Número de edición 8481
La Matanza

Instituto del Patrimonio Histórico Cultural de La Matanza

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Instituto del Patrimonio Histórico Cultural de La Matanza

En Sarrachaga 5589 de Isidro Casanova, está ubicado este archivo que es de conocimiento y de visita obligada, al menos, para los que transitamos el mundo de los medios de comunicación. Como su nombre lo indica, la hemeroteca preserva todo tipo de material relacionado con la historia cultural y periodística de La Matanza y tiene como iniciador de la propuesta, al periodista, historiador y funcionario, Alejandro Enrique.

Por: Carlos R. Correa
carloscorreaprensa@gmail.com

En el edificio de la Sociedad de Fomento 9 de Julio, funciona desde 2016 el Instituto del Patrimonio Histórico Cultural de La Matanza, fundado por el periodista e historiador, Alejandro Enrique, quien desde hace más de seis años, es también subsecretario de Cultura y Educación de La Matanza. El emprendimiento privado contiene un riquísimo material histórico y según confesó el propio Enrique, su mayor aspiración es que con el correr del tiempo “lo absorba el Municipio y sea un espacio de carácter oficial”.

Diario NCO: -Dónde estamos y qué significa para la sociedad en general este espacio cultural…

Alejandro Enrique: -Estamos en Isidro Casanova, precisamente en el lugar donde desde hace dos años nació y funciona el Instituto del Patrimonio Histórico Cultural de La Matanza, que como su nombre lo indica, tiene como objetivo la preservación de todo nuestro patrimonio histórico. Este patrimonio matancero está dividido por lo tangible y por lo intangible (por lo que está y lo que no está) y fundamentalmente, nuestro trabajo tiene que ver con la recuperación de la cultura a través de la compilación de documentos históricos que están desparramados por todas las ciudades del Distrito.

NCO: -Has encarado una ardua tarea, porque no debe ser fácil primero detectar esos elementos y segundo, que la gente se desprenda de ellos…

AE: -Eso que decís es tal cual. Porque todo ese material del que te hablé, está en manos de particulares y si bien éste es también un ámbito privado, nuestro principal desafío es que esos archivos no se pierdan, que sean parte de un bien común, para que estén al alcance de investigadores, historiadores, docentes, estudiantes, periodistas, etcétera… O sea, que todo aquel que tenga la inquietud o necesidad de nutrirse de algún elemento del pasado, acá tienen la posibilidad de consultar todo lo referido a la historia y a la cultura matancera.

NCO: -Por lo que se ve, no solo hay material gráfico, sino que observo todo tipo de documentos que está perfectamente discriminados…

AE: -Claro, tenemos un espacio destinado a todos esos elementos que hacen a la historia matancera que están archivados ordenadamente. Poseemos archivos de discos, CD, fotografías, libros -no solamente históricos- sino también de poesías, cuentos, narrativas… Y esto surge porque a medida que va pasando el tiempo, avanza también el sentido de pertenencia del vecino de La Matanza y por lo tanto, esa misma inquietud hace que se ocupe y quiera conocer los orígenes. Por eso en tal sentido, hemos notado a través del trabajo de los historiadores y de los diferentes libros que con el correr del tiempo se fueron publicando sobre la historia local en diferentes planos, hemos detectado decía, que existe una corriente de interés en base a eso y que además, ha crecido notablemente la cantidad de historiadores, de investigadores y/o de periodistas que publican obras sobre la historia matancera. Estamos trabajando en función de eso, porque vemos que hay una necesidad y si bien hay algunas experiencias al respecto -donde incluso en algunas yo también he participado- no llegan a alcanzar el objetivo que estamos logrando nosotros.

-NCO: -¿Cómo se fue gestando y cómo se concretó finalmente esta iniciativa?

AE: -La idea surgió promediando el 2016 y precisamente en noviembre de ese año fue que hicimos una presentación formal. Inclusive recuerdo que la noticia fue publicada por NCO. Después todo siguió su curso con muchísimo trabajo pero invisible, porque se hizo hacia adentro. La tarea que lleva a cabo Andrés (N. de la R.: se refiere al archivista que está encargado de armar la base de datos) es fundamental, porque en ese catálogo está todo el material que cualquiera, sea o no profesional, vecino o simple ciudadano de La Matanza e inclusive habitantes de cualquier parte del mundo, puedan consultar a través del sitio de internetwww.patrimoniohistoricolamatanza.org el material que tenemos en ese depósito.

NCO: -Va parecer un centro perfecto, pero ¿me equivoco si por lo que observo afirmo que estamos en presencia del archivo más importante que tiene La Matanza?

AE: -Me alegra que lo digas vos porque yo también lo considero así, y ojo, coincido en ese concepto y lo hago sin ningún tipo de jactancia porque representa un hecho de la realidad. En La Matanza no existe un lugar como éste, que tenga la cantidad de periódicos, diarios y revistas que posee este archivo. Además, se puede consultar qué tipo de fotografías tenemos. Qué tipo de casetes y audios tenemos. También poseemos por ejemplo, la programación completa de radio K de González Catán o de otro tipo de emisoras del Distrito. No hay que olvidarse que estamos en plena etapa de formación y compilación de diferentes materiales y por lo tanto, estamos permanentemente recibiendo donaciones de todo tipo. Hay un sector destinado a la recepción de material que es el primero hay que inventariar, eso después se transforma en un catálogo que posteriormente se sube a internet. Por ello, el que quiera consultar algo, solo tiene que ingresar a la página y ver si el dato o la información que busca está en el sitio.

