Número de edición 8481
La MatanzaOpinión

Nunca escribí, para ser simpático. Sino cuando la rebeldía lo pide…

 Piedra libre…Detrás de “los caretas”, pude ver un MILITANTE

Por Oscar Roberto Pettinato

Que difícil, para un peronista no emergente del fenómeno social que produjeron los “ismos” posteriores al 1° de Julio de 1974 es saludar, honrar, y felicitar, a los militantes en su día.

Porque los “muchachos de la “Campora”, dicen exudar militancia y peronismo, ¿alguno sabe quien fue “el tio?… Y no los puntualizo en particular, también escucho que exudan militancia otros en los boliches de moda, mientras creen que la doctrina esta escrita en Maquiavelo, o lo que es peor que la escribiera Firmenich o López Rega según el caso.

O los que salen a pintar paredones por $1200 la noche, son la nata de “la militancia”, los que se pasan de un sector a otro para fiscalizar, por $150, por la promesas de los 300, que nunca llegan, se reivindican como la militancia, los funcionarios que mueven los labios cuando se canta la marcha, porque vienen de la Democracia Cristiana, de la U.C.D o del la Izquierda extrema, o la Derecha Liberal, también son militantes, y los que orgullosamente sacan pecho para decir que “Volvieron a La Plaza” lo hacen sin decir quien los echó. Los que le sacan el “vuelto” a los beneficiarios de los Planes Sociales son la elite de la militanciaEconómica, Soberanía Política o Justicia Social, repiten como “loritos” en los bares, en las calles o en los palcos, lo que nunca aprendieron o nadie les enseñó, palabras “cáscaras” sin sentido ni fundamento, no porque no las tengan (son emblemáticas) sino porque lo desconocen. Repiten hasta el cansancio “Como dijo Perón, el que gana conduce el que pierde acompaña” que lindo que lo hubiera dicho ¿no?… que conveniente. Podría continuar hasta el hartazgo.

Pero se que quedan residuales en toda La Matanza fundamentalmente, alguno abandonado a la impotencia de no poder modificar, otros sufriendo desde “el yugo” y sus atardeceres grises, reviviendo las epopeyas de los “otros” tiempos, y los menos tratando rebeldemente de “resistir” a la tercera edad que nos alcanza o nos sobrepasa y a estos tiempos donde la militancia asalariada es una carrera más de la “universidad del estado” (no es error que estén con minúscula) por la cual podes obtener máximos beneficios por mínimos esfuerzos.

A ellos a la resistencia de antaño y a la nueva no importa si coincidimos o no en la interpretación de nuestra doctrina, amigos o adversarios, pero militantes, vaya hoy mi agradecimiento profundo, mi respeto, mi admiración, con toda la energía que me queda para “juntos” seguir reivindicando, con los actos y los hechos cotidianos el enorme valor, la inconmensurable trascendencia que conlleva el “SER MILITANTE PERONISTA” a los otros, como cristiano el perdón, como peronista, la indiferencia, y al que “le quepa el sayo que se lo ponga”

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