Lo anunció el presidente Enrique Peña Nieto, un día después de haber asumido el cargo. El acuerdo, de cinco puntos, está orientado a garantizar la “gobernabilidad democrática”, fomentar “el crecimiento económico, el empleo y la competitividad”, y “lograr seguridad y justicia”.
El acuerdo, que busca convertirse en “un pacto social” para “profundizar el proceso de democratización del país”, según afirmó Peña Nieto, fue suscripto por los partidos Revolucionario Institucional (PRI, centrista y gobernante), de la Revolución Democrática (PDR, centroizquierdista) y Acción Nacional (PAN, conservador).
Entre los cinco puntos del pacto figuran “transformar a México en una sociedad de derechos y libertades” y “fomentar el crecimiento económico, el empleo y la competitividad” del país, explicó el secretario de Gobernación (ministro del interior), Miguel Osorio Chong.
Asimismo, el acuerdo persigue “lograr seguridad y justicia” para dotar a México de “un entorno de paz y tranquilidad”, así como “comprometer transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción”, y fomentar la “gobernabilidad democrática”.
“Lograr acuerdos implica proponer, no imponer; lograr la unidad no significa que tengamos las mismas ideas, significa que perseguimos los mismos fines”, advirtió Osorio, según reportaron las agencias de noticias Notimex, DPA y EFE.
El pacto venía negociándose desde antes de que Peña Nieto asumiera el gobierno y tuvo modificaciones hasta hoy.
La negociación fue revelada por líderes partidarios el lunes pasado pero pareció que quedaba en entredicho una vez que salieron a la luz diferencias internas en el seno del PRD con respecto al documento.
Para llevar el acuerdo a la práctica funcionará una comisión que tendrá tres representantes del gobierno e igual número del PAN, el PRI y el PRD. Además, el Partido Verde Ecológico, aliado del PRI, participará como observador.
La firma del pacto se realizó en una ceremonia en el alcázar del castillo de Chapultepec de la capital mexicana y Peña Nieto la calificó como “un encuentro inédito que representa un gran paso para iniciar la transformación en el país”.
“México comienza una nueva etapa de su vida democrática: ha llegado el momento del encuentro y el acuerdo, de dar el siguiente paso en el perfeccionamiento democrático”, manifestó.
El PRI, en el que milita Peña Nieto y gobernó México por 71 años de manera ininterrumpida, de 1929 a 2000, es la primera fuerza en el Congreso, donde sin embargo no tiene mayoría absoluta en ninguna de las dos cámaras, un hecho que lo obligará a hacer alianzas para lograr las reformas que promueva el Ejecutivo.
“Ha llegado el momento del encuentro y el acuerdo, el transitar del sufragio efectivo al gobierno eficaz”, afirmó Peña Nieto durante el acto.
Un rato antes, desde su cuenta de Twitter, exhortó: “Seamos parte de la generación que logre la transformación nacional. Es tiempo de nuestro país. Es momento de mover a México!”.
En otros mensajes escribió: “Mi compromiso es trabajar por un gobierno eficaz con un propósito fundamental: hacer realidad los derechos que reconoce nuestra Constitución” y “Con las decisiones presidenciales que anuncié, iniciamos el camino para la transformación”.
La presidenta del PRI, María Cristina Díaz Salazar, señaló que lo que convocó a los tres partidos fue “un único compromiso, la gran oportunidad de cambiar el rumbo del país con ideas y proyectos”.
Agregó que el pacto “será un gran facilitador en el paso de los acuerdos en el Congreso, pues se trata de un catálogo de ideas de todos los partidos a fin de concretar nuevas reformas que atiendan las demandas de los ciudadanos”.
Por su lado, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, sostuvo que la firma del pacto “es un riesgo, pero vale la pena tomarlo” porque su partido “está decidido a ser izquierda responsable, no le apuesta al desastre” y “la gente quiere certidumbre de que otro México es posible en la democracia”.
En tanto, el presidente del PAN, Gustavo Madero, celebró la “audacia” de Peña Nieto al recoger las propuestas de todos los partidos y opinó que el pacto es “una gran señal que debe traducirse en propuestas legislativos para hacerlo una realidad”.