Es uno de los destinos vacacionales más elegidos del país, gran parte de su gente vive del turismo, está probado que es imposible no dañar el ecosistema y aun así el proyecto sigue adelante.
Por Victoria Hernández
Victoria.hernandez13@outlook.com
Para indagar más en la problemática de la instalación de petroleras offshore en la costa, nos contactamos con Yesica Sánchez, miembro de “Mar Libre de Petroleras”, la asamblea conformada por vecinos marplatenses para intentar frenar la exploración.
Las costas marplatenses podrían llenarse de petróleo si ocurre un potencial derrame y la fauna marina, al igual que las miles de familias que viven del turismo y la pesca, sufrirían la mayoría de las consecuencias.
Es por esto que la Asamblea por un “Mar Libre de Petroleras” está usando su última carta para intentar detener el proyecto de exploración sísmica a 300 kilómetros de las costas marplatenses y espera con ansias la respuesta de la Corte Suprema Nacional.
El tema es muy controversial, y, desde que se puso en marcha el procedimiento legal para instalar petroleras en las costas bonaerenses, pasaron más de tres años. Para profundizar en el reclamo de la comunidad marplatense, Diario NCO se comunicó con Yésica Sánchez, parte de la Asamblea que lucha por defender el mar.
Razones por las cuales rechazan las exploraciones offshore
“Decimos que no a este proyecto extractivista porque no es un modelo productivo que contemple las necesidades de las comunidades y de la biodiversidad, es una actividad depredadora que no deja nada a su al rededor vivo”, destacó Yésica.
Añelo, donde tiene lugar Vaca Muerta en Neuquén y Choya, en Catamarca, son ejemplos de lugares con actividades mineras en los cuales los efectos de la contaminación repercuten ampliamente en el territorio. “No queremos ser otro lugar de sacrificio”, ratificó.
Mar del Plata es una ciudad turística, histórica y portuaria, donde gran parte de la población encuentra su sustento enactividades relacionadas con el turismo y la pesca. “Los lugares donde se llevaron adelante proyectos de esta índole, pese a toda la promesa de trabajo y progreso, son ciudades que están atravesando máximos índices de desocupación”, explicitó la entrevistada.
“No genera empleo local, pese a lo que dice el Estado, porque se requiere mano de obra especializada”, relató Sánchez y sumó que “todos los recursos que se extraen no quedan en el territorio, porque es una mega actividad que requierede una estructura que ni siquiera la posee el país”.
Para la Asamblea, todos los elementos que se pueden analizar del proyecto son en contra de las comunidades, en contra de la naturaleza y en beneficio de las grandes corporaciones petroleras. “No lo decimos solo nosotros, hay evidencia científica y casos empíricos donde las comunidades quedaron devastadas”, sentenció.
“Estamos en un momento de crisis climática, de gran calentamiento global, donde este tipo de actividad debería quedar obsoleto, ya que es totalmente contaminante y va en contra de cualquier proyección de territorios y comunidades a largo plazo”, agregó Yésica.
Pese a esto, desde el Gobierno Nacional se sostiene que el proyecto es altamente seguro y que la empresa a cargo de realizar la extracción deberá suspender la actividad inmediatamente ante la verificación de cualquier acontecimiento que dañe al ambiente. Lo que no contemplan, es que para entonces el daño ya estará hecho.
Historial de la lucha
Las petroleras en las costas de Mar del Plata se empezaron a poner en debate en el 2019, cuando el país ofreció una gran superficie marina para exploración offshore, y el proyecto quedó a cargo de la empresa noruega Equinor en conjunto con la estatal YPF.
Es en el 2021, cuando la actividad con grave impacto ambiental iba a dar sus primeros pasos legales, el momento de nacimiento de la Asamblea. Desde allí han organizado encuentros y marchas masivas los cuatro de cada mes, denominadas “Atlanticazos”, con la finalidad de exponer los riesgos de derrame y el gran impacto en la comunidad costeraque tendrían las petroleras.
En febrero del 2022, la comunidad logró que la Justicia suspendiera el proyecto, mediante la imposición de una medida cautelar que buscaba proteger el mar.“La cautelar prohibía a Equinor y al Estado Nacional, a través del Ministerio de Ambiente, llevar adelante el primer paso, que es la prospección sísmica”, explicó la representante de la Asamblea.
Sin embargo, el 5 de diciembre del año pasado, La Cámara Federal de Apelaciones levantó el fallo que protegía la costa en base al pedido del Estado. En un ida y vuelta más, la comunidad apeló este fallo, mediante presentar ante la Justicia un Recurso Extraordinario, pero este fue rechazado en enero del corriente año.
Ultima carta
En la actualidad, la Asamblea emitió la última medida legal que estaba a su alcance para frenar el proyecto, que es un recurso de queja en la Corte Suprema Nacional. “Los plazos para que se empiece a llevar adelante la perforación son antes de mayo, pero con este reclamo la empresa no puede iniciar la actividad”, contó Yésica.
La entrevistada aclareció que la prospección se puede realizar en determinadas estaciones, ya que legalmente se tomó en cuenta la circulación de la ballena Franca Austral y se supone que en los momentos habilitados la actividad no le ocasionaría ningún daño. “No se contemplaron el resto de las especies que habitan el mar”, lamentó Sánchez.
Debido a esto, se espera desde la Asamblea que la Justicia tenga una resolución en favor del ecosistema marino antes del mes de mayo.
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