Número de edición 8481
La Matanza

“El amor. Pensar los cambios de paradigma”

“El amor. Pensar los cambios de paradigma”

El pasado jueves 14 de octubre, Darío Sztajnszrajber y Luciana Peker dieron una charla por la tarde en la Plaza de San Justo, en La Matanza, para el evento de la feria del libro, y se trató de repensar el amor desde los cambios de paradigma que no se detienen por nadie. Desde la redacción de Diario NCO, profundizamos un poco en los temas que se trataron durante la charla.

Por Candela Alonso Sartori
Contacto: candela.alonso.s@gmail.com

Luego de un repentino acto de reorganización por parte de los y las organizadoras de la Feria del Libro, que retrasó la charla una hora, puesto que el clima cambió y las nubes grises se aproximaron para cubrir la plaza, llegó la periodista Luciana Peker y el escritor Darío Sztajnszrajber.

La charla del dúo convocó a muchísimos y muchísimas matanceras, entre los cuales había rangos de edad muy diversos, puesto que podían verse tanto niñes, como adolescentes, adultos, y ancianos.

“Mi libido es La Matanza”, comenzó diciendo Darío Z, a la par de Luciana Peker, quien trajo varias citas de referentes feministas a lo largo de la charla, aportando al espacio que comparten la filosofía y el feminismo como eje de la propuesta comunicacional.

Educación

Una de las cosas que más destacó Darío Z al comienzo de la charla, fue su agradecimiento con la participación de los y las docentes, destacando que eso es a lo que él se dedica al hablar de filosofía, y que antes de su despliegue en los medios de comunicación, siempre fue así: “Podemos hablar, decir, desplegar nuestra visión del mundo y sentimos que de alguna manera eso llega”.

“Hago lo que hice siempre, ser profesor, dar clases… La docencia, tan cuestionada, llega, garpa”, y agregó: “La docencia es una amistad, nadie me ha enseñado más que mis estudiantes”.

Posteriormente, Luciana Peker destacó que “existen muchos mitos sobre el feminismo en Argentina”, y que hoy se está en “una avanzada que es para muchas”, pero destacando que no solo es para nosotras, las mujeres, sino que es también para el partícipe de los varones, quienes ya desde las escuelas son capaces de escuchar: “hicimos conocimiento, abrimos las aulas para escucharlos”, terminó Peker.

“¿Por qué trabajar en el amor?”

El dúo trajo a colación la idea de que nos “hacen creer que hay zonas de nuestra existencia que no tienen que ver con el poder, y es ahí donde el poder ganó, porque es ese, el poder que no se ve, el más fuerte de todos y el más peligroso”.

En tanto a esto, resaltaron que en las relaciones existen juegos de poder: “Pensar al amor es pensar en el poder, una pareja no es solo eso, es una relación de poder”, resaltó Darío Z.

Por su parte, Luciana Peker, siguió con esta idea: “Deconstruir al amor es que las mujeres podemos tener palabras, porque ¿cuál es el modelo amoroso?”, se preguntó, y explicó dos formas entre muchas, en donde o la mujer es ese algo que ayuda, comparte, explica, o en donde la mujer funciona como musa inspiradora, pero en definitiva siempre se ve limitada a eso, por lo que jamás será protagonista.

Así, Peker explica la importancia de repensar el amor fuera de ese modelo en donde la mujer como tal está relegada, está en un segundo plano: “En la medida en que las mujeres únicamente somo musas, somo menos protagonistas”, y agregó: “Y es la primera vez que las mujeres somos protagonistas de nuestro deseo, ya no somos más las ninfas de la historia, ahora nosotras disputamos el futuro”.

El poder que se juega en la intimidad

La charla se llevó a los términos cotidianos del día a día de las personas, quienes escucharon y aplaudieron muchas de las cosas que el dúo entre Peker y Sztajnszrajber trajeron a la plaza, puesto significó un reflejo de la sociedad y por lo tanto una identificación indiscutible.

De esta forma, otro tema que se tocó es cómo este poder que se juega en el amor se ve íntimamente reflejado, por ejemplo, en cosas tan simples como el almuerzo en familia de los domingos, en donde papá y los hijos varones se sientan en un lugar, mientras que mamá y las hijas en otro en el que están los infantes; o en otro simple lugar como lo es el aula de clases: “En el aula, la confrontación noble entre el alumno y el profesor tiene por defecto una relación de poder”, dijo Darío Z.

Ya cerca del final, ambos expositores remarcaron la importancia de hacer y rehacer este tipo de deconstrucciones, que no son otra cosa más que reconstrucciones de la vida y de nosotros mismos, destacando un factor preciso y preponderante para ambos: “El único amor no puede ser sino un amor revolucionario”.

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