Número de edición 8481
La Matanza

“El mejor sanitarista”

Durante bastante tiempo ejercí la docencia a la zona de Virrey del Pino y siempre fue una constante la preocupación de los docentes por el tema del agua potable en la escuela, a cada inició del ciclo escolar, se realizaba el examen bacteriológico del agua del pozo del establecimiento y siempre daba el mismo resultado: presencia de “fecalitos” en la muestra. Los “fecalitos” son bacterias que se desarrollan en el agua al estar está en contacto con materia fecal y dichos “fecalitos” son responsables de un sinnúmero de enfermedades infantiles, tan graves, que suelen provocar el deceso del menor.

Los análisis revelaban mayor o menor cantidad de bacterias por mililitro y según ese resultado, se establecía la potabilidad del agua. Esto era cuando los recursos para educación eran más escasos que ahora y en más de una oportunidad, el cuerpo docente del establecimiento hacia una vaquita para comprar las pastillas potabilizadoras y, más de una vez, el clorificador (aparato por donde circula el agua del pozo previo a ingresar al tanque cisterna y donde se potabiliza con cloro el agua) mismo.

Con estos antecedentes, el anunció de la extensión de la red de agua potable a todos los vecinos del distrito me pareció el anunció político más importante de los últimos 15 años por varios motivos: en primer lugar, la cantidad de menores, de niños que he visto morir por diarrea estival, por deshidratación producida por la diarrea, por infecciones generalizadas y tantas otras cosas. Si hubiéramos tenido agua potable para todos los vecinos del distrito hace 20 años, no seríamos dos millones de habitantes en La Matanza, seríamos mucho, pero muchos más.

Al respecto, el Intendente municipal de La Matanza, Fernando Espinoza, manifestó que “La Matanza, para fin de año, va a tener agua corriente en todo el distrito, los matanceros, en este tema nos estamos poniendo a la vanguardia de toda la Argentina y de latinoamérica, porque en tan poco tiempo hicimos algo que parecía irrealizable. Era una utopía loca, hace unos años, pensar que toda La Matanza podría tener agua potable y esté años lo vamos a lograr. A partir de que todo nuestro pueblo tenga acceso al agua potable vamos a bajar aún más los índices de mortalidad infantil al 11.4%, por debajo de la media de la provincia de Buenos Aires y de la mayoría de las provincias argentinas. Poder anunciar esto y realizarlo, realmente me llena de orgullo”.

Una vez finalizada la actividad y antes de retirarme, tuve la oportunidad de dialogar, por primera vez y en exclusiva para NCO, con el Profesor y Doctor Francisco Grosso, Secretario de Salud del distrito. Al comentar los pormenores del discurso de Espinoza, coincidimos sobre la importancia del anunció sobre la red de agua potable y al respecto, nos comentó que “El discurso de Intendente, si se ve traducido en los hechos, es lo más importante de está jornada; porque cuando veo que una calle de tierra se transforma en un asfalto, cuando una zanja se transforma en una cloaca y cuando un pozo de agua se transforma en agua corriente, eso es sanitarismo, eso es salud. La salud no pasa por una birome y un recetario del médico, pasa esas tres cosas que le acabo de decir: vivienda, agua potable y cloacas. Con el anuncio de que a fin de año todos los vecinos de La Matanza van a tener agua potable, Fernando Espinoza se convierte en el mejor sanitarista”.

Con una claridad y una pasión que demuestra su calidad como docente, el Dr. Grosso afirmó que “La mortalidad infantil en La Matanza ha disminuido a puntos históricos de toda la República Argentina; si en el país y en la provincia disminuyó la mortalidad infantil es porque ha disminuido la mortalidad infantil la provincia de La Matanza, en la quinta provincia Argentina, en la hermana mayor – como dijo el Intendente – de los municipios bonaerenses y esto fue posible por el agua corriente, las cloacas y viviendas dignas. Tenemos el 11.4 por mil de mortalidad infantil y, cuando cierren las últimas estadísticas de noviembre y diciembre que se están computando en la provincia, va a ser la menor mortalidad materno – infantil porque en el 2010 fallecieron 11 madres y en el 2011 fallecieron 3 y dos de ellas por causas indirectas, nada que ver con el embarazo” y agregó que “Cuando se habla de sanitarismo no se habla solo de medicina o del médico, se tiene que hablar de las enfermeras, del camillero, del ambulanciero, es decir, de todos aquellos que ponen su esfuerzo día a día para que un hospital o una unidad sanitaria esté en funcionamiento; lo más preciado que tenemos en un hospital, más que el tomógrafo, más que la resonancia magnética, más que el último aparato que pueda salir en tecnología médica, es el recurso humano y tenemos que convencer voluntades para que estudien y tengamos profesionales de la salud para cubrir todos los puestos de trabajo que hay que cubrir. Necesitamos gente comprometida para que trabaje en la salud pública”.

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