Número de edición 8481
Espectáculos

Sensible recreación de la mujer bajo el franquismo

Teatro
Héctor Puyo
“Granos de uva en el paladar”, sobre cuentos de Susana Hornos e interpretada por seis actrices españolas radicadas en la Argentina, es un bello espectáculo que se puede ver en el Centro Cultural de la Cooperación.

Los títulos a tratar son “Chusa”, “Adelina” y “La uva en el paladar”, que mezclados con reconocibles temas musicales de la Guerra Civil Española ubican al espectador en aquellos dramáticos días y dan cuenta de la situación femenina de entonces y más adelante.

El mecanismo ideado por las directoras Hornos y Zaida Rico consiste en una unión muy lábil entre los relatos, en la que las actrices adoptan roles femeninos y masculinos y que la platea recibe como una suerte de ballet donde la poesía busca siempre su lugar.

Las seis visten un único atuendo negro, muy peninsular y neutro, que les permite representar a varios personajes con la ayuda de un chal gris, a tono con una empastada escenografía roja (de Alejandro Mateo) que parte del piso y remata en un ingenioso recurso de iluminación cenital (de Mariano Arrigoni).

Con buen criterio, se salta de lo particular a lo general y a la inversa, para evitar el tono didáctico que hubiera podido caer sobre el asunto, que muestra delicadezas como los chales que se transforman en fusiles o breves pasos de baile que ilustran las tensiones.

Hay mucho de lorquiano en esas criaturas que atraviesan la acción, con una suegra abusiva que ve como un oprobio que su nuera intente aprender a leer y a escribir en lugar de parir sus hijos y cocinar, y un marido naturalmente machista que sale a la caza de otras mujeres.

Poco pesa el segmento donde se habla del divorcio que como gran adelanto imperaba en España en tiempos de la República, porque hay un conservadurismo esencial en esa cultura que sólo en algunos pasajes deja vislumbrar algo de rebeldía social.

Sí la hay en el grupo femenino que representa a las miles de mujeres republicanas que enfrentan con valentía los maltratos en una cárcel madrileña, aun ante el peligro de ser llevadas al paredón de fusilamiento.

La pieza es un pertinente ejercicio de la memoria y cobra alta temperatura en la secuencia “17 años de vida, 75 de muerto”, con la “vuelta a vivir” de un adolescente fusilado por acompañar a un amigo íntimo, cuyos restos son rescatados por sus deudos, ya mayores.

Ahí lo trágico se abalanza sobre la escena y dispara una sombría poesía que vincula inevitablemente el drama de los desaparecidos en España con los desaparecidos argentinos de la última dictadura cívico-militar.

Con el natural gracejo del habla madrileña actúan Arantza Alonso, Lucía Andretotta, Marta Cuenca, Clara Díaz, Sauce Ena y Ruth Palleja, con coreografía de Antonio Luppi, vestuario de Néstor Burgos y banda sonora de Gonzalo Morales.

“Granos de uva en el paladar” se ofrece en la sala Raúl González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1743, los jueves a las 21.

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