
El Presidente de la Asociación de Vecinos de La Boca, pasó por los micrófonos de Haciendo Radio y dio detalles acerca del estado actual del río más contaminado de la Argentina. Expresó que “se avanzó mucho en la cosmética y maquillaje del Riachuelo”.
Hablar del Riachuelo es hablar de uno de los tristemente célebres ríos más contaminados de nuestro país, con una larga historia de empresas que han vertido desechos tóxicos, la inconsciencia de la gente que arrojaba basura y distintas cuestiones más, que Alfredo Alberti explicó en “Haciendo Radio”, el programa de Diario NCO (lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por AM 850).
Entre las primeras cuestiones que mencionó, tuvo durísimas palabras hacia las empresas que contaminan el Riachuelo y las autoridades que no cumplen a rajatabla con las resoluciones que existen. “Las empresas siguen arrojando los vertidos industriales. Las resoluciones a las que deben hacer caso los inspectores son muy permisivas y por eso las empresas siguen arrojando los mismos vertidos de siempre”, lapidó el entrevistado.
Luego, se centró en el estado actual de contaminación que tiene el caudal y puntualizó que los problemas de fondo no se solucionaron a pesar de los sucesivos fallos que ordenaron limpiarlo. “Los líquidos cloacales y los vertidos industriales son los que dan una característica nefasta al Riachuelo y esto tenemos que decirlo. Los líquidos cloacales siguen igual”, reveló el Presidente de Vecinos de La Boca.
También tuvo severas palabras hacia la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) que es la encargada de limpiar el mismo y arremetió al expresar que “ya pasaron diez presidentes por ACUMAR. Todos dijeron ‘se acabó, las empresas van a tener que dejar de hacer los vuelcos que hacían´. Se fueron yendo y no cumplieron con su cometido”.
Sin embargo, dejó en claro que desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia en julio de 2008 que ordenaba sanear el este río, hubo algunos avances módicos, para marcar que no todo ha sido en vano. “La cuenca deja mucho que desear. Por supuesto que mucho se ha hecho en estos diez años, porque sino parece que todo fue infructuoso y no es así. Se avanzó mucho en lo que hace a la cosmética y el maquillaje del Riachuelo”, reveló Alberti.
“Se avanzó mucho en todo lo que sean los terraplenes, los bordes, que antes era una montaña de bolsas de basura. Ahora está todo cuidado, con césped y árboles.Se mejoró el espejo del agua que antes era una alfombra de basura, de animales muertos. Se superaron los barcos y cascos hundidos que había sobre todo en La Boca”, agregó el entrevistado.
Por último, hizo un llamado a la reflexión y pidió a la sociedad que se involucre en las cuestiones ambientales como las de este tipo, que no sean indiferentes, porque los problemas que se pueden generar a partir de la contaminación no distinguen fronteras ni clases sociales y afecta por igual a todas las personas.
Un fallo que no se cumple
Entre las muchas cuestiones que dejó en claro Alfredo Alberti, una ha sido muy resonante y es que desde hace más de diez años que la Corte Suprema de Justicia ordenó la limpieza del Riachuelo, aunque a lo largo de todo este tiempo los avances han sido casi nulos con el problema de fondo, que son los desechos cloacales y vertidos industriales que siguen siendo arrojados.
Con motivo de la decena de años cumplidos, en el mes de marzo, el máximo tribunal de justicia llamó a su actual presidente, Dorina Bonetti, a comparecer frente a ellos y explicar cuáles fueron los avances que se concretaron en todo el tiempo transcurrido.
Según se pudo averiguar, la situación que se vivió fue casi una escena escolar en donde el director reprime al alumno por portarse. Antes las reiteradas preguntas de los magistrados acerca de los trabajos realizados, la titular de ACUMAR no pudo responder de manera concreta ninguna de las cuestiones, utilizando frases vagas o evasivas.
Al día de hoy, muchas promesas se han escuchado, como la que ha dicho María Julia Alsogaray en los años 90 de limpiarlo en 1000 días, fallos de primera, segunda instancia y hasta una resolución de la Corte Suprema de Justicia, pero los avances no se notan, el Riachuelo sigue siendo el río más contaminado del país y en caso de no existir una real decisión política, seguirán viéndose las aguas negras de la desidia.