Número de edición 8481
La Matanza

Daniel Dauria y los diferentes tipos de trastornos alimenticios

Daniel Dauria y los diferentes tipos de trastornos alimenticios

El licenciado en psicología pasó por los micrófonos de la 2020 y charló en Haciendo Radio con Oscar Pettinato, sobre esta problemática que cada vez son más frecuentes en los jóvenes.

MATÍAS GUTIERREZ

Los problemas en la alimentación se dan de forma constantes entre las personas de temprana edad. Por tal motivo, Daniel Dauria, licenciado en psicología habló sobre las causas que desencadenan estas dificultades y cómo deben atenderse. El profesional, a su vez, comentó que el contexto de pandemia y encierro en que vivimos aumenta las probabilidades.

Acerca de las problemáticas alimenticias, como son la bulimia y anorexia, Daniel Dauria comentó que “los trastornos alimenticios han subido mucho en toda esta pandemia e indudablemente tiene una explicación, por el contexto y el momento particular que estamos atravesando a nivel mundial, con esta crisis desde lo económico y lo social, de recesión y contracción económica, falta de trabajo e inseguridad, eso es producto de esta pandemia ¿Cómo no va a repercutir el encierro, el contacto fluido y el miedo? Obviamente que los trastornos de comportamiento muy habituales tienen una relevancia muy importante en lo que es lo socio-sanitario y los más frecuentes son la bulimia y la anorexia”.

A su vez, el licenciado agregó: “También tenemos otros trastornos, como el compulsivo por el atracón, es aquella persona que come hasta atracarse y que no llega a ser una persona bulímica. Otro factor es la obesidad y no estamos hablando de la mórbida, sino de la obesidad, persona que ha subido de peso fruto de la inactividad, por lo gimnasios cerrados, por la falta de la sociabilización.

A veces uno por querer sentirse bien se cuida, pone su acento saludable en su cuerpo, con verse mejor, pero por todas estas cuestiones eso se fue profundizándose”.

Luego, Daniel explicó qué es la anorexia y manifestó: “Cuando hablamos de anorexia nerviosa, es una desnutrición severa, con constantes biológicas muy inestables, problemas de presión arterial, la temperatura.

Generalmente, lleva a complicaciones orgánicas graves, porque puede llegar a diabetes, alteraciones cardíacas, hipotensión, deshidratación.

A veces nos cuesta a los profesionales, porque primero se lo hicieron en un clínica, la posibilidad de hacer un diagnostico diferencial y va pasando el tiempo y la posibilidad que también aparece dentro de estas patologías es la conducta suicida, y la comórbilidad psiquiátrica con otras patologías, como depresión y depresión mayor, trastornos obsesivos compulsivos, abusos de tóxicos. Entonces te cuesta mucho definir si es una anorexia o bulimia.

Cómo se trabaja ante estas cuestiones

“Primero hay que focalizar la parte simbólica, este deseo intenso de pesar menos, un intenso miedo a la obesidad y a la gordura, un trastorno profundo del esquema corporal corporal, una persona que está muy delgada y se ve obesa o un persona que está obesa y no llega a darse cuenta. Empezás a ver que toman ciertas acciones, en fin de conseguir una progresiva pérdida de peso o restricciones muy fuertes alimentarias, en muchos casos ejercicios físico muy profundo y esta conducta depura en no comer por días”, expresó Daniel.

Seguidamente dijo que “la anorexia tiene un periodo de inicio entre los 12 y 18 años. La bulimia tiene muchas cosas en común con la anorexia, alteración orgánica grave, ciclos entre atracones y vómitos que se van dando y también conductas suicidas, el aislamiento social, descontrol de los impulsos. A parecen otras patologías como ludopatía, compras abusivas y otras adicciones”.

“Otro grave problema que encontramos es la falta de respuesta a los tratamientos, les cuesta mucho el tratamiento ambulatorio. La gente que viene a terapia, se atiende o muchos hemos tratado por Zoom, en toda la pandemia, es una patología difícil y muy reactiva, fácil de irse y de decir ‘con este psicólogo no voy’.

Con esta falta de sentirse que no encuentran profesional, se hace aun más difícil que permanezcan en tratamiento y el problema se va haciendo más crónico”, reveló el licenciado.

A su vez, comentó que la bulimia en cuestión de edad comienza más adelante entre los 16 y 25 años. Darío Dauria, también evidencio una nueva dificultad que según los especialistas se da mucho por estos tiempos y que se intensificó por el cierre de los gimnasios, es el trastorno llamado vigorexia, que es aquella persona que hace ejercicio de forma compulsiva y que la combina con una dieta para generar músculo o perder grasa.

Algunos comparan este trastorno con el complejo de Adonis (como un Dios del cuerpo), que a pesar del los excesivos ejercicios nunca se terminan de convencer de la musculatura que consiguieron. Las personas que sobre dimensionan esa cultura terminan con una patología.

Posteriormente, el licenciado mencionó la ortorexia. “Son aquellas que tienen una preocupación excesiva por la comida sana. No comen nada que previamente no sea evaluado por la cantidad de nutrientes.

Aparece la obsesión de la comida saludable como un objetivo principal en su vida, se pierden otros aspectos. Entonces aparece un trastorno obsesivo compulsivo en la preocupación de qué comer, y en muchos casos esta cuestión de la comida trasferida a los principales valores de la vida”.

Según el especialista, la mayoría de los trastornos se caracterizan en tres ejes y ellos son: fijar demasiada atención en el peso, la figura corporal y la comida.
A su vez, Daniel confirmó que por la formas de escolarización en pandemia ayudó a que se profundicen estas problemáticas. Ya que muchos docentes que están preparados y formados para estas cuestiones, pierden el dialogo con los alumnos.

Sin embargo, al hablar de los largos y duros que suelen ser los tratamientos él recomienda la internación, como único medio para lidiar con esta conducta patológica y peligrosa que en muchas oportunidades, si no se toma a tiempos puede llegar hasta la muerte.

Entre las causantes de estas dificultades, hay factores individuales, predisposición propia, cultural y también familiar, como puede ser por ejemplo el comer apurado, algo naturalizado que pude causar estas complicaciones, en vez de hacerse del tiempo para alimentarse de la mejor manera posible.

Daniel Dauria enumeró otras de las posibilidades: “Puede ser la preocupación excesiva de las figuras de los padres y eso se transmite a sus hijos. Conflictos que son habituales como la separación de los padres, depresión de algún familiar, historia de alcoholismo, baja resolución de conflictos, falta de comunicación, sobreprotección.

Hay muchos factores que son parte de la dinámica familiar y hay un momento en que se desencadena, como en la pubertad, cambios físicos y emocionales, que le pegan de diferente manera. Las dietas nutritivas, cuando uno se ve un poco gordo y uno empieza a cuidarse o el ejercicio compulsivo y el estrés, todo eso lleva despertar una patología”.

Para finalizar el licenciado, hizo un recontó de las cosas que también pueden derivar en estas problemáticas cómo lo son estos tiempos de pandemia, que sólo se ve y se escucha la sumatoria de muertos por la televisión. A su vez, por diferentes modas, pueden darse trastornos alimenticios.

Además de incurrir en la ludopatía, que puede generar en dificultades económicas u otras adicciones. Asimismo aseguró que es importante que la gente lea, escuche y se interiorice sobre estos temas, para obtener más información de estas patologías.
Imagen de Infoveloz.com

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