NCO: -¿Y se atiende también personalmente? ¿Existe algún momento determinado donde se pueda concurrir al lugar para donar material?

AE: -No. En principio estamos los jueves por la tarde y a veces también por la mañana. Pero normalmente la entrega se coordina de otra manera, como puede ser la página de facebook, mi cuenta personal u otras vías alternativas. El sistema es así: nos contactan, nosotros nos acercamos, vamos al domicilio que nos indiquen y recibimos los elementos que deseen entregarnos. Permanentemente le estamos pidiendo a los editores o a los directores de publicaciones que no tiren el material, que al menos nos dejen un ejemplar por número y después como corresponde, nosotros nos encargamos de archivarlo en la bolsa determinada para aislarlo de la humedad y colocarlo dentro de los contenedores de archivo que son los más grandes, porque son de diarios.

NCO: -¿Y cómo se detecta determinado material que se requiera?

AE: -Es que están todos rotulados, por cuerpo de depósito… Todo esto es un trabajo muy importante, porque una cosa es cuando vos tenés diez libros y conocés perfectamente cuántos y de qué autores son y otra cosa totalmente distinta es cuando tenés diez mil… Porque si no los catalogás y los tenés almacenados, es como no tenerlos. Bueno, todo ese trabajo es de organización interna, por eso, en estos casi dos años que llevamos trabajando en este emprendimiento, la mayor parte ha tenido y tiene que ver con lo organizativo hacia adentro. O sea que seguimos recibiendo material, pero hacia afuera no hicimos demasiadas actividades, porque era fundamental la tarea de cómo guardar las cosas y dónde guardarlas, para que después, la simple consulta vía internet o correo electrónico, esta terminal que es la que recibe esa consulta, le pueda decir sí está o no. Si está, coordinamos para que se acerque a buscarlo. Y por otra parte, nosotros también tenemos detectado en qué estantería está, en qué lugar y en qué caja está ubicado. Así es el sistema que hemos instrumentado y así es el itinerario interno que se ejecuta. El trabajo del archivista es precisamente ese…

NCO: -Qué bueno sería que en todos los hogares hubiera una tradición familiar que preserve estas cosas de las que hablamos, porque seguramente y lamentablemente, ha habido material riquísimo que se descartó y que no se recupera más…

 AE: -Tal cual. Eso pasa por lo que vos decías y a veces también por la falta de espacio en la casa. Y ahí es donde aparecemos nosotros. Por eso, los que creen que ese material físico ya no lo pueden tener, que vengan acá. Y si hay otros que temen que el día de mañana no esté más, que se comuniquen, nosotros vamos y lo digitalizamos. Hacemos una copia digital y automáticamente queda para consulta. Por eso para nosotros es muy importante que por diferentes mecanismos de difusión se sepa de la existencia de este instituto, el secreto radica en eso. Que sea un lugar de referencia. Que el que tenga material y en algún momento no sabe qué hacer con él, que esté enterado de que en este reducto se recibe y se preservan los vienen materiales, inmateriales y patrimoniales de La Matanza. En definitiva, ese es el verdadero objetivo con que fue creada esta institución.

NCO: -Dentro de todo el material que recibieron hasta ahora, ¿hubo algo especial que te haya llamado la atención, que dijeras uuuhhh, qué valioso es ésto?

AE: -Casualmente la semana pasada, como ya estamos terminando la etapa de organización interna, comenzamos con las actividades de extensión para que en diferentes lugares de La Matanza sepan de nuestra existencia. Nosotros pretendemos que sea algo serio y no un sello de goma. Que tenga funcionamiento y contenido. Y fue así que el sábado 26 de mayo en La Tablada, en la Cámara de Comercio e Industria de Crovara, armamos lo que dimos en denominar “Tertulia Fotográfica”, que es un formato de actividad donde lo que hacemos es ir a un punto determinado a hacer una charla de referencia histórica, con fotografías que tenemos en nuestro propio archivo y convocar a todos, pero en especial a aquellos vecinos pioneros o descendientes de hombres y mujeres que fueron pioneros en la localidad. El objetivo es que puedan aportar material.

NCO: -¿Y qué sucedió?

AE: -Pasó algo fabuloso, porque una hijas de verdaderos pioneros de La Tablada trajeron un material de gran valor histórico que inmediatamente fue digitalizado y en ese clima nostálgico, el Rotary Club de Villa Madero, directamente nos donó el material que era de su propiedad y además, recogimos un montón de documentos valiosísimos que nos arrimaron otros vecinos. La verdad, resultó una jornada gratificante, matizada con innumerables anécdotas de los propios vecinos y el compromiso de la Cámara de Comercio e Industria de La Tablada, siempre atenta a todo lo que es cultura, de volver a recrear la actividad.

NCO: -¿Van a seguir por otras localidades?

AE: -Si, la idea es replicarlas en todas las ciudades del Distrito. Si bien todavía no armamos una agenda, tenemos programado realizarla en San Justo, González Catán, Isidro Casanova y así sucesivamente en el resto de las demás ciudades de La Matanza. Siempre por un objetivo, que es el reconocimiento del Instituto y además, recolectar documentación. Nos hemos propuesto un trabajo a largo plazo. Fijate que no tenemos autoridades. Tenemos roles, ocupaciones y obligaciones. No nos interesan las chapas. Y finalmente aclaro, esta no es una dependencia municipal. Nuestra meta es que esto vaya creciendo y el día de mañana, cuando el Estado municipal esté en condiciones de absorberlo, sea parte de él. Pero primero está la etapa de consolidación del espacio y para eso estamos nosotros.

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