
En la continuidad de la charla, se profundizó en su dilatada relación con la literatura, la búsqueda de un estilo y el por qué de muchas preguntas sobre el arte de escribir.

NCO: Más allá de tus últimos dos materiales, tenés una historia más grande detrás en relación a la literatura: ¿Cómo analizás ese escritor que inició su camino y el que soy hoy?
PC: Empecé a escribir apenas aprendí a escribir aproximadamente, mi mente siempre me anda tirando ideas, TODO EL TIEMPO, así que ese niño de 7 u 8 años hoy es un tipo con barba e insomnio, y si bien algunos sueños se mantienen intactos otros han cambiado, claramente, pero las ideas siguen surgiendo espontáneamente casi como a esa edad.
Una constante en toda mi vida es la curiosidad, que ha sido motor de prácticamente todo lo que hago; el hecho de ver algo y tratar de hacerlo por mi cuenta es algo que me ha permitido aprender un montón de cosas, sobre todo cuestiones artísticas en proyectos de los que he formado parte, por ejemplo, musicales, de fanzines, literarios, cómicos, audiovisuales, etcétera.
Con el correr de los años me vi metido en tantas cosas que ya no sabía cómo catalogarme, así que en este momento donde no sólo escribo, sino que también hago ilustraciones, animaciones, contenidos en vivo, audiovisuales y otros tantos que sigo proyectando para este año, por lo que más que escritor prefiero considerarme artista, en general, porque cada campo del arte que piso, si bien lo hago por pura intuición y sin demasiado estudio formal (salvo lo que tenga que ver con el diseño gráfico audiovisual, que es mi profesión), me ayuda como experiencia, como apertura mental que a su vez me sirve para desarrollar otra faceta.
Por ejemplo, escribir me ha llevado a hacer música, la música y la poesía me llevaron a dibujar y el dibujo, a la animación. Leer filosofía y a algunos autores literarios también me ha ayudado mucho en mi definición como artista, en las temáticas y en las representaciones. Ahora también estoy experimentando con pinturas acrílicas en lienzo -con varios enchastres de por medio- y con lecturas en voz alta que tal vez, a fin de mes vean la luz del ciberespacio.
NCO: ¿Cómo fue la búsqueda de un estilo? ¿Cuesta encontrar esa forma de dejar huella en la lectura para que la gente te reconozca?
PC: Un poco lo que decía en la pregunta anterior: No sé si me senté un día y dije “voy a crear un estilo”, sino más bien empecé a hacer cosas que se me ocurrían y al hacerlas me gustaban y las iba mejorando y aprendiendo sobre la marcha, con mucha lectura de por medio, mucho análisis, autocríticas, opiniones de amigos y días durmiendo muy poco. Cuando me di cuenta tenía hechas un montón de piezas de distintos proyectos que en un punto se relacionaban en un estilo que me representa, en el mensaje o en el tipo de humor, aunque cada estética sea distinta e independiente.
PC: Es también producto de hacer las cosas de forma sincera, pero sincera para uno mismo y no para pegarla o para tener visibilidad con un contenido que no me representa. Soy totalmente consciente de que hablar de temas como la filosofía, la ansiedad o hacerle poesía al campo gravitatorio de un planeta no es lo más comercial del mundo, pero me di cuenta en este camino que hay gente que se copa con lo que hago, que le gusta y comparte esta visión y entienden tanto mi humor como mi seriedad, y eso ya es un montón. De a poco se va sumando más gente y veo que lo que hago no es tan errado ni que no gusta, simplemente tal vez sea poco común y por eso creo que tengo que buscarle y hacerle su propio espacio, su propio lenguaje.
NCO: ¿Será que la literatura puede ayudar a cambiar lo que está mal en el mundo?
PC: Ayuda a cambiar. No sé si transforma lo malo en bueno o lo bueno en malo, o lo bueno en otra cosa que también sea buena, pero lo importante es transformar, transformarse y transitar el tiempo. Ese concepto de que uno siempre tiene que ser el mismo está bastante lleno de telarañas, porque si así fuera seríamos estatuas y estaríamos lleno de caca de paloma.
Me parece genial que, gracias a una poesía, una canción o un cuadro, por ejemplo, alguien tenga un punto de vista distinto y, aunque no lo cambie, pueda contemplarlo y valorarlo, generar empatía, escuchar otras voces. Pensemos que un discurso poético sin malas intenciones puede hacer mucho más permeable un mensaje que dicho de forma coloquial puede resultar chocante, más hiriente o incluso rechazado sin tenerlo en cuenta. Puede transmitir un sentimiento. Un poema puede transmitir piel de gallina. La poesía, el arte, nos abre los poros a otras ideas.
NCO: Para cerrar la entrevista, definime en una frase o concepto por qué escribís.
PC: Escribo y hago arte por dos simples motivos: El primero es la necesidad visceral de mantener mi mente en movimiento para no morirme, de transformar lo malo o lo que siento o lo que pienso en una manifestación palpable y poder compartirla. Y el segundo motivo, es porque puedo. Gracias.
Te pueden interesar:
https://diario-nco.net/radio
https://facebook.com/diarionco