Número de edición 8481
La Plata

Consideran que es “necesaria” una revisión del estado de la Catedral de La Plata

Es un procedimiento que en países como Estados Unidos se lleva a cabo cada cinco años en edificios históricos. En el templo mayor platense los últimos grandes trabajos datan de dos décadas atrás.

 

En 1999, el ingeniero platense Jorge Farez estuvo al frente del equipo que completó la Catedral de La Plata. Veinte años después, y cuando todavía los ecos del incendio de Notre Dame conmueven al mundo, considera que es “necesaria” una revisión del templo mayor platense para saber cómo repercutieron el paso de los años y la acción de los factores climáticos sobre una construcción cuyas dimensiones hacen que desde 1996 figure en los mármoles del piso de la Basílica de San Pedro como una de las más grandes del mundo.

Las consideraciones de Farez se producen en momentos en que el estado de la Catedral de La Plata genera preocupación a partir de recientes desmoronamientos y filtraciones que llevaron a la Fundación encargada del funcionamiento y la preservación del santuario a colocar un parapeto en el mes de enero para evitar accidentes en la entrada principal y a alertar acerca de la paralización de varias obras por falta de financiamiento.

En una nota publicada el último domingo por este diario, fuentes de esa entidad destacaban que desde 1999, cuando se completó la obra del templo, no se hicieron más trabajos relevantes en la estructura. Las mismas fuentes indicaban que ya en abril de 2016 la Fundación envió una nota a las autoridades de la Dirección Provincial de Arquitectura en la que se explicó la necesidad de revisar el estado de los ornamentos, pináculos y esculturas de todo el perímetro interno y externo del edificio.

En sintonía con esa preocupación, Farez cree que es “necesaria” una revisión del templo mayor platense, ya que pasaron 20 años desde su completamiento. También estimó que, teniendo en cuenta las dimensiones del edificio (siete mil metros cuadrados de superficie) y la cantidad de elementos que lo constituyen, sería necesario hacer esa revisión por etapas y en la medida en que lo permitan los presupuestos.

Según destacó el experto, que es titular de Estructura de la Facultad de Arquitectura de la UNLP, “en países como Estados Unidos, los edificios históricos son revisados una vez cada cinco años y la Ciudad de Buenos Aires está implementando, en los últimos tiempos, criterios similares. Es que a medida que pasan los años, los agentes climáticos, el verdín, el viento y la lluvia ácida impactan sobre los elementos de una construcción. Y se hace necesario medir ese impacto para evitar daños que en ese lapso son normales, como el desprendimiento de algún ladrillo”.

Con todo, Farez consideró “muy baja” la posibilidad de que la Catedral platense sufra algún episodio de mayor gravedad, como un incendio similar al que sufrió Notre Dame el martes último.

“Cuando hicimos la obra del completamiento, hace 20 años, usamos la última tecnología disponible entonces. Es por eso que en la Catedral de la Plata conviven dos tecnologías. Una, la de la obra original y otra, la que empleamos entonces al completarla. Por eso, toda la estructura de esta segunda parte es de hierro y acero y la madera está cubierta con pintura ignífuga. Eso no quiere decir que sea imposible que se incendie, pero lo haría de una manera muy lenta, porque no hay continuidad de madera como para que se propaguen las llamas con rapidez”, explicó Farez.

Para el experto, “otro factor de riesgo potencial, como es la instalación eléctrica, es muy segura en la Catedral, porque no hay contacto de las partes eléctricas (que están en los cielorrasos de cemento) con las más vulnerables al fuego”.

Con todo, el especialista cree que una revisión sería “necesaria”, aunque “no urgente”.

“Creo que, después de 20 años sin trabajos importantes, estaría bien hacer una revisión, pero debería comenzarse con la estructura fundacional, la más vieja y la que tiene la tecnología más obsoleta”, consideró.

Para el especialista, “a diferencia de ciudades como Nueva York, nosotros no contamos con una legislación que establezca una periodicidad a estas revisiones de edificios históricos. Creo que en el caso de la Catedral de La Plata debería programarse, pero considerándose sus enormes dimensiones, su complejidad y las posibilidades presupuestarias”.

Fuente: El Dia.

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