Edición N° 8482
Microficcion

Fraternidad: Microficción

madre les contaba cada noche una historia distinta.Fraternidad

Fraternidad
Fraternidad

Por Christian Barros

Los niños, ambos, se dormían imaginando aventuras sin igual en tierras lejanas, en mares bravíos.

Pero cuando primero les contó la de Caín y Abel, y más tarde la de Rómulo y Remo, se instaló en ellos la desconfianza y nunca volvieron a descansar sin esperar la traidora puñalada del otro.

El autor: Christian Barros abandonó la confortable vida intrauterina en abril de 1975. Heredó de su madre la imaginación novelesca y de su padre el apellido. En 2015 publicó Poesía completa y en 2016 Breve estancia en la omnisciencia (microrrelatos) ambos de manera independiente y presentes en la Feria del libro.

Microficción seleccionada por Luciano Doti (Lomas del Mirador). Twitter: @Luciano_Doti

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Por Christian Barros

Los niños, ambos, se dormían imaginando aventuras sin igual en tierras lejanas, en mares bravíos.

Pero cuando primero les contó la de Caín y Abel, y más tarde la de Rómulo y Remo, se instaló en ellos la desconfianza y nunca volvieron a descansar sin esperar la traidora puñalada del otro.

El autor: Christian Barros abandonó la confortable vida intrauterina en abril de 1975. Heredó de su madre la imaginación novelesca y de su padre el apellido. En 2015 publicó Poesía completa y en 2016 Breve estancia en la omnisciencia (microrrelatos) ambos de manera independiente y presentes en la Feria del libro.

Microficción seleccionada por Luciano Doti (Lomas del Mirador). Twitter: @Luciano_Doti

Un Comentario.

  1. UN POCO DE POESIA .
    LUIS BERNARDINO NEGRETI . POETA JUNINENSE .

    Himno a Junín

    Juventud, juventud de mi pueblo

    Soplo eterno de eterna ilusión

    Elevemos con todo entusiasmo

    Por Junín nuestra dulce canción.

    Por Junín la ciudad del Oeste

    Que es emporio de toda labor,

    Cuyos hijos valientes y rudos

    Son orgullo de patria y amor.

    Por Junín cuyas bellas mujeres

    Son emblema de gracia y candor,

    Por sus nobles maestras de escuela

    Que nos dictan la sana lección.

    Por todos aquellos que dieron

    En la santa profícua labor,

    Por Junín la ciudad del Oeste

    Su viril entusiasmo mejor.

  2. LUIS BERNARDINO NEGRETI .

    LA CANCION DEL HOMBRE AGRADECIDO

    Porque me diste un alma melancólica y buena,
    que a despecho de todo se mantuvo serena;
    porque en mí florecieron con romántico empeño,
    las fantásticas rosas del amor y el ensueño.

    Porque amé a la belleza sobre toda otra cosa,
    en el verso, en el ave, la mujer y la rosa;
    porque tuve el capricho de labrar mi fortuna
    con la plata bruñida de la mágica luna.

    Porque fue para todos mi cosecha de flores,
    y la dicha gloriosa de mis horas mejores,
    porque fui para todos como un beso de amor.

    A despecho de todos mis acerbos dolores,
    refundido en belleza, yo te alabo, Señor;
    en el verso, en el ave, la mujer y la flor.

    MI ANTIGUO BARRIO

    I

    Ayer volvía a mi barrio después de casi un año,
     y me embargó la pena de verla tan extraño.
     En unos pocos meses: ¡Cuánto ha progresado!…
    ¡Tenemos luz eléctrica!. ¿Tenemos empedrado!…

    Sin embargo, todo esto no me causa alegría,
    y algo noto que falta de lo que antes tenía.
    Los chicos ya no juegan en la calle como antes,
    huyendo si veían llegar a los vigilantes.

    El turco ya no tiene su boliche en la esquina,
    ni en la casa de al lado vive ya mi vecina
    aquella que a mis versos prestaba inspiración.

    También la lavandera se ha mudado de casa,
    y el mendigo andrajoso por la calle no pasa
    apoyado en el puño de su grueso bastón.

    II

    ¡Cómo ha cambiado todo!. Cualquiera pensaría
    que al barrio le robaron el alma que tenía.
    Tan sólo la modista parece haber quedado,
    pero éste, como el barrio, también ha progresado.

    Hoy lleva recortada su linda cabellera
    y lleva sobre el brazo luciendo una pulsera,
    pero alguien asegura que todos sus excesos
    los paga con el falso dinero de sus besos.

    Reniego de este barrio progresista y vacío,
    porque ya no es el mismo, porque ya no es el mío,
    porque ya no merece mi homenaje de amor.

    Este barrio que fuera como un reino pequeño,
    que aromó con sus rosas el rosal de mi ensueño
    y algró con sus trinos mi jilguero cantor.

    POR LAS CALLES DEL PUEBLO

    Cuando todas las tardes
    a pesar del invierno,
    voy cruzando las calles
    polvorosas del pueblo;
    cierta gente murmura
    de mi traje modesto,
    de mi larga melena,
    de mi negro pañuelo,
    y las alas tan anchas
    de mi viejo chambergo.

    Y yo escucho que dicen
    con desden altanero:
    “Es un pobre muchacho
    que le da por los versos,
    que se pasa las noches,
    componiendo sonetos,
    que después aparecen
    en los diarios del pueblo,
    dedicados a una
    que ni quiere leerlos”.

    Yo prosigo con mi viaje
    sin sentirme molesto
    con el triste bagaje
    de mis pobres ensueños,
    y al pensar en mi crimen
    de escribir malos versos,
    de vestir como visto,
    de pensar como pienso,
    me da mucha tristeza
    de pasear por el pueblo.

    YO SOY UN HOMBRE BUENO

    Yo soy un hombre bueno, demasiado sencillo,
    que tengo la desgracia de ser espiritual.
    Y como de las cosas no me seduce el brillo
     la gente me moteja de ser original.

    Yo soy un hombre bueno, demasiado sincero,
    que tengo para todos un afecto cordial,
    y como escribo versos y no tengo dinero
    vivo el sueño dorado del bohemio ideal.

    El amor pocas veces ha charlado conmigo;
    la amistad, sin embargo, me ha brindado su abrigo
    y a su amparo he mirado florecer mi rosal.

    En mi vida paria solo tengo un anhelo,
    y es cuidar cada día con tiernísimo celo
    que no crezcan en mi alma las ortigas del mal.

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