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Una esperanza para el Chagas crónico: un fármaco oncológico podría cambiar el tratamiento

Chagas crónico: fármaco oncológico podría cambiar el tratamiento
Chagas crónico: fármaco oncológico podría cambiar el tratamiento

Investigadores del CONICET, la Universidad Nacional de La Matanza y la Universidad Nacional de San Martín descubrieron que un medicamento aprobado para tratar cánceres podría ser reutilizado como terapia eficaz para pacientes con Chagas crónico, una de las fases más difíciles de tratar.

Por Florencia Belén Mogno.

Una investigación desarrollada por especialistas del CONICET, la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) abrió una nueva vía para enfrentar una de las enfermedades más desatendidas de América Latina: el Chagas en su fase crónica.

A partir de estudios in vitro, se identificó que un fármaco aprobado por la FDA para ciertos tipos de cáncer podría tener una acción altamente efectiva contra el parásito causante de esta patología. En ese aspecto, el informe al que tuvo la oportunidad de acceder Diario NCO destacó la importancia de la posibilidad de reposicionar un medicamento ya existente representa un avance significativo que podría acelerar la llegada de nuevas opciones terapéuticas para millones de personas.

Actualmente, los tratamientos disponibles para el Chagas crónico son escasos y, en la mayoría de los casos, poco eficaces. Los antiparasitarios tradicionales no solo presentan baja respuesta clínica, sino que también generan efectos adversos que muchas veces dificultan su continuidad.

La novedad de este hallazgo, difundido en la revista Frontiers in Microbiology y al facilitado a este medio, reside en que se propone una estrategia terapéutica basada en un blanco molecular específico del parásito y en la reutilización de un fármaco conocido, el sorafenib.

Unión científico y progreso en salud

El equipo de investigación interdisciplinario puso el foco en una proteína llamada TcSR62, clave para la supervivencia y capacidad infectiva del Trypanosoma cruzi, el agente responsable de la enfermedad. A través de herramientas bioinformáticas y ensayos de laboratorio, se detectó que el sorafenib, una droga utilizada en tratamientos oncológicos, puede inhibir esa proteína y, con ello, frenar el ciclo de vida del parásito dentro de las células huésped.

En relación a lo planteado, la investigación brindada a este medio explicó y destacó que “la combinación de modelado computacional, pruebas experimentales y colaboración internacional permitió identificar esta acción específica del fármaco sobre el blanco terapéutico”.

El estudio fue liderado por la investigadora Gabriela Levy, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIBio, CONICET-UNSAM), en articulación con colegas de la Escuela de Bio y Nanotecnologías (EByN-UNSAM), la Universidad de New York (NYU), y con la participación destacada de Analía Níttolo, investigadora de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC-PBA) y del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza.

En este punto, el informe consultado por NCO destacó y remarcó que la participación de investigadores de universidades públicas nacionales fortaleció el carácter multidisciplinario y federal del proyecto.

Detalles del avance

Los experimentos demostraron que el sorafenib eliminó tanto las formas infectivas como replicativas del Trypanosoma cruzi, confirmando su potencial como agente tripanocida. Una de las principales ventajas del enfoque planteado por los investigadores reside en el uso de un fármaco que ya cuenta con aprobación sanitaria en mercados exigentes como el estadounidense.

En esa línea, los expertos que formaron parte de la investigación hicieron hincapié en que “esto no solo acorta los tiempos de validación para su uso en nuevas patologías, sino que también reduce los riesgos y los costos asociados al desarrollo de una droga completamente nueva”.

Además, el equipo prevé que el sorafenib podría combinarse con otros medicamentos antiparasitarios como el benznidazol, ampliando las estrategias terapéuticas para los pacientes que transitan la enfermedad en su etapa más avanzada. En ese sentido, el estudio señaló que el próximo paso de la investigación será evaluar la eficacia del tratamiento en modelos animales con infección crónica y diseñar ensayos clínicos que permitan validar estos resultados en humanos.

Desde el punto de vista sanitario y social, el impacto de este hallazgo podría ser profundo. El Chagas es una enfermedad que afecta a cerca de 6 millones de personas en América Latina, y se estima que más del 70 por ciento de los pacientes se encuentra en la fase crónica, donde el parásito se esconde en los tejidos y los síntomas pueden tardar años en manifestarse. La carencia de opciones terapéuticas ha dejado a estos pacientes en una situación de vulnerabilidad clínica que este tipo de investigaciones intenta revertir.

A través de esta línea de trabajo, y ya para concluir, el estudio subrayó que “el reposicionamiento de fármacos surge como una estrategia eficiente para enfrentar enfermedades olvidadas por la industria farmacéutica tradicional. La posibilidad de adaptar tratamientos ya existentes, con un perfil de seguridad previamente aprobado, abre el camino a soluciones más rápidas, asequibles y efectivas para poblaciones que históricamente han sido relegadas en el acceso a la salud”.

Fuente fotografías: CONICET.

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