

Así lo aseguró Horacio Giménez, enfermero trabajador del Policlínico de San Justo, en el contexto de lucha del personal de los hospitales municipales de La Matanza, que reclaman mejoras salariales, de condiciones laborales y el pase a planta permanente de trabajadores precarizados. Además, denuncian presiones para ocultar su reclamo y falta de insumos en los centros de salud.
Por Soledad Martínez
martinezgsoledad@gmail.com
Los trabajadores de la salud de La Matanza continúan con su plan de lucha en reclamo de mejoras salariales y laborales. La protesta, que involucra al Policlínico Central San Justo, el Hospital Teresa Germani de Gregorio de Laferrere, el Hospital de Niños de San Justo y el Hospital Equiza de González Catán, también exige el pase a planta permanente de los trabajadores precarizados.
Sin embargo, lejos de recibir respuestas concretas a sus demandas, denuncian presiones por parte de la Secretaría de Salud para que retiren los carteles y banderas que visibilizan el conflicto.
“No quieren que se visibilicen los carteles, la bandera. Nosotros estamos abiertos a las negociaciones, es lo que tienen que entender, pero tienen que ofrecernos algo”, expresa Horacio Giménez, enfermero del Policlínico Central San Justo y uno de los referentes del reclamo.
La bandera que flamea en el policlínico con la frase “Basta de violencia salarial” ha sido motivo de fricción entre los trabajadores y las autoridades. “Nos dicen que ejercemos algún tipo de violencia, pero realmente la violencia la recibimos nosotros. Ellos no se acercan para nada, no se acercan a hablar sobre la falta de insumos, por ejemplo”, agrega Giménez.
El personal de salud denuncia que la crisis en los hospitales municipales no solo es salarial, sino también estructural. La falta de insumos esenciales como reliverán, buscapina simple y pervinox afecta la atención diaria de los pacientes. “Si baja la estadística de atención en hospitales públicos es por esto, no porque nosotros no queramos trabajar”, explicó el enfermero.
A pesar de la precarización y la escasez de recursos, Giménez enfatiza que el personal de salud mantiene su compromiso con la comunidad. “La gente siempre estuvo atendida”, afirma, aunque reconoce que la falta de personal agrava la situación.
Desde el sector reclaman una actitud distinta por parte del Ejecutivo municipal. “Hoy no se acercan a negociar, se acercan a pedir. A pedir que saquemos los carteles, a pedir que saquemos una bandera, a pedir que sigamos colaborando. Y nosotros seguimos trabajando un montón desde la pandemia. La gente de salud brindamos todo y no estamos siendo reconocidos”.
La pandemia fue un punto de quiebre para muchos trabajadores, que sienten que su esfuerzo no ha sido recompensado. “La gente de salud respondió y no pidió nada a cambio, lo cual tampoco está bien. En la pandemia se solicitó que trabajáramos un montón, sin tener conocimiento porque no se sabía qué era el Covid y hoy nos están dando la espalda con respecto a los pedidos para trabajar mejor. Hay bastante mala predisposición”, expresa Giménez.
“Nosotros realmente la estamos pasando mal”
Los trabajadores también cuestionan la gestión municipal y el discurso oficial. “Del discurso de La Matanza a los hechos hay una gran diferencia. Nosotros realmente la estamos pasando mal y si se quieren diferenciar del Gobierno Nacional, tendríamos que tener un sueldo digno, tener insumos, no dejar que se vayan los profesionales, no dejar que no se arreglen las cosas que se deterioran”.
Además, alertan sobre la grave situación económica de algunos trabajadores de la salud. “La salud pública tiene que ser para la gente que la está pasando mal, que se ha quedado sin empleo, que la está pasando mal. Nosotros mismos tenemos compañeros que están trabajando y están en situación de indigencia con sueldos de $250.000, no les alcanza ni para cargar la SUBE”, denuncia Giménez.
En cuanto a los pasos a seguir, los trabajadores continuarán con asambleas y elevarán una nota al Ejecutivo con firmas de todo el personal de salud de los centros afectados. Esta será presentada en la Mesa de Entrada del Municipio, en el Sindicato y en la Secretaría de Salud local.
“Esperamos no tener que tomar otras medidas y que haya una respuesta. Todo se definirá en las asambleas”, concluyen los trabajadores, quienes esperan que su lucha sea escuchada y atendida.
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