Número de edición 8481
La Matanza

Rafael Castillo: denuncian infraestructura decadente en escuela pública

Rafael Castillo: denuncian infraestructura decadente en escuela pública
Rafael Castillo: denuncian infraestructura decadente en escuela pública

Se trata de la escuela N° 56 de la localidad matancera de Rafael Castillo, en la que padres y madres reclaman por problemas edilicios y falta de servicios básicos para los chicos que concurren a estudiar.

Por Daiana Vargas

debdaiana@gmail.com

A pesar de que las vacaciones de invierno ya comenzaron, constantes reclamos se producen por parte de los papás y mamás del distrito matancero que no pueden ver a sus hijos estudiar en mejores condiciones.

La escuela secundaria N° 56, es una de ellas, ubicada en El Resero y Alagon, en Rafael Castillo, y es parte de un reclamo que realizan desde hace más de diez años, por falta de calefacción, de luz, de aulas, vidrios rotos, baños y techos en malas condiciones.

Giselle Albornoz es ex alumna de la institución y madre de una hija de 12 años que estudia allí, y sostiene que desde que se graduó, tanto ella como otros familiares exigieron todo este tiempo mejoras en el edificio pero que, la situación cada vez es peor.

“En un tiempo los baños estaban en estado deplorable, no había puertas, los inodoros estaban quebrados, las paredes rotas y hasta ponían maderas para que los nenes no pasen a los baños de las nenas. Ahora cada vez que llueve se inunda porque rebalsan los pozos de los baños”, denunció Giselle.

“Tampoco hay un ‘muro perimetral’ en la escuela, entonces cualquiera puede pasar y entrar a robar, solo hay un alambre que está deteriorado y roto, lo traspasan los perros y pueden morder a los chicos, es mucho lo que están pasando”, agregó.

Cómo está la escuela

La madre contó a Diario NCO que “la institución ya es vieja, está la escuela a la vuelta, que es la primaria, y otra parte del secundario, que está dividido a la mitad, es un medio edificio porque no entra toda la capacidad de chicos, faltarían unas ocho aulas para que acudan todos los chicos al edificio grande, por eso concurren a los módulos de emergencia”.

Estos módulos se inauguraron en un primer momento como algo temporal, pero hasta el día de hoy, se siguen utilizando y, según denuncian los padres y docentes, se encuentra en un estado de decadencia.

La mamá comentó que el techo de la escuela es de chapa, con lo cual, en invierno el frío se siente mucho y cuando llegan las temperaturas más altas, los niños deben soportar el doble de calor.

Además, Giselle comentó a este medio que los cables de electricidad ya están muy viejos, desgastados y se queman, por lo que los cortes de luz se vuelven frecuentes.

“Cada vez que quieren poner un caloventor se quedan sin luz y los chicos se quedan semanas trabajando con linternas porque nadie viene a arreglar los cables que se queman y si llegan a venir, el único arreglo que hacer es poner unos ‘parches’ y nada más”, perpetuó.

“Muchos se quejan del estado de las escuelas rurales, pero acá vivimos situaciones iguales o peores estando a pocos kilómetros de Capital Federal”, exteriorizó.

Problemas sin solución

“Hice reiterados reclamos, al Ministerio de Infraestructura, al Ministerio de Educación, al Consejo Escolar, incluso en el 2013 se tomó la escuela, presentamos un proyecto para que se construyan ocho aulas y terminar el edificio con todo nuevo y hacer un predio para que puedan hacer educación física. Las propuestas quedaron en la nada”, remarcó Giselle.

“Como mamá me encargué de reclamar porque no es justo que mi hija y todos los chicos que concurren se congelen, porque ellos tienen ganas de estudiar, pero no logran concentrarse por el frío que pasan ahí adentro”, expresó con angustia.

Giselle lamentó que, aunque ella pueda mandar a su hija bien abrigada, sufre el frío igualmente, pero que, además, hay muchos chicos que sufren otras carencias y no tienen la posibilidad de estar más arropados.

“Hay muchos chicos que llegan sin comer, con el calzado roto y sin abrigo. Por eso, también habíamos reclamado para que se les pueda dar un poco de comida, ahora logramos tener una cocina y pueden tomar un té o matecocido, pero cuando van, también se congelan”, clamó la matancera.

“No estamos reclamando nada de otro mundo, solo pedimos que nuestros hijos puedan estudiar en condiciones dignas, porque estudiar es su derecho y ellos tienen voluntad de aprender, pero así es muy difícil”, finalizó.

 

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Un Comentario.

  1. LA SEÑORA VERONICA MAGARIO , TAN ATENTA A LA EDUCACION Y BIENESTAR DE LOS NIÑOS LOS ESTA ESPERANDO PARA SATISFACER TODAS SUS NECESIDADES E INQUIETUDES COMO PADRES.

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