El equipo de La Paternal venció con lo justo a un apático Independiente y se trepó a la cima del torneo junto a Boca.
Por su parte, la “academia” aprovechó el equipo alternativo que plantó el xeneize y se puso a dos puntos de la vanguardia.
Cuando parecía que el campeonato sería un monólogo de Boca y River, la décima fecha dio un cimbronazo que tal vez genere un quiebre y más equipos se sumen a la pelea por conseguir el certamen ya que el líder tuvo su primer traspié y no mira a todos desde arriba porque Argentinos se consolida como un equipo difícil de vencer y ya sueña con mucho más que escaparle al descenso.
El primero en emparejar las acciones del torneo fue el Racing del Chacho Coudet que tras la paliza recibida por River en la tercera fecha no volvió a perder, acumula cinco victorias y dos empates y bajó a quien era el único líder. Con un planteo basado en el orden, la solidez defensiva y un gran acierto de Matías Zaracho en la primera parte le alcanzó para vencer a un pálido Boca.
En la segunda mitad, el xeneize intentó torcer la historia con los ingresos de Alexis Mac Allister, Jan Hurtado y Mauro Zárate, pero chocó con sus propias limitaciones y no saber qué hacer cuando se encontró en desventaja.
Un dato de color es que en los dos partidos que perdió en el semestre, frente a River y Racing, comenzó abajo en el marcador y no pudo empatar, ni siquiera poder convertir. El partido del martes define mucho más que el pase a la final de la Copa Libertadores.
Por su parte, el Argentinos de Diego Dabove le dio otro golpe de realidad al desastroso Independiente de Sebastián Beccacece que no para de perder y en caso de caer frente a Lanús por Copa Argentina, muy posiblemente termine con el ciclo del blondo entrenador del rojo.
La receta del bicho fue cerrarle los espacios a un local que tenía la pelota, pero que en 90 minutos no pateó al arco. Sin ideas, sin actitud y sin juego, Independiente penó en la cancha y no existen motivos para sostener a un DT que hizo gastar 15 millones de dólares a la dirigencia y fracasó en todos los objetivos trazados en la pretemporada. Argentinos sonríe y disfruta de un hermoso presente.
River empató con Arsenal y Huracán se quedó con el clásico
El conjunto de Gallardo también pensó en el duelo copero del próximo martes y puso mayoría de suplentes frente al elenco de Sarandí y casi le salió mal. Estuvo en desventaja dos veces (2 a 0 y 3 a 1) pero se supo reponer frente a la adversidad y rescató un punto sobre el final del encuentro.
Scocco fue la gran figura. Con dos goles de él, el millonario se mantuvo con vida y finalmente logró empatar cuando quedaban menos de cinco minutos para concluir el cotejo. Otra buena fue un nuevo encuentro jugado para Juan Fernando Quintero, que está volviendo de su lesión en la rodilla. El martes Gallardo intentará dejar nuevamente afuera a su eterno rival.
Por último, Huracán y San Lorenzo se enfrentaron en el clásico en el que el globo borró de la cancha al visitante. Con un plantel diezmado desde el inicio del torneo, apostó su gran carta en la vuelta a las canchas de Lucas Barrios, que, tras 50 días sin jugar oficialmente, se redimió con el público y convirtió el primer gol del encuentro.
El dato negro de la tarde fue el supuesto apriete por parte de la dirigencia de Huracán en el entretiempo del partido al árbitro que impartió justicia, Fernando Espinoza. Más allá de esa cuestión que deberá aclararse en el futuro, en la segunda mitad el local mantuvo su actitud voraz y terminó de liquidar el pleito con un tanto de Fernando Coniglio. Desde que asumió, Néstor Apuzzo no perdió al frente de Huracán y en contrapartida, Pizzi no le encuentra la vuelta a su equipo.
Con el torneo a mitad de camino, ya se pueden dar algunas precisiones: el ciclo de Beccacece en Independiente está terminado por la pobrísima campaña realizada, Boca y River piensan en la Copa Libertadores y abrieron chances en la Superliga y los demás equipos olieron sangre e intentarán ilusionarse con pelear el campeonato.
Fuente de la fotos: Diario Olé
