“Muchas chicas en este momento están sacándose un pase a la muerte para ser mas flacas”, con estas contundentes palabras, Patricia González, docente y estudiante de la Universidad de La Matanza comentó a NCO acerca de una de las problemáticas que afectan a mujeres y también a hombres, por el solo hecho de lucir más delgadas y cumplir con parámetros de belleza que cada vez crecen a pasos agigantados. Además, destacó la falta de información y contención por parte de instituciones educativas y barriales, por lo cual impulsa y llama a la prevención de dicha enfermedad.
Patricia Dávila
patriciasdavila@gmail.com
En una tarde a pleno sol, en medio de la Plaza de La Familia, NCO acudió al llamado, de una joven que sentada en un banco de este lugar, esperaba ser entrevistada con el fin de contar su experiencia de vida, acerca de una enfermedad enmarcada dentro de un trastorno alimenticio que padecen ciento de mujeres y hombres, bajo la adopción de conductas que se alejan de las pautas de saludables consumiendo comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos (los famosos “atracones”), para después buscar o eliminar el exceso de la misma a través de vómitos o laxantes.
Es por eso que basada en su historia, pide ayuda y concientización de todas las instituciones locales, provinciales hasta nacionales, para que se desarrollen programas o campañas de seguimiento a personas que manifiestan este trastorno. “Llame a NCO porque siento que en nuestra vida cotidiana poco se conoce acerca de la bulimia y también de la anorexia, por desgracia también poco se conoce algún centro de contención social que de una mano a las familias de las personas con este problema, y a la misma víctima, que puede vivir en Castillo, Catan o cualquier lugar de Buenos Aires, pero más me interesa focalizarme en nuestra comunidad matancera”, puntualizó la docente de 27 años de edad.
En este sentido, evidenció su experiencia cuando era adolescente y sufría de bulimia para luego explicar los porque de su llamado a la reflexión acerca de este tema, “cuando tenía 15 años era bulímica, desde los 8 años sufrí siempre la cargada de los chicos por tener unos kilos más, un día decidí adelgazar pero en ese afán inconsciente de llegar a cierto peso me enferme, a esa edad cuando estás en el pico de más alto de llevarte por los comentarios, me generaba angustia que no me entre un jean de la marca de ropa que a mí me gustaba y las vendedoras te digan, para vos no hay nada acá, es muy hiriente si alguien viene con alguna depresión o baja autoestima escuchar eso, obviamente después tenia las repercusiones vomitaba lo poco que comía y tenía mis atracones, la pasaba muy mal y no me daba cuenta en ese momento”.
Bajo esta misma línea, señaló que “después de arruinarme así por un tiempo largo, caí internada en un sanatorio de Casanova, donde una médica me vio, me dijo que era bulimia lo que tenía por varias señales en mi garganta y dedos, pero muy duramente me dijo “jodete, también debes andar tomando drogas”, enfrente de mis viejos y sin pruebas de lo que decía, me hizo sentir como una basura, encima tratarme de drogadicta, cuando lo único que hacía era vomitar, estaba llena de angustias, pero nadie parecía darse cuenta que cada vez era un esqueleto caminando, en el colegio de Laferrere donde iba, y me decían en forma de chiste irónico que era una tontita por pensar en ser flaca, gracias a mis fuerzas y un tratamiento con especialistas que seguí, estoy curada por completo, se reforzó todo en mi”.
“No hay casi nada de información sobre esto, hay mucha ignorancia acerca del tema por eso quiero pedir mediante el diario que si alguien ve este problema comience a pensar en alguna solución para las mujeres y hombres que tienen bulimia o anorexia, hay que diagramar medidas de prevención, en casa, en la escuela, en el club, y que piensen que esa chica o chico no es un loco ,como la mayoría piensa, es una persona que se está sentenciando a morir, con una alimentación mínima e inexistente y tiene bajones psicológicos como baja autoestima, ansiedad, o depresión, donde trabajo que son escuelas de zona sur de La Matanza, me tomo unos minutos de mi clase para hablar de acoso y burla en la escuela o el “Bullying”, que puede originar en ese nene o nena con kilos demás, una angustia barbará el sentirse burlado, llega a su casa y no quieren comer nada, teniendo al padre preocupado”, concluyó Patricia, que proyecta realizar una campaña barrial de ayuda y contención a personas que sufren estos desordenes alimenticios.
Perfil del paciente anoréxico o bulímico según la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (ALUBA) de Buenos Aires
Estos son algunos de los ítems desarrollados por esta asociación que brinda contención en esta problemática y se encuentra ubicado en Capital Federal. En personas con anorexia se pueden observar: alta conciencia de la enfermedad, miedo intenso a la obesidad, distorsión del esquema corporal (se ven gordos a pesar de tener bajo peso), caída del cabello, amenorrea, piel seca, hipotensión – Hipotermia, cortan los alimentos en trozos pequeños, tiran, escupen o esconden la comida, realizan hiper actividad para bajar de peso, y existe depresión en el 40 ó 45 % de los casos.
En el caso de los pacientes con bulimia los ítems a tener en cuenta son: vómitos recurrentes, deterioro de piezas dentarías, tienen conductas compensatorias como: escupir, abuso de laxantes, abuso de líquidos para compensar el hambre o provocar el vómito, ayuno, hiperactividad, cortan los alimentos en trozos grandes, comer rápidamente, engrosamiento glandular (parótida) en vomitadores, carácter se vuelve irritable, se sienten culpables, y obsesión por la silueta y el peso.