Número de edición 8481
La Matanza

Historia Popular: Aquel periodista militante

Por Carlos Matías Sánchez
mati_13_01@hotmail.com

A poco de celebrar un nuevo Día del Periodista, y mientras se pone en cuestión la pretendida “independencia” de ciertos comunicadores sociales, recordaremos la figura de alguien que jamás ocultó sus ideales y en épocas de conflictos políticos mucho más violentos, se ubicó en la trinchera del pueblo. Rodolfo Walsh, un verdadero ejemplo de periodista comprometido.

No dispuso Walsh de las páginas del diario con más tirada del país para denunciar la ilegalidad de los fusilamientos de junio de 1956, aquella “Operación Masacre” de los basurales de José León Suárez, a cuyo juzgamiento aportó numerosas pruebas, desenmascarando la consigna de “ni vencedores ni vencidos” que la Libertadora enarboló intentando torpemente disimular su vocación de acallar todas las expresiones del movimiento popular más importante del país.

Movimiento al que adhirió progresivamente, luego de pasar por el nacionalismo católico y de identificarse ideológicamente con el marxismo, lo que no le impidió llegar a reconocer la impronta nacional y popular de aquel gobierno cuyo derrocamiento había apoyado en 1955.

“Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse”. Así describía Walsh el espacio que los medios masivos le dieron a su investigación.

No obstante, su talento fue suficiente para traer a la escena literaria argentina un nuevo género, la novela no ficcional, al que aportó obras fundacionales como ¿Quién mató a Rosendo?, El Caso Satanowsky y la mencionada Operación Masacre.

Más tarde, sin contar con la protección corporativa de grandes asociaciones de empresarios de medios como la SIP, se sumó a la fundación de Prensa Latina, que marcó un nuevo paradigma en cuanto a la utilización de la información como herramienta de los cambios sociales, en este caso revolucionarios.

Ya a fines de los sesenta, no ocultó su orientación ideológica al dirigir el semanario de la combativa CGT de los Argentinos, aquella que se distanció y enfrentó al sindicalismo conciliador que buscaba “un lugar en el régimen” represor y entreguista del Onganiato. Desde ese lugar decía, en su crónica sobre aquel hito de las luchas populares que fue el Cordobazo:
“Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores del poder, ni de cómplices participacionistas.

El saldo de la batalla de Córdoba, “El Cordobazo”, es trágico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás.

En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.”

El avance dictatorial sobre la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro no pareció atemorizar a Walsh, que siguió publicando el diario en forma clandestina. Ya en la primavera de 1973, identificado con la izquierda del movimiento peronista, fue fundador y redactor del recordado diario Noticias, en el que compartió páginas con Paco Urondo, Juan Gelman y otros militantes revolucionarios e intelectuales como él.

Llegada la dictadura, lejos de plegarse a ese genocidio conocido como Proceso de Reorganización Nacional, organizó la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) y la Cadena Informativa, destinada a “derrotar el terror” del régimen más sangriento que haya conocido nuestra Historia.
Mientras muchos de los que hoy piden “preguntar” y aducen limitaciones a la libertad de expresión se arrodillaban y pactaban con el diablo a cambio de favores varios, Walsh resistía. No fue un huevazo o un grito callejero la herida más honda que sufrió, sino la pérdida de su hija en uno de esos “enfrentamientos” de los que con tanto cinismo hablaba la prensa oficialista. Oficialista, sí, pero seguro independiente…

Un año después de aquel nuevo gobierno que asumía con “total normalidad” luego de derrocar a la presidente constitucional, interviniendo la CGT y prohibiendo las actividades políticas y sindicales, Walsh osaba interpelar al poder. Y no desde un frívolo programa dominguero que pretende ser crítico, ni desde esa cadena nacional paralela que son los más de trescientos medios del pulpo mediático que paradójicamente se siente acosado por una ley que busca democratizar la palabra. Simplemente una carta abierta. Desde allí hacía oír su voz, lo que le valdría la vida un día después.

“Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh. – C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.”

Ojalá este 7 de junio quienes se dedican a comunicar los hechos de la realidad de nuestra sociedad puedan reflexionar acerca de qué intereses representan, y, en todo caso, se comprometan a explicitarlos y abandonar su falsa independencia. Como lo hizo Walsh.

Artículos Relacionados

2 Comentarios.

  1. OTRO LUCHADOR DIGNO DE DESTACAR Y ACORDARNOS, EN EL DIA DEL PERIODISTA ES EL COMPAÑERO DELFOR SANTOS SOTO, ESCRITOR Y PERIODISTA DE LA MATANZA DESAPARECIDO POR LA TRIPLE AAA EN EL AÑO 1974. CUYA COMPAÑERA TRABAJA EN DERECHOS HUMANOS DEL MUNICIPIO. DOÑA BEATRIZ RONCHI.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior