Número de edición 8481
La Matanza

La Matanza: la policía que se suicidó era discriminada por su identidad de género

La Matanza: La policía que se suicidó era discriminada por su identidad de género.

El domingo a la noche, Ariana Esquivel se disparó en la cabeza dentro de un patrullero de la policía bonaerense mientras estaba en servicio en la localidad de San Justo.

La oficial tenía 24 años y hacía seis meses que trabajaba en la policía del distrito matancero. Hace cinco meses ella decidió mostrarse tal cual como era y estaba contenta porque había comenzado a tramitar su verdadera identidad, pero -según afirman allegados a ella- la discriminación laboral era un motivo que la tenía muy angustiada.

“Estamos muy tristes por lo sucedido. Todos sus compañeros la describían como una excelente persona pero los jefes la vivían maltratando, discriminando y trasladando de un lado a otro. Yo no trabajé con ella pero la conocía como persona”, afirmó Virgina Sosa, expolicía, en diálogo exclusivo con Diario NCO.

En la misma línea, Sosa agregó: “Ningún compañero o compañera de ella van a poder hablar. Tenemos una legislación de casi 100 años que no la reformaron, por eso si ellos hablan con la prensa, pueden ser sancionados. Ni siquiera puede hablar sin dar sus nombres, porque el miedo los paraliza”

Relato de lo sucedido

Según el parte policial, el servicio que estaba de turno estaba conformado por el capitán Rodríguez, el sargento Ríos y la oficial subayudante, Ariana Esquivel. Cerca de las 20.15 se detuvieron a comprar comida en el Shopping de San Justo. Luego, Esquivel se sentó en la parte trasera del móvil y el recorrido continuó con total normalidad.

Cerca de las 21 el patrullero circulaba por Zapiola con dirección de Peribebuy a Ruta 3, los conductores observan a Esquivel con su teléfono celular y minutos después escucharon un estruendo. Detuvieron el móvil porque creían que el problema podría haber sido en las ruedas pero al descender observaron que el vidrio izquierdo estaba explotado hacia afuera y vieron a Esquivel con la cabeza ensangrentada en el asiento.

Esquivel fue trasladada a la Clínica Solís donde fue intervenida quirúrgicamente pero por la gravedad de la herida, falleció. El disparo se produjo con su arma, una pistola calibre 9mm Bersa Thunder que quedó tendida en el piso. Por el vidrio roto, se estima que el disparo fue efectuado de derecha a izquierda.

Discriminación

“No queremos más ningún suicidio: Yo no quiero más Arianas. Estamos perdiendo muchos compañeros por presión de jefes misóginos, discriminadores. Yo estuve casi 10 años en las filas y he sufrido acoso sexual por parte de ciertos jefes que se creen que por tener una cuota de poder pueden someterte. Por eso entiendo lo que sufrió Ariana”, expresó Sosa.

En el mismo sentido, la expolicía afirmó que “es mucha la presión y el hostigamiento que sufren las mujeres uniformadas, sobre todo si son transgénero o madres solteras”. “Todos sufren hostigamiento pero las mujeres más sin importar los años de servicios. Siempre es con los subalternos, es raro encontrar a jefes siendo discriminados”, continuó.

Dolor y bronca

Sus compañeros, amigos y allegados, hicieron sus descargos en Facebook y se mostraron muy tristes con esta situación. En una publicación, una mujer escribió: “¿Cuándo va a ser el día que los jefes y el ministerio de seguridad se de cuenta que la policía necesita apoyo psicológico? Te mandan al psicólogo cuando se dan cuenta que ya no pueden explotarte más. Espero que encuentres esa paz y felicidad que acá se te fue negada”.

Los comentarios de dicha publicación manifestaban la mezcla de indignación y tristeza que les producía esta situación. “Ella también murió en manos de un estado machista, discriminador y de una institución que la dejó de lado. Ella no entró en el slogan ‘Esta es la policía que queremos”, escribió una usuaria de Facebook.

“Ella luchó mucho por ser quien era, pero no sintió la aceptación. Hace cinco meses realizó el cambio de género y estaba orgullosa con su decisión pero decía que no la estaba pasando bien. Hasta hace poco quiso renunciar a su trabajo porque no aguantaba más, es un momento muy doloroso”, afirmó un amigo de Esquivel.

 

 

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