El embajador argentino ante la Unesco, Miguel Angel Estrella, destacó hoy la “tenacidad” de las Abuelas de Plaza de Mayo en su lucha para recuperar a los niños apropiados durante la dictadura, y subrayó que “ahora les llegó la hora de recoger los frutos”, en referencia al premio que el organismo les entregará este miércoles en París.
En una entrevista con Télam en las oficinas de la misión argentina de la Unesco -en la capital francesa- y a pocos días de la ceremonia de entrega del galardón, a la que asistirá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el pianista recordó los argumentos que tuvo el jurado del Premio de Fomento de la Paz Félix Houphouet-Boigny a la hora de inclinarse en esta oportunidad a favor de la institución que preside Estela de Carlotto.
“En la Unesco se destacó el mensaje de que nunca las Abuelas habían bajado sus brazos, y que el éxito de su misión -para muchas mujeres que habían pasado por lo mismo- es un mensaje universal”, señaló.
A modo personal, en tanto, Estrella destacó que las Abuelas “tienen la tenacidad de mujeres que supieron esperar y les llegó la hora de recoger los frutos”, y en ese sentido afirmó que la distinción con el máximo galardón del organismo “es el fruto más grande en el plano internacional”.
“Está considerado la antesala del Nobel de la Paz, porque muchos de los que ganaron este premio ganaron después el Nobel”, añadió el representante argentino en la Unesco, aunque aclaró: “La diferencia es que este premio tiene que ver específicamente con la paz y los derechos humanos”.
La entrega del Premio se llevará a cabo el miércoles en la sede parisina de la Unesco y, según contó Estrella, es tal la convocatoria que generó la elección de las Abuelas, que la sala estará al máximo de su capacidad.
“Hay una gran expectativa. Esta es la primera vez que una asociación de estas características recibe el galardón”, subrayó el diplomático.
En ese sentido, mencionó a las personalidades que años anteriores obtuvieron el Premio, entre ellas Nelson Mandela, Yitzhak Rabin, Shimon Peres, Yasser Arafat, el Rey de España, Jimmy Carter y Luiz Lula da Silva.
En otro tramo del reportaje, en el que no faltaron anécdotas familiares y artísticas, Estrella recordó, con pesar, la situación de abandono en que se encontraba la misión argentina en la Unesco antes del 2003 y la decisión del entonces presidente Néstor Kirchner de proponer cambiar ese panorama.
“Negrito, tenés que aceptar ser nuestro embajador en la Unesco. Necesitamos hombres y mujeres seguros para todo lo que pensamos hacer, para todo lo que hay que transformar”, fue el pedido que, según el músico, le hizo en su momento el fallecido ex mandatario, a poco de asumir el cargo.
Es que, de acuerdo a como lo recuerda Estrella, “este era un lugar completamente desarticulado, éramos el peor deudor, el gran deudor de la Unesco, no teníamos nada, ninguna comisión importante de nada”.
“Me llevó cuatro meses aceptar. Yo le decía: – Néstor, tengo tanto; una vida familiar fuerte, 100 conciertos por año, 50 para la solidaridad y 50 para vivir; soy embajador de Buena Voluntad desde el 88”, contó el pianista al repasar los momentos previos a su designación como representante en el organismo dependiente de las Naciones Unidas, hace ya casi ocho años.
Finalmente, destacó que, fruto del trabajo realizado y de la decisión política de reactivar la misión, “hoy nuestra delegación es un referente muy fuerte no sólo para el grupo regional de América latina y el Caribe, sino para la Dirección de la Unesco. Nos consultan muchísimas cosas”.
En ese marco, dijo que el senador Daniel Filmus, quien integra el Comité Ejecutivo del organismo, “es un hombre de consulta” y que la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien además ejerce la Presidencia del Consejo Intergubernamental (CIG) del Programa de Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST), “es una mujer de consulta por la inclusión social, por todo lo que son los programas sociales en América”.
“Siento que nuestra delegación recuperó los lugares que en otros tiempos tuvo, y el premio a las Abuelas es la frutilla de la torta”, concluyó.