ATP de Buenos Aires
El chileno Fernando González, quien transita sus últimos días como tenista, concretó su mejor actuación en el ATP de Buenos Aires, puesto que arribó a cuartos de final al vencer al español Albert Ramos por 7-6 (8-6) y 7-6 (7-5), en un cruce que mantuvo en vilo al público.
González, ubicado en el puesto 263 del ranking mundial de la ATP, consumó su victoria ante el catalán Ramos (59) en una hora y 49 minutos, ante unos cuatro mil espectadores que aplaudieron de pie al trasandino en el partido que cerró la jornada en el Buenos Aires Lawn Tennis Club.
El chileno había superado en la ronda inicial al español Albert Montañes (52) y con su acceso a cuartos de final mejoró sus producciones anteriores, cuando perdió en octavos de final, en 2002 ante el cordobés David Nalbandian y en el 2003 frente al español Félix Mantilla.
El catalán, quien había dejado en el camino al argentino Juan Ignacio Chela (31), intentó contener la potencia del “Bombardero de La Reina”, pero no lo logró, en un partido que aportó como detalle saliente que fue el primero del torneo en el que no hubo quiebres de servicio, y se definió en sendos tie breaks.
El primer set fue parejo, cada uno salió a imponer su estilo, es decir que “Feña” González tiraba `palazos` de derecha cuando podía, mientras que el español intentaba moverlo de un lado a otro de la cancha para restarle potencia y cansarlo, algo que consiguió a veces.
Tanto el chileno como el catalán se mantuvieron firmes con su servicio y por eso la definición se estiró al tie break, y ahí también fue parejo solo que el chileno sacó una leve ventaja que le permitió ganar el set, algo que fue muy festejado por el público, volcado íntegramente a su favor.
La gente le reconoció a González su pasado, en el que llegó a ser quinto del mundo en el 2007, y dejó de lado el hecho de que en su mejor momento profesional no quiso venir a jugar en Buenos Aires, ya que argumentó una u otra excusa, y hasta una lesión en 2008, algo que se le “perdonó” en sus últimos días como tenista.
En el segundo parcial, González sacó a relucir su temperamento y deleitó al público con un sinfin de drops, algo que se va a extrañar cuando se retire definitivamente, el mes próximo durante el Masters 1000 de Miami.
El chileno se impuso apurar potencia en el tie break final y desató un festejo a puño cerrado, con el público argentino que lo apoyo durante toda la noche y también con un grupo de 20 compatriotas que se hicieron escuchar bastante.