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Gino Bencivenga: “La Tapera es un aglutinador de angustia en estos tiempos”

Gino Bencivenga, participó con el ciclo radial No Te Duermas
Gino Bencivenga, participó con el ciclo radial No Te Duermas

El creador de este teatro popular participó de un mano a mano con el ciclo radial No Te Duermas que se emite por Hexa Radio, coproducción del Periódico SIC y Diario NCO, para contar como son las actividades en ese espacio.ZUNINO

En tiempos difíciles, dicen que el arte salva. Tan es así que el creador del Teatro La Tapera, Gino Bencivenga, participó de un mano a mano con el ciclo radial No Te Duermas que se emite por Hexa Radio, coproducción del Periódico SIC y Diario NCO, para dar a conocer las actividades que se desarrollan en ese espacio.

-¿Cómo va el teatro La Tapera?

-El teatro La Tapera va estupendo porque es un aglutinador de angustia en estos tiempos.

-Decía recién que es muy difícil sostener un teatro, sobre todo en una zona como Gregorio de Laferrere, que es una zona muy castigada económica y socialmente hablando. Sobre todo, teniendo en cuenta el laburo que haces vos en el teatro, que es más bien comunitario. Obviamente, vos cobras una cuota de las clases que das, pero siempre es muy baja…
-Ah, sí. Nosotros estamos entre cuatro mil y cinco mil pesos, son ocho clases de tres horas y media cada una.

-Claro, no estás cobrando nada. No es el precio ni un kilo de arroz por clase, por compararlo con algo de estos tiempos…

-Sí, pero ¿y la recompensa que encuentro en mi alma? ¿Cuánto vale?

-De hecho, es por eso que vos, supongo, inicias el teatro.
-Sí y aparte desde que abrí en el 2010, se recibieron 15 profesores que salieron de La Tapera. Son 15 profesores de teatro.

-¿Cómo nace el teatro? ¿En una casa?

-Era una casa abandonada que yo compro y empiezo a reconstruirla con objetos encontrados, antigüedades que yo tenía… Era una cada del año 48’ que estuvo abandonada a partir del 80’. Bueno, se empezó a construir ese espacio para ensayar y empezar a hacer recitales de poesía, de encuentros con Manuel Gómez. Bueno, ha pasado desde la viuda de Tejada Gómez hasta escritores, poetas, titiriteros y aparte es un faro donde, verdaderamente, al ser un lugar vulnerable y sacando las expectativas que tiene mucha gente, es un espacio de teatro. El teatro es una imagen sublimal, que muchos creen que es la calle Corrientes o es Capital Federal, pero el teatro es la vida, la cotidianeidad porque está constituida de acciones físicas donde todos tienen un objetivo. Es igual que en el teatro: estudiar, trabajar, amar, pelearse, discutir y estar atrapado en esta realidad de angustia que estamos viviendo los ciudadanos en este país. Verdaderamente hemos sido engañados y la cultura resiste, ya vimos en el centro como los estudiantes resisten… Hoy más que nunca el arte es una resistencia porque acá en Laferrere somos 450 mil personas, voy a la carnicería y nunca vi que la gente comprara menudos para comer. Con Cristina y aún con el defecto que tenía Alberto Fernández, porque tuvo muchos defectos en su Gobierno, con los Kirchner comíamos asado, ósea, que con el peronismo siempre comimos asado. Les guste o no lo que yo digo, pero es la pura realidad. En este momento yo como asado cuando me invita mi hijo, loco.

-¿Y eso vos lo ves de cerca? Digo, por la cercanía que tiene La Tapera con el vecino, con la gente común y corriente del barrio.

-Y yo puse mi cuota de cuatro mil pesos para que me paguen dos mil al comenzar el mes y dos mil al terminar. Son chicos, algunos son más grandes, que tienen dificultades. Puse la cuota así porque el teatro, en realidad, es algo intangible pero muy significativo porque hay gente que, a veces, no comprende la dimensión de acompañamiento, de enriquecimiento y de capacidad catártica que tiene el teatro. Es como una pulsión, como hacer gimnasia. Es aprender a hablar, a conocer las palabras, jugar con los conflictos de realidad… a mi me gusta el abordaje de lo social dentro de la expectativa de comprensión política. Trato, en lo posible, en aportar desde la construcción de una conciencia ciudadana, más que el escepticismo que la calidad escenográfica, interpretativa o de una palabra. Primero, una construcción de una conciencia sobre el aquí y el ahora, a partir de ahí empezar a enriquecernos como grupo, comunidad, ente político.

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