
El especialista en materia económica y financiera, desde la redacción de Diario NCO, enumeró los detalles de Súper Cerca, el plan que proponen desde el Estado para luchar contra la inflación.

Uno de los males que enfrenta Argentina, además del coronavirus, es la inflación, que a través del sostenido aumento de precios licua el salario de los trabajadores. Por este motivo, las autoridades de nuestro país lanzaron un nuevo programa de contención de los precios, en los que intentará congelarlos hasta fin de año.
El encargado de la columna económica y financiera, Darío Banga se refirió al programa Súper Cerca y dijo: “El Gobierno tenía un programa que era Precios Máximos, eso se va a derogar y a partir de ahora, durante seis meses, se van a congelar los precios de 70 productos. La nueva canasta de precios congelados incluye galletitas, fideos, arroz, agua mineral, yogurt y queso para untar entre otros alimentos, también va a ver artículos de limpieza y perfumería”.
Este programa, Súper Cerca, lo implementará el ministerio de Desarrollo Productivo, que consiste en un acuerdo de precios fijos durante seis meses. Lo particular de esta medida es que los precios van a estar impresos en el envase. En todo caso, que el producto que se comercialice más caro de lo que indica el packaging, quedará evidenciado que el aumento de ese artículo lo produjo el comerciante. En principio, 180 productos iban a ser parte de este proyecto, pero sólo se acordaron 70, entre los productores y el Gobierno, ya que muchos fabricantes no están de acuerdo, que el costo del artículo figure en el envase.
Con respecto a lo último mencionado, Banga expresó: “También sabemos que dentro de esas cadenas de inflación están las distribuidoras, y el producto al pasar por ese canal de distribución, muchos son en negro y terminan generando una inflación indirecta. Un mayorista que le vende a ‘x’ persona en negro, esta también la vende en negro y se genera una inflación difícil de controlar”.
Incremento en alimentos
El especialista financiero se refirió al acrecentamiento en costo de los alimentos y manifestó: “En la primera semana de junio los aumentos vienen 1,2% y tiene una aceleración del 0,4%, según estimaciones privadas. En este caso, la proyección de variación semanal inflacionaria de los precios está en 0,7”.
“Esto alcanzaría a un promedio de casi cuatro puntos, estamos hablando de 3,7% de inflación mensual. Las mayores subas de esta semana se dieron en sal, especias, cacao y derivados, en 6,4%. Con este ritmo inflacionario tendríamos algunos alimentos por encima del 25 por ciento de inflacionario mensual. Como el mes pasado fue el dulce de leche, que estuvo en un 22%”, manifestó Darío.
La nueva canasta de precios incluirá galletitas, fideos, arroz, agua mineral, yogurt, queso para untar y a estos se le suman artículos de limpieza, higiene personal y perfumería. Según lo que se acuerda con los datos que maneja el sector de alimentos, existen 280.000 puestos de venta de los Precios Cuidados y sólo se encuentran 70.000 bocas que son de los supermercados.
A su vez, en un estudio presentado por la Bolsa de Valores de Córdoba, señaló que durante el año pasado el 66% de los bienes y servicios que compone la canasta del IPC (Índice de Precios al Consumidor), que lo elabora el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), fue regulado por lo menos con un control de precios, y de todas formas no hizo que la inflación se contuviera.
Otra de las críticas que realiza el Gobierno al sector de la alimentación, se presentan en los productos frescos. En estos artículos la inflación interanual (durante los últimos 12 meses) fue del 124% en frutas, el aumento en carnes rojas oscilo en 110 y 119 por ciento depende del corte que se pida, la verdura un 66% y un 24% en aceites y grasas. A su vez, 33 por ciento en los panificados (cereal, pastas y fiambres), según encuestadoras privadas.
Al finalizar la columna, Darío Banga Comentó: “Con este programa el Gobierno buscó ponerle una especie de barrera, generándose un acuerdo entre el Estado y algunas empresas y que el consumidor final pague un acuerdo estimado. La novedad de incluir el precio en el paquete, eso llevaría la tranquilidad al consumidor de que por ese producto pague este precio y después el consumidor decidirá si llevarlo o no. La idea es también como consumidor ‘hacerse respetar’, ante lo que le están imponiendo. Hay mecanismos que obviamente articulan para que así se defiendan, pero a veces sabemos que en un contexto donde todo está revuelto, es difícil llevarlo adelante”.