El fenómeno meteorológico azotó este martes el norte del país dejando al menos dos muertos y obligando a miles de personas a abandonar sus casas para ponerse a salvo, informó la Oficina de Protección Civil en Manila.
Un bebé murió ahogado en un río desbordado en la provincia oriental de Catanduanes, y en Caloocan, un suburbio de Manila, otra persona falleció al ser aplastada por la caída de un árbol, mientras que cuatro pescadores están desaparecidos.
El tifón se desplazó con intensas precipitaciones y fuertes vientos, que arrancaron techos, árboles y postes de electricidad.
También el techo de un centro de evacuación, en el que se encontraba medio millar de personas, voló por los aires.
Las escuelas y los edificios gubernamentales en las áreas afectadas permanecieron cerrados, según despacho de DPA.
Según informó la autoridad meteorológica, el ojo del tifón llegó anoche a la costa noreste, en el límite entre las provincias de Aurora e Isabela.
Miles de personas fueron llevadas a lugares seguros el lunes, porque las autoridades temían inundaciones y deslizamientos de tierra.
“Nesat”, con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 170 kilómetros por hora, atravesará durante el día de hoy la región norteña de Luzón.