

El próximo 6 de junio es el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados: el trasplante cardíaco, un procedimiento complejo que salva vidas, enfrenta desafíos en el país
Por Florencia Belén Mogno
El trasplante de corazón se posiciona como el tercer tipo de trasplante más frecuente en Argentina, con más de 100 procedimientos realizados anualmente. Este recurso médico está reservado para casos de insuficiencia cardíaca grave que no responden a tratamientos convencionales.
Sin embargo, múltiples informes y relevamientos indicaron y remarcaron que la cantidad de órganos disponibles aún es insuficiente para cubrir la demanda real de pacientes en estado de espera.
Argentina alcanzó en 2024 su pico histórico de donación de órganos, con una tasa récord de 17,7 donantes por millón de habitantes. No obstante, esta cifra aún está lejos de países líderes en donación como España, que registra 53 donantes por millón, lo que obliga a continuar con la promoción de la donación y la mejora de los procesos de trasplante para salvar más vidas.
En ese sentido, Diario NCO tuvo la oportunidad de acceder a un informe elaborado por especialistas del CONICET el cual brindó detalles respecto de las estadísticas sobre donantes y el índice de trasplantes de corazón en el país.
En ese aspecto, en el documento consultado, la doctora Mirta Diez, jefa del Servicio de Insuficiencia Cardíaca, Hipertensión Pulmonar y Trasplante Cardíaco del ICBA Instituto Cardiovascular, explicó que “en Argentina se realizan entre 100 y 120 trasplantes de corazón por año. Esta cifra es significativamente menor al número de pacientes que sufren formas avanzadas de insuficiencia cardiaca.”
En concordancia con lo planteado, la especialista también destacó que la Ley Justina, vigente desde 2018, estableció la figura del “donante presunto”, lo que “ha facilitado el proceso de donación”.
Para la doctora Diez, “la promoción de la donación de órganos acompañada de la concientización en la comunidad es una herramienta efectiva para aumentar la tasa de donantes. Pero además es muy importante acompañar emocionalmente a la familia del potencial donante generando contención y valorizando la inmensa generosidad de la decisión que van a tomar.”
Análisis de la salud cardíaca
Por otra parte, el informe señaló que la insuficiencia cardíaca, que afecta entre 1 y 2 personas por cada 1000 anualmente, puede derivar en una condición grave donde el corazón no bombea eficazmente la sangre. En estos casos, cuando los tratamientos convencionales resultan insuficientes, se evalúa la opción del trasplante cardíaco.
La doctora Lucrecia María Burgos, también del ICBA, puntualizó en el estudio que “un trasplante de corazón no comienza en el quirófano, sino mucho antes. Todo empieza con el seguimiento de los pacientes con insuficiencia cardíaca, una condición compleja y progresiva”.
Además, la profesional indicó que “los pacientes llegan al trasplante cardiaco por una forma grave de insuficiencia cardíaca, con una expectativa de sobrevida muy reducida. Por esto, en general requieren de mucho cuidado del sistema de salud, ya que aproximadamente tres de cada cuatro pacientes en lista de espera se encuentran hospitalizados al momento del trasplante.”
En esa línea, el estudio detalló que el proceso que precede al trasplante es complejo y requiere la evaluación y preparación integral por parte de un equipo multidisciplinario que incluye cardiólogos, cirujanos, psicólogos, nutricionistas, infectólogos, neumonólogos y trabajadores sociales, quienes aseguran que el paciente esté preparado física y emocionalmente para la intervención.
“El día del trasplante representa solo la punta del iceberg de todo este trabajo. Se trata de un operativo complejo, que requiere una coordinación milimétrica y una gran precisión. Cuando recibimos la notificación de un posible donante, se evalúan en detalle las características clínicas del órgano y su compatibilidad con el receptor”, describió Burgos.
En sintonía, la médica agregó en el informe: “Una vez tomada la decisión de avanzar, se activa un operativo que involucra simultáneamente al equipo de ablación y al equipo de implante. En instituciones como el ICBA, ese día todo el hospital se moviliza: cada profesional asume su rol con máxima dedicación y compromiso. Es, sin dudas, una verdadera tarea de equipo”.
Precisiones de la investigación
De acuerdo al estudio presentado por el CONICET, en los primeros cinco meses de 2025 se realizaron 48 trasplantes cardíacos en Argentina, consolidando su lugar como el tercer trasplante más frecuente detrás del renal y hepático, pero aún lejos de cubrir la demanda.
Asimismo, el informe añadió que la mayoría de los centros especializados se encuentran en el AMBA, mientras que el 60 por ciento de los pacientes en lista de espera vive en otras provincias, lo que complica la logística y el acceso.
El trasplante no solo prolonga la vida, sino que mejora significativamente su calidad. Muchos pacientes trasplantados logran retomar sus actividades habituales, incluyendo el trabajo, el deporte y una vida social plena. Sin embargo, es fundamental un seguimiento riguroso para detectar signos de rechazo o complicaciones y asegurar el éxito a largo plazo.
“En los últimos años, hubo avances relevantes que han mejorado tanto la seguridad como la efectividad del trasplante cardíaco. Se han desarrollado inmunosupresores más específicos y eficaces, que permiten prevenir el rechazo del órgano trasplantado con menos efectos adversos para el paciente”, explicó Burgos en el estudio.
En esa línea y ya para concluir, la especialista resumió: “Las nuevas tecnologías de preservación del órgano durante el traslado —como los sistemas de perfusión ex vivo— permiten mantener al corazón en mejores condiciones hasta el momento de la intervención, ampliando las posibilidades de éxito del trasplante”.
Fuente fotografías: conicet.
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