Número de edición 8481
Destacadas

Un análisis de los datos de distribución del ingreso antes el aislamiento social, preventivo y obligatorio

Un análisis de los datos de distribución del ingreso antes el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Raul Llaneza, secretario adjunto de la Comisión Interna de ATE en el INDEC, dialogó al aire de “Haciendo Radio”, una producción de Diario NCO que se emite de lunes a viernes de 10:30 a 13 por la 20 20 NCO Radio.

El objetivo del informe presentado es continuar con la generación de herramientas para que los trabajadores exijan la recomposición salarial y la discusión de la pauta salarial de lo que resta al 2020 y del 2021 que se viene. En el caso de los estatales, ésta fue suspendida por el cuarto intermedio planteado por el propio Estado.

La intención principal es actualizar documentos que se han compartido. Hace unos días, el INDEC dio a conocer el informe técnico “Evolución de la distribución del ingreso”, correspondiente al período previo al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio del primer trimestre del año.

Fue al leerlo que los trabajadores descubrieron que casi la mitad de los hogares reciben menos de 46.500 pesos, apenas por encima de los valores que difunde el INDEC para no caer en la pobreza (que en marzo del 2020 estaba en casi 42.000 pesos).

A su vez, estos números están lejos de la canasta de ingresos mínimos que difundieron desde ATE

En el primer trimestre de este año, el 60 por ciento de la población ocupada ganaba sueldos de hasta 29.000 pesos. Se señaló que hay mayor desigualdad, con un claro retroceso del 5,4 por ciento de la economía, retrocediendo a niveles del 2010.

Otro dato movilizante es que el 10 por ciento más pobre de la población ocupada concentraba el 1,3 por cientodel total de ingresos, mientras que el 10 por ciento más rico reunía el 28,9 por ciento. Respecto a la población ocupada, el INDEC informó que se registró un ingreso promedio de 28.497 pesos.

Asimismo se reveló que el ingreso promedio per cápita de la población, más allá de si está ocupado o no, alcanzó los 19.916 pesos. Frente a estos números aparece la urgencia de aclarar que la necesidad de tener salarios dignos es un derecho irrenunciable.

Por eso, desde esta organización se le exige al Gobierno larápida convocatoria a paritarias con un objetivo claro: darle a la economía de cadafamilia el aumento que recomponga el poder adquisitivo de sus salarios, acercándolo a los valores de unacanasta que contemple las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias.

Desigualdades sociales en la inserción laboral

“Tanto los ingresos y la ocupación siguen siendo uno de los principales problemas que afectan a los jóvenes y fundamentalmente a las mujeres. Debe ser un horizonte urgente y necesario la generación de empleo genuino con ingresos dignos para este universo”, destaca el documento compartido.

La falta de equidad en la inserción laboral entre varones y mujeres se manifiesta de forma muy clara al observar los principales indicadores de la composición del Mercado de Trabajo: las tasas de Actividad y Empleo son menores para las mujeres que para los varones.

Las diferencias en los gráficos superan los 20 puntos, al mismo tiempo que las tasas de Desocupación y Subocupación suelen ser generalmente más elevadas para la población femenina.

El empleo registrado y el monotributo

La evolución del trabajo registrado entre noviembre de 2015 y abril de 2020, tomando en cuenta los últimos datos disponibles,marca un decrecimiento de 290 mil trabajadores, significante al 2,39 por ciento.

Si se considera la serie sin estacionalidad, el decrecimiento es un poco menor. Casi 228 mil menos trabajadores, o sea un 1,90 por ciento. Pero estos números, pesimistas si se quiere, apenas permiten vislumbrar lo que dejará la pandemia, deben analizarse más profundamente.

Hay que recordar que la condición de registro no es garantía de estabilidad laboral ni de acceso a los derechos del trabajador. Claro es el ejemplo de las empresas y del Estado contratando bajo la figura del monotributo, que en muchos casos es sinónimo de inestabilidad y precarización.

A la caída del casi 2 por ciento del trabajo registrado debe añadirse que la población en edad de trabajar, aquella de entre 20 y 64 años,crece cerca del 1 por ciento anual, con lo que con relación a fines de 2015, hoy es más que significativamente menor la proporción de personas que cuenta con un trabajo registrado.

Si estos números se ajustan al primer cuatrimestre del corriente año, la caída del empleo registrado es de alrededor del 7 por ciento con relación a los datos de hace cinco años atrás.

Así queda en evidencia la preocupante situación de muchos trabajadores, tanto por la precariedad a la que son sometidos para poder acceder a un empleo, o a la desocupación.

Te pueden interesar:
https://diario-nco.net/radio
https://facebook.com/diarionco.

 

 

 

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior