En el marco de la nota que Diario NCO realizó con el ilustrador Leonel Castro, el entrevistado habló acerca de su experiencia con el fenómeno conocido como parálisis del sueño y las situaciones traumáticas que vivió.
En ese sentido, el artista describió los “síntomas” que presenta cada vez que vive una situación de estas características, entre los cuales se encuentran la incapacidad de moverse, sensación de angustia y miedo, como así también alucinaciones visuales.
Al respecto y en el contexto de la entrevista, el joven recordó una de las experiencias más traumáticas y aterradoras que vivió con esas figuras negras que aparecen durante sus episodios de parálisis del sueño.
En esta segunda parte de la nota, el ilustrador rememoró la primera vez que la parálisis del sueño surgió para perturbarlo y a su vez, también habló acerca de cómo, con el paso de los años, encontró herramientas que lo ayudan a transitar cada uno de los episodios que ahora lo atacan con menor frecuencia.
El comienzo de una pesadilla consciente
En relación la primera vez que experimentó una situación de parálisis del sueño, Leonel recordó que “fue hace unos años. Yo me había separado hace muy poquito, estaba super estresado y mi sueño había cambiado muchísimo”.
“Yo vivía en Caballito y era a la tarde, me acosté a dormir la siesta en el sillón que teníamos en el comedor y a los quince minutos me desperté y me vi a mí mismo de chiquito y a alguien más que no conocía. Después me di cuenta que era yo pero de muy grande”, relató el ilustrador.
Asimismo, el joven continuó con la narración de su primera experiencia con la parálisis del sueño, con un nivel de detalle que pareciera que las imágenes de esa situación hubiesen quedado grabadas a fuego en su memoria.
“Ellos estaban uno frente del otro y yo estaba acostado y no podía moverme, tenía la sensación de que me estaba muriendo. Esas personas se ponían a caminar, una hacia la otra y yo tenía la sensación de que me estaba por morir”, rememoró el entrevistado con una voz colmada por la angustia.
En esa sintonía, Leonel agregó y detalló que “cuando estas personas llegaron a encontrarse, logré por primera vez mover los brazos y me empecé a agarrar del cuello con las manos, porque sentía que me estaba muriendo y cuando logré volver a respirar me puse a llorar porque no sabía lo que me había pasado”.
Historia y características del fenómeno
En un retroceso en el tiempo, el primer antecedente de un episodio de parálisis del sueño se remonta a 1664. El profesor de anatomía y medicina holandés, Van IsbrandDiemerbroeck expuso el caso de una mujer que, al momento de dormir, sintió que no podía moverse y una fuerte presión en el pecho, sumado a alucinaciones visuales y auditivas que ella consideraba que eran demonios que intentaban dañarla.
En ese sentido, cabe mencionar que la parálisis del sueño se constituye como un trastorno que puede ocurrir en la transición entre el sueño y la vigilia, ya sea previo a conciliar el sueño o al despertar.
Las personas que padecen este tipo de trastorno experimentan un estado consciente de inmovilidad involuntaria y a su vez, pueden tener alucinaciones y sentimientos de miedo y angustia.
Entre las principales causas de estos episodios se encuentran los malos hábitos del sueño, como así también el estrés, trastornos de ansiedad, el consumo excesivo de sustancias que puedan afectar el descanso.
Vencer al terror
A lo largo de los años, los episodios de parálisis del sueño continuaron presentes en la vida de Leonel, aunque su frecuencia disminuyó, principalmente en los períodos en los que el joven se viene menos expuesto a situaciones de estrés.
Por su parte, el ilustrador nunca realizó una consulta médica al respecto, pero encontró algunas herramientas que le resultan útiles cuando la parálisis del sueño decide volver a su vida.
En ese punto, el entrevistado comentó que, en las situaciones en las que sospecha que puede estar expuesto a sufrir un episodio, suele colocar una botella con agua para beber sobre la mesa de luz o dar vuelta la almohada del lado frío, para lograr conciliar el sueño más rápido.
A su vez y tal como afirma la creencia popular del “poder mágico” que tienen los animales, hace unos años que llegaron a la vida de Leonel, unas perritas llamadas Lisa y Maggie, quienes usualmente duermen con él.
Desde entonces, pareciera que las figuras negras que invadían la habitación del joven ante cada episodio de parálisis del sueño, ya no se atreven a dejar la oscuridad de la que provienen para perturbarlo; evidentemente saben que él ya no está solo en la habitación, sus ángeles de cuatro patas están y estarán allí para protegerlo del miedo.
Fuente fotografía: theconversation.com y shopify.com y Twitter.com
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