Número de edición 8481
La Matanza

La Matanza: Entre lo íntimo y lo elemental, el debut discográfico de Sebastián Galeano

El músico y compositor de La Matanza y su primer EP.
El músico y compositor de La Matanza y su primer EP.

El músico y compositor de La Matanza presentó su primer EP “Tres Elementos”, una obra que condensa viajes, poesía y paisajes sonoros.

Por Florencia Belén Mogno.

En el panorama musical actual, las producciones independientes se posicionan como espacios donde la autenticidad encuentra su mejor expresión. Frente a las exigencias del mercado y los ritmos impuestos por la industria, cada vez más artistas optan por construir sus propios caminos desde lo sensible, lo artesanal y lo introspectivo.

En ese marco, los discos debut funcionan como postales de inicio, pero también como manifiestos sonoros de quienes los crean. Hay en ellos una urgencia por decir, por definirse y por compartir aquello que maduró a lo largo de los años.

Con ese espíritu se presentó Tres Elementos, el primer EP del músico, cantante y compositor Sebastián Galeano. El artista, oriundo de La Tablada (partido de La Matanza), dialogó con Diario NCO sobre su recorrido artístico, el origen de este proyecto discográfico y el modo en que las canciones condensan paisajes del sur, búsquedas personales y una estética que se fue forjando con el tiempo.

Nuevos talentos

“Tres Elementos” es tu primer disco profesional. ¿Qué significó para vos dar este paso en tu carrera musical?

S.G: Si bien yo venía ya grabando canciones con Sebastián Salvador, que es él el que me hizo la producción, nunca fue a un nivel pensado para sacar un disco y las canciones eran diferentes. Entonces me agarró en un proceso de composición, para mi gusto, diferente; yo notaba que había crecido, que tenía una forma de poder expresar lo que yo quisiera decir de otra manera. Entonces me agarró en un momento que tenía que ser en ese momento, y todo se fue dando hasta que decidí hacer el EP, que para mí es el inicio de todo, más allá de que yo ya tenía temas grabados, y ya había tocado, y ya había cantado. Pero “Tres Elementos” fue como el inicio de todo, y es muy especial porque las canciones me gustaron un montón.

¿Cómo influyó tu viaje al sur del país en la creación de las canciones que componen el álbum?

 

S.G: El viaje fue muy especial porque estaba cumpliendo un sueño que era viajar en moto al sur. Este viaje me llenó de ideas, de sentimientos, de poder ver el paisaje, de encontrarme conmigo mismo, y de replantearme un montón de cosas que solo lo hacés cuando estás vos con vos mismo, vos y tu cabeza. Entonces, las canciones fueron surgiendo ahí. Fue muy importante porque de ahí salieron un montón de cosas. Por ejemplo, hay una canción que se llama “Todo”, y que habla de un incendio que hubo en El Hoyo, un lugar en Neuquén, entonces esa canción surgió con esa idea de un incendio, más allá de que también es una canción de amor. Igual fue con “Montaña” y “Cuál es tu lugar”, también.

¿Por qué elegiste el título “Tres Elementos”? ¿Qué simboliza para vos dentro del concepto del disco?

S.G: Cuando terminé el disco, no tenía un nombre, incluso no tenía pensado poner un nombre, simplemente iba a ser mi nombre. Pero después, como se fue dando eso de tres elementos, porque yo me refiero a lo que me representaba el viaje, ese elemento de lo que es la lluvia, la tierra, la montaña, el agua, incluso el amor como elemento también, o la soledad. Eran muchos más elementos, pero yo elegí tres por decir: ‘a mí me gusta mucho la montaña, el elemento de la tierra, el agua, los lagos que vi, el viento que me hizo estragos en el viaje. Entonces el nombre tiene que ver con eso, en realidad, con los elementos que yo fui disfrutando y, en otras ocasiones no durante el viaje.

En cuanto a la realización, ¿Cómo fue trabajar nuevamente con Sebastián Salvador en la producción y qué buscaste en el sonido del álbum? Y en relación a lo técnico, ¿qué rol tuvo la elección de un mastering analógico en tu trabajo con Conrado Silvela y cómo impactó en el resultado final del disco?

