor”, Marcela llegó al corazón de todos los presentes. La melodía, cargada de sentimiento, hizo que el público se entregara completamente a la interpretación de la cantante.
Con un piano que marcó el ritmo de la canción, la tensión emocional fue creciendo hasta llegar a su punto máximo, tocando el alma de cada uno de los que la escuchaban. La fuerza de la interpretación de Marcela y la delicadeza de la música llevaron a todos a un clímax de emoción que solo ella sabe crear.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue, sin dudas, el homenaje a Mercedes Sosa. Con la canción “Jamás te olvidaré”, Marcela rindió tributo a la gran cantora argentina, quien sigue siendo un faro para todos los artistas de la música nacional.
Al interpretar esta canción, el público, conmovido, no dejó de aplaudir demostrando que la memoria de Mercedes Sosa sigue viva en el corazón de todos. El hecho de que Marcela, una cantante de su calibre, pudiera rendir homenaje a una figura tan relevante para la música popular argentina, mostró una vez más su capacidad para conectar con el legado de nuestros artistas más grandes.
Pero no todo fue solo nostalgia y baladas románticas. En un giro inesperado, Marcela se animó a compartir con el público algunos de los ritmos más festivos de la música popular argentina, y la cumbia tuvo su momento especial en la noche.
El público estalló de entusiasmo cuando la cantante comenzó a interpretar “Me puedo equivocar”, “Lo mismo que a mí” (una colaboración con la banda La T y La M), “Mi único amor” (junto a Los Ángeles Azules) y “Amor” (con Los Palmeras). Cada uno de estos temas hizo que los presentes se levantaran de sus asientos, moviéndose al ritmo de la cumbia y demostrando que, a pesar de que Marcela es conocida por sus baladas, también tiene el poder de hacer bailar a su público con su energía y su carisma.
A lo largo de su trayectoria con más de 28 años de recorrido, Marcela diversificó su estilo y no se quedó en un solo género. Este show fue una prueba más de que su música tiene la capacidad de cruzar barreras y mezclar géneros, manteniendo siempre esa esencia que la ha hecho tan especial.
La versatilidad de Marcela también se reflejó en los momentos más íntimos de la noche, cuando interpretó “Luna Tucumana” de Atahualpa Yupanqui. El folclore argentino, con su carga histórica y cultural, estuvo presente en todo su esplendor, y el público respondió con respeto y admiración.
La noche en el Teatro Universidad de La Matanza fue mucho más que un simple recital. Fue una celebración de la música argentina en todas sus formas, un recordatorio de que la música tiene el poder de unir a las personas, de emocionarlas y de hacerlas sentir parte de algo más grande.
Marcela Morelo, con su talento y su calidez, dejó claro por qué sigue siendo una de las artistas más queridas y respetadas del país. Al despedirse con “La fuerza del engaño”, “Manantial” y “Lo mismo que a mí”, la cantante se llevó una ovación de pie, y el público se despidió con la promesa de seguir acompañándola en cada paso de su carrera.
Foto: El1 Digital
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