Hugo Melo, con este proyecto de reforma laboral, retrocedemos 80 años.

El gobierno nacional ha puesto a circular un anteproyecto de Reforma Laboral que todavía no ha enviado al Congreso Nacional en el cual trata de imponer una mayor flexibilidad y precariedad laboral, recogiendo varias demandas del empresariado y cercenando derechos históricos conquistados por los trabajadores.
Por Emilio González Larrea
Hugo Melo, Secretario General de la UOM local, recibió al NCO en la sede sindical de Av. de Mayo 2615, Ramos Mejía para charlar sobre esta temática.
¿Qué opinión le merece el Anteproyecto de Reforma Laboral que está haciendo circular el gobierno?
Lo hemos leído y no encontramos un punto ni una coma a favor de los trabajadores. Es un retroceso en muchos años en cuanto a la situación laboral, no hay progreso es una involución lisa y llana. Creo que con este proyecto retrocedemos 80 años en materia de derechos laborales.
¿Hay dirigentes sindicales que están negociando para su sector dentro de ese marco general?
Entiendo que está bien que se pueda conversar para avanzar, pero no para aprobar estas propuestas del gobierno nacional. El Convenio Colectivo de los metalúrgicos data de 1975, tiene cosas muy ricas y otras que hay que mejorar teniendo en cuenta los cambios que han tenido las fábricas en estos 40 años, desde el punto de vista de lo tecnológico y metodológico, en relación a la producción, donde se han beneficiado las empresas y no los trabajadores. Tenemos que discutir el sistema de categorías que tiene el convenio para que esos beneficios lleguen a los trabajadores. Esto es algo sectorial de los metalúrgicos, pero no podemos aprobar una ley que perjudica a todo el movimiento obrero.
Los empresarios como Paolo Rocca de Techint e Ignacio Giraudo, CEO de Acindar, quieren la polifuncionalidad y flexibilización para enfrentar esos cambios de la tecnología. ¿Qué piensa de esto?
Eso lo están ejecutando ya en estas grandes empresas, lo practican las grandes corporaciones sin que los trabajadores reciban los beneficios. Si con los nuevos métodos de trabajo no se perjudicara la salud de los trabajadores y mejoraran su calidad de vida al aumentar su remuneración, no tendríamos problemas en discutirlos.
Se plantea que los “costos laborales” en la Argentina son altos y se piensa en los salarios de los trabajadores como variable de ajuste para bajarlos.
El costo laboral no tiene que ver con el salario del trabajador, es lo que menos repercute en los costos de las empresas. Otra cosa son los impuestos o las cargas patronales con que se queda el Estado. Que discutan eso, pero no ajustar a través de los salarios de los trabajadores.
Y con respecto a la propuesta de “blanqueo” de esa fuerza laboral de cerca del 40 % que hay en la Argentina. ¿Cuál es su reflexión?
No acordamos con el blanqueo de los trabajadores sobre la base de un salario básico, vital y móvil, sin respetar el sueldo que tiene. Los empresarios metalúrgicos que pagan en negro, seguramente pagan por encima del convenio, como no realizan aportes, cargas sociales, no hacen nada en beneficio del trabajador, si blanquean a sus trabajadores tienen que hacerlo con los sueldos que estos reciben.
La UOM de Tierra del Fuego firmó junto con el Gobierno Provincial y Nacional un acuerdo donde se congelan los salarios de los trabajadores metalúrgicos por dos años. ¿Esto es usar el salario de los trabajadores como variable de ajuste?
Sobre eso quiero hacer una pequeña salvedad; en los años ’80, cuando comenzó a trabajarse en la isla, la mayoría de los trabajadores metalúrgicos eran extranjeros, hoy hay una población de jóvenes argentinos que emigran de otras provincias. No compartimos el hecho de que para que la empresa mantenga la producción, se congelen los salarios de los trabajadores. El gobierno debería haber buscado otra solución, como aumentar los aranceles de los productos importados y no como planea llevarlos a cero; este gobierno cree que esta es la forma de abrirse al mundo. Lo que hoy parece una mejora – cambiar salarios por puestos de trabajo- con los ritmos de inflación que tenemos, van a perder mucho en dos años. Por nuestra parte, ayer hemos dicho en el Consejo Directivo Nacional, que no lo compartimos y no vamos acompañar en la provincia de Buenos Aires ninguna propuesta de este tipo, ni la Reforma Laboral.
¿Cómo hay que enfrentar esta ofensiva del gobierno nacional que pretende modificar los convenios laborales e imponer esta Reforma Laboral?
Con la unidad de los dirigentes sindicales, la unidad de la CGT y en la calle. Estamos convencidos de que ésta es la única forma de poder revertir este curso que propone el gobierno. Lo vemos en lo que nos está pasando en el peronismo, que está dividido en un montón de pedazos donde cada uno es dueño de la verdad. Por eso la única alternativa para frenar esta política contra los trabajadores es la unidad de los dirigentes para discutirla en la calle.
¿Va a haber “fumata blanca” en la CGT local?
Nosotros le planteamos a las dos CGT lo mismo, la unidad real, no de la boca para afuera, y no poner como condición que se quiera ser el número uno; hay que cambiar el yo por el nosotros y desde ese lugar todos somos iguales. Nuestra posición en cuanto a la dirección de la CGT local es que no acordamos con el triunvirato, debe ser un solo Secretario General elegido por consenso, acompañado por un Secretario Ajunto que tengan la capacidad de representar a un conjunto de compañeros de los gremios que son sus pares, que representen a todos los trabajadores y no a fracciones políticas.