S.G: Trabajar con Sebas, más allá de que es mi amigo y lo admiro como músico, y lo quiero mucho, siento que él me lee lo que yo le quiero explicar, musicalmente hablando. Entonces él conoce lo que me va a gustar. Eso me ayuda un montón porque yo le presento la canción, y en base a la canción vamos trabajando y Conrado con el trabajo que hizo le dio un brillo diferente a todo.

Por otra parte, a la hora de componer, ¿cómo llevas adelante ese proceso? Y ¿Qué lugar ocupa la poesía en tu proceso de composición y cómo influye en tu estilo musical?

S.G: Yo creo que el proceso de composición es natural en mí. No tengo un secreto o un método o una técnica para componer, sino que nace, como que fluye desde mí. Es algo que está en mi inconsciente, y cuando agarro la guitarra, voy haciendo una nota, y por ahí escribo algo que me gusta y después que escribo algo, nace la canción completa. Después sí, trabajo sobre esta composición.Tiene que ver también con eso que me va pasando en el día a día, en la vida y después veo qué me gusta, qué no me gusta.

Tu historia con la música empezó temprano, pero también pasaste por otras bandas. ¿Qué aprendizajes te dejaron esas experiencias para este proyecto solista?

S.G: En mi casa éramos muchos músicos, así de oído, como se dice, pero nada académico, sino que la música estaba como en nosotros. En toda mi familia, alguien cantaba, alguien tocaba, y surgió así. La música siempre estuvo. Pero yo después le dediqué un poco más de tiempo para hacerlo un poco más académico. Tuve dos bandas: Mayday Catástrofes Área y Antenas. Si bien no estuve mucho tiempo en esas bandas, sí fueron bandas con las cuales yo pude tocar por primera vez. Si bien yo ya había cantado como solista en algún lugar, pero no con bandas, así que fue una experiencia que me dio muchas ganas de darle para adelante. Y decidí ir con esto, más allá que cuesta montonazo, fueron como el puente para poder seguir y decir: ‘quiero un disco, quisiera tocar acá, también quiero un video’. Entonces eso fue como un impulso para darle para adelante y también para seguir como solista.

Trabajás de manera independiente. ¿Cuáles son los desafíos y las satisfacciones de ser un artista independiente hoy en día?

S.G: Sí. Cuesta ser independiente porque todo sale del bolsillo, y estos tiempos se tornan difíciles. Pero ese es el desafío. El desafío de poder mostrar tu arte más allá de la dificultad que uno tenga y que, más allá de todos los obstáculos, de a poquito, saltándolos. Y así y todo, podés sacar un EP, podés hacer un video, podés tocar, podés sacar entrevistas y demás. Es difícil, pero no imposible. Y, aparte, es una satisfacción enorme. Con todos los problemas de la vida que uno tiene, poder tener un disco y que lo escuchen, eso creo que es la satisfacción de decir: ‘me costó un montón, pero vale la pena’. Vale la pena porque yo creo que el arte, sea cual fuere lo que hacés, tenés que hacerlo conocer. Y siempre cuesta, porque el arte siempre duele, pero no es imposible.

Por último, ¿qué planes tenés para el futuro ahora que lanzaste Tres Elementos?

S.G: Los planes para el futuro son seguir componiendo, seguir escribiendo canciones y seguir haciendo discos, hacer sencillos y darme a conocer. Y que “Tres Elementos” se mueva, como digo yo, que se vaya moviendo, que ya tenga una identidad como músico y que me gente lo pueda conocer de a poquito. Esa es mi meta como músico: tener una identidad, tener un sonido propio, que mis canciones estén ahí, que las personas puedan escuchar, y paso a paso, que se vaya dando así, de a poco. Esa es mi meta, y lo que me hace feliz: que lo que yo haga se vaya conociendo y que la gente pueda disfrutar de mis canciones.

Fuente fotografías: Sebastián Galeano.

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