

El colectivo Vecinxs por la Reserva recibió a estudiantes del kiosco juvenil y de la UNLaM para reflexionar en comunidad sobre la importancia de la biodiversidad y la protección de los espacios verdes.
Por Florencia Belén Mogno
En el contexto de una crisis ambiental cada vez más visible en los territorios urbanos del conurbano bonaerense, los espacios de educación popular y encuentro colectivo adquieren un rol clave para el fortalecimiento del vínculo entre las comunidades y sus entornos naturales.
La Reserva Natural de Laferrere, ubicada en el partido de La Matanza, representa uno de los pocos pulmones verdes que aún resisten el avance del cemento, las topadoras y el modelo de urbanización sin planificación ni cuidado ecosistémico.
La conservación de la biodiversidad local no solo es una cuestión ecológica: también es social, política y profundamente educativa. La pérdida de hábitats naturales, la disminución de la flora autóctona y la multiplicación de las inundaciones tienen consecuencias directas sobre la calidad de vida de los habitantes del distrito, sobre todo de aquellos barrios más postergados.
Por este motivo, la acción vecinal sostenida y las propuestas comunitarias en defensa del ambiente se vuelven urgentes y necesarias. En este marco, la articulación entre organizaciones socioambientales, instituciones educativas y espacios juveniles ofrece una vía concreta para construir conciencia ecológica desde abajo y desde los territorios.
En ese sentido y de acuerdo con la información a la que pudo acceder Diario NCO, desde el colectivo Vecinxs por la Reserva Natural de Laferrere, celebraron que en los últimos días se llevó a cabo una jornada especial en la que recibieron la visita de integrantes del kiosco juvenil del barrio San José Obrero y estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Matanza.
Detalles de la jornada
Según comentaron desde el colectivo vecinal, “Recibimos la visita de los chicos del kiosco juvenil, una institución que desde varios años se encuentra ubicada en el barrio San José Obrero, y estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la UNLaM para vivir una jornada de intercambio y aprendizaje”.
En ese aspecto, el encuentro se desarrolló en el vivero que el colectivo mantiene con esfuerzo comunitario dentro del Centro Cultural Entre Amigos, en la intersección de las calles Sudamérica y Lavallol.
Luego de compartir una merienda, los participantes reflexionaron sobre distintas cuestiones ambientales que afectan directamente al territorio. “Charlamos sobre la importancia de la biodiversidad, las problemáticas ambientales que nos aquejan, las inundaciones, sobre la reserva y lo fundamental que es preservar los últimos espacios verdes de nuestros barrios”, detallaron los organizadores.
La jornada incluyó también un recorrido por el vivero, donde se pudieron observar de cerca las plantas nativas, la vegetación autóctona y las orugas de mariposas, especies clave en el equilibrio del ecosistema.
“Hubo muchas preguntas y entusiasmo, lo cual por supuesto nos encantó”, expresaron desde Vecinxs, al destacar el interés que demostraron tanto los jóvenes del kiosco como los estudiantes universitarios.
Conciencia ambiental colectiva
Uno de los momentos más significativos del encuentro fue el intercambio de ideas en torno a posibles articulaciones futuras. “También hablamos sobre la posibilidad de hacer próximamente algunas actividades en conjunto”, anticiparon desde el colectivo, y abrieron la puerta a nuevas propuestas que integren a más actores del territorio en la defensa de la reserva y el medio ambiente.
El vivero de la reserva cumple una doble función: por un lado, preserva y reproduce especies nativas que se encuentran en riesgo; por otro, funciona como un espacio educativo y cultural que promueve la conciencia ecológica y el trabajo comunitario.
En ese sentido, desde la organización recordaron a la comunidad que “se podés acercar al vivero que se encuentra ubicado en el Centro Cultural Entre Amig@s, para colaborar en las diversas actividades que realizamos”.
La experiencia vivida reafirmó la importancia de defender y visibilizar los espacios verdes urbanos como patrimonio común de las comunidades. En barrios donde el acceso a la naturaleza es cada vez más limitado, iniciativas como la de Vecinxs por la Reserva de Laferrere no solo resisten el avance del extractivismo urbano, sino que construyen desde la práctica cotidiana una alternativa posible basada en el respeto por la vida, la participación ciudadana y la educación ambiental.
Fuente fotografías: Vecinxs por la Reserva Natural de Laferrere.
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