
Así iniciaba un aviso que fue compartido a través de distintas vías de comunicación y dio a conocer una de las situaciones que se da en La Matanza y que, además, se está volviendo recurrente en el Partido: la necesidad de ocupar tierras.
En el comunicado emitido por Partido Obrero de La Matanza, se notificó sobre la presencia de más de 200 familias que hace semanas se encuentran en una lucha por una ocupación de terrenos ubicados en la Ruta provincial 1001 y Juan Lavalleja, de la localidad de González Catán.
Diario NCO se comunicó con Gabriela de La Rosa, miembro del Polo Obrero, quien confirmó que, efectivamente, la toma se está desarrollando y como aún no apareció ningún privado reclamando la titularidad de las tierras, las familias están a la expectativa de que el Municipio abra un canal de negociación.
De La Rosa resaltó la desesperación por la que los vecinos están atravesando, ya que necesitan del espacio para poder asentarse y acceder así a las viviendas. “Son familias matanceras que la están pasando mal, en un distrito que está siendo muy golpeado por la crisis social que estamos viviendo”, agregó.
“La idea de girar el comunicado es para que llegue a oídos del Municipio y haya un camino de dialogo para que frene cualquier tipo de desalojo y que, en el caso de haber uno, no sea violento como el que hubo hace un par de semanas atrás, donde hubo gente detenida y abusos”, aclaró.
Familias que también se organizan
Sobre el operativo anterior, el cual termino con la detención de al menos 10 personas, Gabriela De la Rosa explicó que no sucedieron en el mismo asentamiento en el que ahora se encuentran las familias, sino que fueron en predios situados a unas 20 cuadras alejadas y cuyo propietario se había hecho presente con una orden de desalojo.
“Ese día fueron con topadoras, incendiaron las casillas que se había armado la gente, golpearon a niños, fue bastante feo. Las diez personas arrestadas pasaron un día entero detenidas, que podían quedarse hasta declarar pero estiraron todo”, contó.
Incluso, según aseguró de La Rosa, muchos de los que ahora están en esta zona ocupada pasaron también por aquel desalojo, “están decididos a quedarse, no tienen a dónde ir. Son familias que se bancaron la lluvia, la inundación, viven en barrios que ,efectivamente, caen dos gotas y se inundan, estuvieron toda la noche de este sábado con la tormenta limpiando el predio, dejándolo prolijo porque había hasta desarmaderos de autos”, añadió.
En este contexto y con el objetivo de planear estrategias para lograr un canal de negociación con las autoridades municipales, las familias están en asamblea permanente eligiendo a sus delegados y llevando adelante censos para poder asistir, en principio, este lunes al Municipio y dialogar con las potestades correspondientes.
Crisis que agrava la problemática
“A partir de este comunicado, hablaron conmigo personas también de La Matanza, de la zona de Villa Celina, donde hubo una toma hace poquito y un desalojo de unas 50 familias aproximadamente. Cerca de las tierras del Mercado Central, hace poquito, hubo también otro desalojo pero es producto no del comunicado sino de la realidad que se está viviendo”, contó.
Asimismo, afirmó: “no es casual que proliferen las tomas porque hay una crisis habitacional enorme. La gente que venían alquilando ya no pueden sostenerlo, entonces frente a la desesperación y con terrenos que están ociosos, que no tienen ningún uso, obviamente la gente lo va a ir a tomar y eso se va a desarrollar no solamente en González Catán, sino alrededor de toda La Matanza”.
Por otra parte, a los vecinos se les abrió una causa penal a modo de intimación para que desocupen los terrenos y al respecto Gabriela opinó, “la situación del Municipio el propio Gobierno Municipal lo sabe, se caen las changas y el trabajo informal, la gente está haciendo trueques por todos lados. Deberían dar respuestas de amparo a estas personas, si los predios son municipales o provinciales. Ellos quieren saber el estado de esta situación y por eso se les pide que abran un canal de diálogo”.
“Las familias no abandonan los terrenos, están ahí bajo el sol, bajo la lluvia, con sus hijos. Hay que ver cuál es el número que tira el censo de las personas que hay. Están dispuestos a quedarse, seguir organizándose y esperar a ser atendidos este lunes”, concluyó.