“Aún queda mucho por descubrir de la relación del novelista estadounidense Ernest Hemingway con Cuba”, aseguró hoy el escritor cubano Enrique Cirules, quien lleva más tres décadas tras las huellas del Premio Nobel en la Isla.
En el marco de la Feria del Libro de Cuba, Cirules destacó a la agencia Prensa Latina que lo que falta por descubrir “está relacionado con la concepción filosófica de hacer literatura que tenía el autor de `El viejo y el mar`”.
Esta es una de las líneas argumentales que desarrolla en su libro de próxima aparición “Hemingway, ese desconocido”, el tercer texto dedicado a la conexión cubana con el escritor estadounidense que escribe este autor nacido en 1938 en el puerto de Nuevitas, al norte de Camagüey.
“Se han dicho muchas mentiras sobre el tema”, agregó y tomó como ejemplo “la supuesta desavenencia del escritor con la naciente Revolución Cubana y su partida definitiva de la Isla el 25 de julio de 1960”.
“Ahora está demostrado que el embajador estadounidense en La Habana, Philip W. Bonsal, lo presionó brutalmente y le dijo que lo iban a considerar traidor de permanecer en Cuba”, enfatizó Cirules.
“No lo digo yo -siguió el cubano- al cabo de 50 años lo escribió quien fuera su última secretaria particular en la residencia habanera de Finca Vigía, la irlandesa Valery Danby Smith -luego esposa de Gregory, hijo del escritor- en su libro `Correr con los toros` donde narra los dos encuentros con el diplomático durante el año 60 en la capital cubana”.
“Uno de los errores más grandes que han cometido los expertos estadounidenses en el tema Hemingway es no haber estudiado el entorno, porque después de 1959 se produce en aquel país una gran intolerancia con respecto a la cultura cubana”, consideró el autor del ensayo “Hemingway en la cayeria de Romano”, mencionado por el premio Casa de las Américas en 1999.
Para él, los estudiosos norteamericanos “han estado reticentes a estudiar a Hemingway en el medio en que desenvolvió por lo menos 32 años de su existencia, las dos terceras partes de su vida creadora”, insistió. Con este nuevo enfoque, Cirules sostuvo que “una parte importante de su obra deberá tener una nueva relectura”.